Hace poco menos de un mes conocí a la persona que sin saberlo le daría un giro de 180° a mi vida, esa persona que ahora con solo su presencia es capaz de hacerme el ser más feliz del planeta, eso es algo cliché ¿no? sin embargo es verdad ¿cómo te explico que un mensaje suyo hace que mi corazón lata tan rápido que tengo miedo de que vaya a explotar? ¿cómo te digo que su sonrisa es lo único que necesito ver para que mariposas, no, mariposas no, millones de pterodáctilos vuelen a cuatrocientos kilómetros por hora en mi estómago? ¿cómo es que te hago entender que mis manos y piernas tiemblan con tan solo escuchar la hermosa melodía de su voz? ¿cómo puedo hacerlo? si ni si quiera yo lo entiendo. Aquella persona de la que te hablo nubla por completo mis sentidos, mismos que se adormecen para después concentrarse en ella y sólo en ella, mi vista es bendecida con el resplandeciente brillo de sus grises luceros, tengo la fortuna de poder percibir su dulce aroma el cual hace que una calidez gobierne mi pecho, mis oídos son dichosos de apreciar su melodiosa voz la cual anhelo escuchar por el resto de mi vida, mi gusto tiene la maravillosa suerte de deleitarse con el exquisito sabor de tus belfos, del encantador sabor de su tez tan suave como el pétalo de una rosa, y mi tacto es venturoso de recibir la calidez que su bella y pequeña anatomía emana, misma que me hace sentir en casa pues esa persona se ha vuelto mi hogar.
Está en mi mente todo el día, incluso las cosas más pequeñas me recuerdan a esa persona que me tiene a sus pies, como por ejemplo el color rojo, ese es su color favorito y además le encantan las gomitas rojas, cuando veo mariscos porque definitivamente no le gustan, los detesta y lo expresa de una forma tan bella ya que arruga su naricita mientras comienza a dar más de dos razones para no gustar de ellos; al observar el emoji del corazón, del hada o del girasol ella viene a mi mente pues cuando se emociona coloca una combinación tan bonita de estos. Al escuchar la lluvia ya que ese es uno de sus sonidos favoritos, cuando veo el amanecer pues cuando nos conocimo dijo que desearía poder admirar este y despertar a lado de una persona especial que se ganara su corazón, al ver el número siete pues ese es su número favorito, joder, la lista es larga, tanto así que podría hacer toda una biblia.
Ese ser tan sublime del que he estado hablando es nada más y nada menos que mi bello brillo de luna, Fleur Cavalier, la dueña de mi corazón, de mi alma, de mi cuerpo, de todo lo que me conforma.
Recuerdo cuando te vi por primera vez, debo de admitir que quedé embelesado desde el primer instante, cómo tu largo cabello tan oscuro como la noche descendía de forma tan elegante y acariciaba tus pómulos, la manera en la que tus bellos ojos grisáceos analizaban cada detalle de las personas a tu alrededor, cómo las comisuras de tus esponjosos cerezos se curveaban hacia arriba en una sonrisa tan dulce y coqueta, sinceramente me daba miedo hablarte y dudé en hacerlo, pero al ver tu ubicación supe que definitivamente tenía que, digo, ese "comiendo milanesas" se veía demasiado bien y muy tentador. Estaba muy nervioso ¿sabes? Fue tan raro porque era la primera vez que me pasaba algo así, más aún porque literalmente sólo te había saludado y pedido tu amistad, por eso cuando aceptaste me sentía tan pero tan feliz, ¿sabes qué fue lo primero que me gustó de ti? que no te contuviste a la hora de responder cada una de las peculiares preguntas que te hacía, dejándome conocer una pequeña parte de ti.