Hoy en Ciudad Gótica, es una noche muy especial, siendo la temporada más significativa de todo el año para festejar y convivir en familia.
La nieve está cubriendo completamente las calles más sombrías de la ciudad, pero las luces navideñas alumbran en toda esa penumbra. Cómo es la tradición de hace años, en la explanada de la ciudad está encendido el gran árbol de navidad; algunas personas están cantando villancicos para alegrar más la noche.
En algunos hogares se puede observar a las familias disfrutando de un caliente y delicioso ponche navideño, algunas más haciendo una gran cena para recibir a sus seres más queridos u otras haciendo las compras de último momento, pero lo importante es que cada una familia lo celebra de manera única y especial.
Pero no tan única como los Wayne.
A las afuera de la ciudad se encuentra la lujosa propiedad, y al igual que la ciudad está cubierta por el manto blanco de la nieve, los pinos tienen luces navideñas, en los ventanales de la mansión se ven titilar las cascadas de luces, hay muñecos de nieve incluso figuras navideñas adornando el inmenso patio como el trineo de Santa Claus con sus renos y ¿Cuál es la diferencia con los demás, si parece igual? Bueno, está en que no es común que haya dichos adornos, pues Bruce Wayne no lo "festeja" de esa manera, lo hace de manera más sobria. Pero este año decidió hacer la diferencia ¿Cuál es el motivo? Hay una personita especial que influyo en dicho cambio.
Rumbo a la lujosa mansión se dirigen un par de tortolitos muy enamorados, quienes acaban de llegar al patio de dicho lugar, lo hicieron a través de un portal mágico realizado por Raven; con la finalidad de evitarse el tráfico o quedarse varados en la nieve.
Caminan rumbo a la gran puerta de caoba, en la cual se observa una corona navideña. Para uno de los tortolitos eso es muy exagerado y hasta cierto punto absurdo, pero prefiere guardarse ese comentario; sin más toca la puerta, la cual es abierta por el fiel mayordomo de la familia quien les da un cálido recibimiento a la pareja de aves.
-Buenas noches señorita Rachel, joven Damián.
-Buenas noches Alfred.
-Peniworth.
-Es un gusto tenerla nuevamente aquí en la mansión señorita Rachel
-Alfred el gusto es mío.
-Me alegro que nos acompañe en la cena familiar.
-Gracias, Damian me a hablado del gran festín que usted hace para toda la familia.
-Oh, espero sea de su agrado señorita.
-Rachel, por favor-. No le agrada que use ese título con ella porque es un poco incómodo.
-Está bien Rachel. Pasemos al comedor.
Avanzan con paso lento al lugar, pero repentinamente Alfred se detiene en la puerta del comedor.
-Joven Damián, le pido por favor se comporte ya que se encuentran sus hermanos mayores.
-Ellos no son mis hermanos, son los arrimados de mi padre, en especial Todd.
-Damian-. La joven hechicera lo reprende por dicho comentario.
-Ok, haré lo posible pero ponle una correa a Todd-. Insiste nuevamente con él, más que nada por qué cada vez que Rachel lo acompaña en alguna misión no duda en coquetearle haciéndolo enfurecer, pero bien sabe que ella lo termina ignorando.
El adulto mayor cierra los ojos y suspira, mientras que en su interior le ruega a Dios que está cena salga bien y no sea como la del año pasado.
FLASHBACK.