POV/Iván
Recorriendo las calles de Buenos Aires, hoy salí a despejarme de todo, estoy demasiado alejado de ahora mi nueva casa, la mudanza ha sido cansada y en algunas partes, irritante, pero al fin la terminé, además tuve la ayuda de muchas personas, una de ellas; mi novio, Rodrigo estuvo casi todos los días ahí, ayudándome con las cajas, muebles y demás.
De cierta manera, estaba emocionado por todo lo que había sucedido este año, lo que viví fue inexplicable, desde la mudanza a la casa de heretics, que sin duda nunca me lo imaginé, hasta mi relación con un muy fiel mejor amigo, que de igual manera, jamás imaginé, ahora era mi novio, y mi más grande confidente, siguiendo un ritmo bastante apresurado al inicio de nuestro noviazgo, disfruté, lo sigo haciendo y espero tener siempre que disfrutar a su lado, demasiadas emociones transcurrían por mi cuerpo, por pensar en él, la manera que me trata, me besa con tanta pasión y dulzura al mismo tiempo, el incontable paso de sus manos en mi cuerpo, delineando cada marca, parte y forma de éste, solo me dejaban sin respiración, la forma en que me apreciaba era demasiada divina para ser verdad, pero era real, siempre fue real.
Ver tantas veces el amanecer con Rodrigo, las veces que bailamos hasta el cansancio, a pesar de no tener idea, solo disfrutando estar cerca del otro, viviendo y muriendo por el contrario, solo él me hacía sentir tan enamorado, es tan especial y eso lo hace mil veces mejor.
Sigo caminando por la vereda, sin rumbo propio, sumido en mis pensamientos, con el sol puesto a la deriva, siguiendo mi recorrido y cobijándome con su envolvente calor, los pequeños pero intensos rayos de sol, golpeando suavemente mi cara, obligándome a entrecerrar los ojos, siento tanta paz, me hacía falta salir y hacer ésto, es decir nada, solo caminar y dejando que mis pies me manejen a su antojo, sin más, le mando un mensaje, al hombre de todos mis pensamientos, y agrego mi ubicación, ni siquiera sé dónde me encuentro, así que el viene a recogerme.Encuentro una banca en la cual sentarme, esperando con ansias a Rodrigo, cerca de un lindo parque pero solitario; en eso recibo la confirmación por mensaje de Carre, avisándome que viene en camino, y suelto todo el aire contenido, los impacientes nervios que me provoca, cada vez que siento su llegada, sin duda soy más feliz que nunca.
Saco mis audífonos y me los coloco, después pongo mi lista de reproducción en aleatorio, me permito disfrutar cada momento, cierro los ojos, sintiéndome en el paraíso, físicamente en una banca a las afueras de lo que considero mi zona de comfort, mentalmente estaba con todas las personas a las que más amor y aprecio tengo, subo mis rodillas hacia arriba y las rodeo con mis brazos, abrazándolas y bajo mi cabeza entre ellas, sin querer, después de un largo minuto, siento un pequeño sollozo ahogado salir de mí, soy tan sensible a veces, no lloro de sufrimiento, lloro de emoción, por haber logrado tanto, demasiado emocionante y largo el camino que tuve que recorrer, para llegar hasta aquí, a dónde estoy hoy en día, es suficiente para mí, había perdido esperanzas, de que mi vida realmente mejorara, hace dos años pasaron algunas cosas demasiado fuertes para mí, me dí una segunda oportunidad y a la vida también, ahora supongo que valió toda la maldita pena, al fin tenía todo lo que merecía, lo que siempre quise tener, seguí llorando silenciosamente, hasta que ya no quedaron más lágrimas que derramar, solo preciosas sonrisas involuntarias y un cálido sentimiento de orgullo y superación en mi latente corazón.
Estaba demasiado conmocionado como para darme cuenta que el auto de Rodrigo se aproximaba, traté de limpiar las últimas lágrimas casi invisibles, pero aún teniendo los ojos rojos, retiro mis audífonos y los guardo, aún teniendo la misma posición de hace unos momentos, levanto mi vista hacía el carro recién estacionado a tan solo unos metros de mí, la puerta es abierta y veo salir a Rodrigo, y nuevamente me quedo sin respiración, parece una obra de arte, recorrí su cuerpo con mi vista un par de veces más, hasta llegar a su cara, es precioso en todos los sentidos, la manera en que luce es realmente fantástica, me pone mal cada vez que menciona sus inseguridades frente a mí, pasa que el no se ve desde mi punto de vista, es increíble que hasta éste punto no se haya dado cuenta de lo hermoso que es, ni siquiera me doy cuenta cuando está a tan solo dos metros de mí, la sonrisa en su rostro se va apagando conforme me observa, seguramente ha notado como lucen mis ojos, y lo menos que quiero es que se preocupe, rápidamente se acerca hacía mí, observándome en demasiadas ocasiones variando desde mi cuerpo hacia mi cara, buscando alguna razón de lo que pudo ocasionar mi llanto, y en ese momento recuerdo porqué estoy tan enamorado de él, la manera en que se preocupa por mí, me parece muy tierna, suelto una risita tonta al ver qué sigue preocupado tratando de hacerle ver qué me encuentro perfectamente bien.
Observo como suspira profundamente de alivio y nuevamente vuelve a sonreír, y lo escucho preguntar.
- Iván, mi amor, ¿estás bien? ¿Que te ocurre? ¿Alguien te hizo algo? ¿Por favor dime qué te pasó? - dice sin ninguna pausa, le respondo que estoy completamente bien, momentos después cuando ya está seguro que lo que digo es verdad, me toma de la manos y me da un tirón hacia su cuerpo, casi caemos por la rápida acción, me jala hacía el auto en un paso apresurado, trato de caminar rápido y no caerme, me abre la puerta de copiloto del coche con cuidado y espera a que entre a éste, una vez dentro, cierra la puerta muy rápido, y cruza hacia la puerta de el píloto con mucho entusiasmo, cuando ingresa y cierra la puerta, se lanza hacía mí, haciendo que nuestro labios se junten en un beso eufórico, demostrando el cariño que nos tenemos, y me derrito en sus brazos, le abrazo con gusto y después de habernos calmado un toque, emprendemos camino hacia casa, nuestra casa, dándonos picos durante el camino, observo que ya se ha hecho de noche, el cielo completamente estrellado haciendo juego con la preciosa luna que se podía divisar iluminandonos el camino de regreso a casa.
- Te amo Rodrigo - le digo, aún sintiendo las emociones de hace un rato.
- Yo también Ivancito - me responde y por fin reafirmo que me encuentro en el lugar y con la persona indicada, me siento por fin bien, y eso lo es todo para mí.
Le doy un último beso, antes de recostar mi cabeza sobre su hombro y poner un mano en su pecho, sintiendo el latir de su corazón sincronizado con el mío, al igual que nuestras respiraciones, cierro lentamente los ojos, y me quedo dormido, soñando con Rodrigo y con nuestro futuro, deseando que el próximo año sea más intenso.
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Les gustó? AAAAAAAAAAAAAAA estoy muy soft.
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One Shots // Spreen X Carrera
Hayran KurguYa que no me quedé satisfecha con la "historia" que hice, trataré de hacer un libro basado en el popular concepto de escritura en ésta plataforma. Actualizaré cada que pueda pero sin dejar ésto de lado, tratará más de situaciones random de Spreen y...