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capítulo 7

Harry refunfuñó malhumorado y se puso su capa de invisibilidad. Tropezó un poco al salir por el agujero del retrato y maldijo, "Maldito manto ... estúpido Hagrid ... Quiero ir con Barty ...".

Sabía que estaba lloriqueando, pero en realidad no le importaba. Había llegado a disfrutar de sus relaciones nocturnas con la habitación de Barty, incluso con todos los extraños problemas que causan. Caminó invisiblemente enojado hasta la cabaña de Hagrid y llamó a la puerta. Hagrid la abrió con cautela y susurró: "¿Estás ahí?"

Harry se bajó la capucha y Hagrid sonrió y puso una mano gigante en el lugar aproximado que sostenía por su hombro. "¿Está bien Harry? ¿Lo hiciste bien? ¿Nadie te vio?"

"Sí Hagrid, ahora qué es lo que querías mostrarme." Harry dijo reprimiendo el tono impaciente que estaba tratando de confundirse con su voz.

"Es un secreto." Dijo casi mareado.

Ahora que eso preocupó a Harry, cualquier cosa que hiciera a Hagrid así normalmente tenía el potencial de matar a un hombre o al menos mutilarlo seriamente. Aún así, Harry permitió que Hagrid lo condujera hacia el Bosque Prohibido. Una vez que estuvieron bajo el follaje oscuro, una figura oscura comenzó a moverse hacia ellos.

"¿Agrid? ¿Es usted?" Gritó una voz femenina retumbante.

Hagrid tomó su mano del hombro de Harry y Harry pudo ver sus mejillas sonrojadas incluso en la oscuridad. "¡Maxine! Sí, soy yo."

"¿Qué es lo que deseas mostrarme?" Madame Maxine dijo llegando al lado de Hagrid haciendo que Harry se moviera rápidamente al otro lado de Hagrid para evitar que lo pisaran o algo así.

"¡Vamos, vámonos! Probablemente ya están allí". Hagrid dijo evitando la pregunta.

"" ¡Agrid! ¡Te exijo que me digas qué es lo que deseas mostrarme! ", Dijo Madame Maxine enojada, pero luego se detuvo cuando escuchó un grito en las profundidades del bosque y un destello de luz brillante y una ola de calor los envolvió.

"¡Allí Aquí!" Dijo Hagrid, la excitación obviamente hizo que su voz temblara.

Harry tragó saliva. Tenía una fuerte sospecha sobre lo que Hagrid estaba a punto de mostrarles, Dragones.

De hecho, había decenas de hombres con varitas levantadas con cuerdas encantadoras para sujetar a los dragones. Eran criaturas grandes y terriblemente hermosas cuyos cuerpos solo estaban iluminados por las antorchas y los árboles en llamas a su alrededor, creando un brillo errie. Uno de los hombres se separó del grupo y saludó a Hagrid.

"¡Hagrid! Cuánto tiempo sin verte, ¿qué piensas de ellos?"

"Cor ... son hermosos Charlie. ¿Te está dando algún problema?"

"Sí, son súper agresivos en este momento. No sé por qué diablos pidieron hembras que protegieran a sus crías, pero ahora son más peligrosas. Especialmente el Colacuerno Húngaro de allí".

Justo después de que Charlie señaló, el Colacuerno se liberó de varias de sus cuerdas y cargó contra los domadores de dragones de manera asesina. Charlie ni siquiera se despidió mientras corría a ayudar. Obviamente, Hagrid quería quedarse, pero Harry pateó ligeramente su espinilla para recordarle que necesitaba regresar al castillo para poder funcionar durante la clase al día siguiente.

Harry estaba aturdido mientras caminaba silenciosamente por los pasillos y se dejaba caer en la cama veinte minutos después. Un pensamiento y solo un pensamiento plagaron su mente. Dragones Dragones grandes y enojados. Dragones grandes y enojados que tenían algo que ver con su primera tarea.

Otra palabra flotó en su mente. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda de mierda. Malditos dragones de mierda. La lista de explicativos continuó dando vueltas en su cerebro durante varios minutos. No tenía idea de qué hacer, ni siquiera tenía idea de lo que estaba haciendo de todos modos. Necesitaba irse a dormir. Así lo hizo.