Una y otra vez, aquellos pensamientos daban vueltas en su cabeza. Agitando su corazón, brindándole sensaciones que lo aturden, y eso es lo que Asahi quiere entender.
¿Por qué es tan complicado?
Olas inexplicables recorren su cuerpo cuando se encuentra a su lado y lo invaden de tal manera que Asahi pierde la noción del tiempo. Entra en una burbuja donde solo son ellos dos vibrando en armonía, sin disturbios. Ambos existiendo como si fuera lo único que quedara, enfocados el uno al otro sin preguntar por el resto.
Se siente bien.
Salir a montar bicicleta con el viento golpeando su rostro o pasar la noche paseando a lo largo del arroyo en medio de la ruidosa cuidad. Chocando los hombros despreocupados con pasos a la par, robando miradas y tímidos toques. La memoria de su cámara termina con innumerables fotografías, inmortalizando cada momento, dándole así fin a otro viaje más.
Se siente demasiado bien.
¿Cuándo se volvió así de íntimo?
Sus sencillas palabras continuamente acariciando algo dentro de él. Es cálido, tan agradable. Sus orejas arden, pintándose de un suave color carmesí mientras trata de no perder la cabeza. Pensar que tiene toda su atención sobre él y solo para él lo emocionaba aún más. Que egoísta, pensó. Sin embargo, no hay ni una pizca de remordimiento.
Quizás no sea tan complicado.
No hay por qué correr cuando Asahi siente que es real. No pensar en lo que vendrá, no cuestionar lo que le da y a lo mejor solo dejarse llevar.
—Sahi-ya.
La dulce voz irrumpe en la habitación, se acerca en silencio como acostumbra.
—Tengo algo para ti.
Sacó dos remeras de una bolsa de papel, uno blanco y el otro negro. Al darle la vuelta, vio un tierno estampado de patito sobre esta.
—Al verlo pensé en ti. —Admitió entregándole la remera negra. —¿No es bonito? —Sonrió, saliendo a la luz sus lindos hoyuelos.
—Qué tal si salimos con esto puesto la próxima vez, Sahi. ¿Te gusta?
Perdida su mirada en el rostro del quién le habla, esa discreta insinuación fue suficiente para armar una fiesta en su interior de nuevo. La imagen de ambos usando esas remeras de pareja por las calles lo vacilaba tanto que se escapó una pequeña risa de sus labios.
Le encantaba.
—Me gusta, Jaehyuka.
Es único.
Porque Asahi disfruta de lo que sea que Jaehyuk le esté dando.
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Lo que tú me das [Jaesahi]
FanfictionNo hay por qué correr cuando Asahi siente que es real. No pensar en lo que vendrá, no cuestionar lo que le da y a lo mejor solo dejarse llevar. /Drabble /Fluff, soft /Descubriendo sentimientos /Compatible con canon /TMI_LOG [Jaehyuk + Asahi] Absol...