En Japón, más específicamente en la ciudad Fuyuki, en la mansión de los Tohsaka, una familia muy importante para el lugar, se encontraba una chica de unos 16 años la cual estaba por iniciar su primer rito de invocación.
Esta era Rin Tohsaka, una maga que se puede decir que es experimentada, ella se encontraba en frente de un círculo mágico de invocación, lista para recitar las palabras del encantamiento, teniendo todo los requisitos para comenzar de una buena vez.
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Estando en posición, esta siente como el maná recorre todo su cuerpo, la cantidad de energía requerida era bastante elevada, pero ella ya tenía eso más que claro.
-Te lo ordeno, aquel que venga a mí lado, cuya arma controle mi destino, obedeciendo las reglas del santo grial, sí accedes a esta voluntad y razón, responde al llamado, realizo mi juramento, soy la personificacion del bien en el mundo eterno, destructora del mal en el mundo eterno, poseedora de la santa trinidad, ven a mí a través de éste círculo de invocación!- Esas fueron las palabras de la chica azabache, y dichas esas palabras, el ritual acabó.
Una potente luz cubre todo el sitio dejándola a ella a ciegas por unos cuantos instantes.
El reloj marcó la 1 de la mañana, la joven de cabello negro abrió sus ojos con lentitud y calma para acostumbrarse otra vez a su entorno, ella con esperanza empezó a buscar lo que creía que estaba allí con ella, pero no lo encontraba por ningún sitió, la muchacha derrotada se tumbo al suelo de trasero mientras daba un suspiro de resignación.
-No puedo creerlo, mi primera invocación y no ocurrió absolutamente nada...- Dijo para si misma de forma triste y frustrada.
Pero de un momento a otro, ella sintió como su mano derecha ardía, como si hubiesen puesto un metal caliente contra su piel, después de unos instantes de reponerse observó con sus ojos abiertos en sorpresa, una marca extraña, al ver tal cosa una sonrisa de victoria iba apareciendo en sus delicadas facciones.
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-No puedo creerlo lo hice! Lo hice si!!- Decía la joven con alegría mientras observaba la marca que indicaba su identidad como Master, pero rápidamente se percató de la ausencia del que sería su nuevo Servant.
