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- Hablando enserio, ¿sos gay o qué mierda?- Cuestionó confundido el Argentino.
- No, a ver, me excita ver vergas, ¡pero nada más we!
Los dos adolescentes habían decidido pasar aquel recreo juntos en el patio del colegio. No se conocían mucho y ese momento era perfecto para hacerlo.
- ¿Vos sos consciente de lo que acabás de decirme?
- Si, cabron. No es muy dificil.
Argentina achinó los ojos cuando escuchó aquello. Ya de por si que un country no fuera gay, era imposible. Todos estaban genéticamente programados para nacer hombres y tener atracción hacia el mismo género y, de ninguna forma llegar a sentirse enamorado de una persona.
Así que técnicamente Argentina jugaba con México para ver que le respondía.
- ¿Entonces que sos?- Se cruzó de brazos.
México se quedó callado, pensando seriamente su respuesta.
- No lo se, pero no creo que yo sea gay.
- ¿Te gustan las mujeres?
- La verdad... pos no.- Desvío su mirada.
El argentino formó una sonrisita, enternecido por la actitud de su compañero.
- Sos bien homosexual, mi rey. Desde allá se nota.- Molestó divertido.
- ¡Que no!
- ¡Que si!- Rió.
- !Cierra el hocico pinche puerca traga verga!
Y así como llegó, se fue del patio de aquella escuela enojado, dejando al argentino sólo en una de las bancas del colegio.
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