Recuerdo como si fuese ayer el día de nuestra adopción, Kimberly estaba ansiosa, imaginaba que todo hiba a salir bien, que ambos estaríamos en la misma familia, lamentablemente eso no pasó.
-Ella será perfecta, al fin nuestra familia está completa- dijo una señora que sostenía la mano de Kimberly.
-No puede venir mi hermano?.....- Susurró con esa inocencia que aún guardaba.
-Lo siento querida, no puede acompañarnos, pero no te preocupes tendrás nuevos hermanos que te amarán mucho más- sonrió sin más que decir.
Kimberly corrió a abrazarme, envuelta en llanto solo repetía, No quiero irme sin mi hermano... Logré contener mis lágrimas aunque el nudo en mi garganta no me permitía consolar a mi hermana, lo único que pude hacer fue darle el brazalete que pretendía obsequiarle en su cumpleaños, seguido la empujé y abandoné el lugar, corrí hasta mi habitación, pasaron unos minutos y desde la ventana logré ver cómo Kimberly subía al auto, abandonando el área del orfanato.
Los días transcurrían, quizás pasaron semanas o meses, perdí la noción del tiempo, estaba devastado, mi única familia se había esfumado, pasaron dos inviernos y jamás recibí una carta de ella, perdí las esperanzas de volverla a ver.
Una mañana a todos los niños nos colocaron en una sola habitación la cuál tenía un fondo musical, uno por uno pasaban a la oficina del superior, fue aburrido yo quizás era el número veinte, lo extraño era que cada niño que entraba salía asustado, algunos incluso lloraban aterrados, creí que alguien había robado algo valioso y trataban de averiguarlo a su manera, llegó mi turno, estaba algo nervioso pero logré ocultarlo, en la oficina se encontraba la encargada de las adopciones, el director del orfanato y un hombre que parecía oficial.
-Seguro te preguntarás qué que ocurre- dijo la encargada con una sonrisa.
-Veraz él está en busca de un niño especial, acaba de perder a su esposa y no pudieron tener hijos....
-Entonces porque todos estaban aterrados al salir?- interrumpí, viendo directamente al sujeto que pretendía adoptar.
-Tus modales jovencito- reprochó la encargada.
-No se preocupe- sonrió aquel hombre desconocido - me agrada que expreses lo que sientes- se acercó un poco dónde me encontraba sentado.
-Podemos pasar con el siguiente, él siempre fué un niño problematico- dijo entre dientes la mujer.
-Es eso cierto?- me miró fijamente- si prometes ser bueno, podrías venir conmigo- sonrió amablemente.
-Prefiero quedar en la calle antes que ir con desconocido- me levanté para retirarme
Cuando estaba a punto de cruzar la puerta, el director del orfanato sacó una pistola con silenciador, le disparó a la encargada y luego apuntó al que pretendía adoptar, me quedé inmóvil por unos segundos, pero mi cuerpo reaccionó, arroje unos libros para lograr ganar tiempo mientras corría a su dirección para quitarle el arma, tomé un bate que estaba en la mesa y logré golpear el brazo del director.
-Suficiente- dijo aquel desconocido con tono de satisfacción- Eres más de lo que busco mi pequeño favorito- sonrió al ver que no entendía nada.
-Era necesario el golpe jovencito?- murmuró la que yo creía muerta.
Miré confundido a todos -Que está pasando?... Creí que usted estaba muerta... Pensé...- me interrumpió aquel desconocido.
-Que el director se había vuelto loco y me mataría?- se le escapó una carcajada -Era de esperarse que estuvieras preocupado por mí- se acercó para frotar mi cabello.
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𖣘-El invierno más frío sin tí-𖠄
RomansA unas horas de ser ejecutado por el asesinato de Deivid Scott. Adrian Lewis acusado por el crimen, se verá en la obligación de decir sus últimas palabras a su abogado, quien tratará de salvarlo de su terrible destino. ¿podrá conseguir pruebas de...