Fusión Alucinante

4

—Tengo dos noticias; Una mala y otra peor, ¿cuál quieren?

Los chicos de la clase se miraron entre ellos con nerviosismo.

—¿La mala?—. Preguntó Tsuyu

—Haruko Tomikawa no abandonó las instalaciones por propia cuenta, fue raptada—. Explicó Aizawa.

Un murmullo nervioso entre los estudiantes recorrió a la sala.

—Y la peor, es la liga de villanos quienes se la han llevado. Eso es todo, ¿ya desayunaron?—. Continuó el Sensei.

Mina levantó la mano tímidamente.

—¿No salvaremos a Haruko-San?

Por los ojos de Aizawa cruzó una sombra de preocupación y decepción, ademas del inminente miedo, bajó el rostro y se dio la media vuelta.

—No, ya se ha programó un equipo de rescate, esta semana no tendremos clases, la mayoría de maestros acudieron al llamado.

La mayoría temían preguntar, pero todos pensaban lo mismo.

—¿Y usted Sensei?—. Cuestionó Denki

—El director y yo, ademas de Hound Dog, nos quedamos para cuidar de ustedes y el resto de alumnos. Los permisos para salir fuera de la escuela están todos denegados, con permiso.

Vieron a Aizawa retirarse con demasiado nerviosismo.

—El Sensei debe estar muy preocupado por Mic y Midnight-San—. Dijo Yaomomo

—Debe sentirse horrible— Comentó Izuku—. Ver a dos personas que te importan tanto marcharse así, no quiero ni pensarlo...

Pero podría pasar, un dia, Shoto podría no volver. Un dia, Katsuki tal vez no volvería a abrir los ojos. Un dia, podrían faltarle ambos, o él mismo podría faltarles.

—Mis sensores emocionales indican que te sientes afligido—. Murmuró Kamijiro

—¡N-no es así!— Tartamudeo, cuando todos en la clase le pusieron los ojos encima—. No es que este pensando en algo particularmente malo que pueda llegar a pasar a futuro.

Iida le palmeo cariñosamente el hombro, podía ser difícil de creer pero consideraba a Midoriya su mejor amigo.

—No te desgastes Midoriya, estamos aquí.

Pero un día no sería así...

Apartó ese pensamiento de su cabeza y le dedicó una enorme sonrisa al chico de lentes.

—Tienes razon, Iida-Kun, eres el mejor.

Iida le habría devuelto la sonrisa de no ser por las malignas y amenazantes presencias tras el peliverde, quienes llevaban por nombres Shoto y Katsuki, y que seguramente en otra vida se habían echo llamar Celoso y Posesivo en ese orden exacto.

—No es nada—. Bromeó el de lentes, y apartó la vista.

Izuku se preocupó ligeramente, rápidamente engancho su brazo al de Iida.

—Hace mucho que no hacemos nada juntos Iida, hoy no tenemos clase, ¡entrenemos!

¡Como lo ponían en tal situación!

No quería decirle que no a Izuku, pero viendo bien a los malignos tampoco se le antojaba decir que si.

—Deku-kun, hoy le tengo una sorpresa a Iida— Interrumpió Ochako—. Vayanse toda la tarde, ¡no lo dejes volver!

—¿Una sorpresa para mi?—. Cuestionó Iida

—¡Si, vayanse, ya!

Izuku e Iida tomaron sus mochilas y se encaminaron a la salida.