¿Alguna vez te has preguntado que sería de tu vida sino hubieras tomado algunas decisiones? podrías haber evitado muchas cosas como también te hubieras perdido de muchas, eso es algo que me gusta de la vida ya que cada acción y decisión que tomamos siempre tiene una consecuencia sea buena o mala y te dejará con alguna enseñanza o el más bonito recuerdo.
Mi nombre es Emma Foster , no soy una persona de mucho dinero pero tampoco de las que se rinden fácilmente, mis padres no son como los de otras personas de mi edad, ellos me tuvieron a los 41 años puesto que para este entonces ellos ya tiene 62 y las oportunidades de trabajo para personas de esa es casi mínima. Hace un año tuve una fuerte recaída ya que comencé a tener muchos problemas y acudí a las drogas y el alcohol como forma de relajación por lo que no me fue nada bien y fui muy débil, estuve 6 meses internada y eso me ayudo a dejarlo, sin embargo, seguía teniendo pequeñas recaídas y mis padres decidieron que lo mejor era que comience a ir a pequeñas charlas con gente con el mismo problema que yo o similar, planeaba solo ir un par de meses y dejarlo pero luego en ese lugar conocí gente que sentía que me entendía mejor que nadie y por lo que al final 2 meses se convirtieron en 4 y aún no tengo pensado dejarlo. También comencé a trabajar En varias cosas para así poder aportar en mi casa y también poder comprarme cosas necesarias, quería hacerme cargo de todos los gastos de mi familia.—Mamá deseas que les prepare a ti y a papá una pequeña merienda antes de que vaya a la charla, mira que tengo tiempo— le hablé a mi madre con una sonrisa.
—Hija sabes que no es necesario, no quiero que dejes de hacer otras cosas por tener que hacernos esto— hablo mi madre con esa suave voz que tiene que mi padre dice que lo tiene embobado.
—Mamá si me ofrecí es porque tengo tiempo además a mi me gusta atenderlos.— le dedique una sonrisa y fui a preparar un poco de café, puse a tostar pan y luego puse en la mesa mantequilla y mermelada para mamá y jalea para papá, ellos siempre piensan que al atenderlos son una carga más en mi vida pero yo pienso muy diferente, ellos son y serán mi prioridad. Luego de que ellos ya estén sentados tomando su merienda me despedí de ambos.—Cuídate cariño, nos avisas cuando llegues vale?—hablo mi padre dedicándome una sonrisa y con la taza de café en la mano. Yo asentí y dejé un beso en la mejilla de ambos, al salir de la casa me coloqué mis audífonos y comencé a reproducir "This side of paradise" de Coyote Theory, esa canción era muy especial para mi y Lexi, mi mejor amiga, la conocí en la charla ya que en mi primer día nos tocó hacer una dinámica en parejas, era sobre decir las cosas más bonitas de el otro, usualmente los hacemos todos los miércoles y yo ese día decidí meterme a la charla, gracias a esa decisión conocí a una de las personas más importantes en mi vida y quien ahora es mi nuevo soporte en la vida y yo era la de ella.
Comencé a caminar hasta el lugar, no era muy lejos solo unos 20 minutos a pie si no deseaba tomar el buss y estaba a tiempo.—Hey Marie, que tal tú día?— le pregunté a Marie quien era la líder por así decirlo, me senté en el mismo lugar desde que llegué acá.
—Hola Emma, digamos que algo cansado ya que mi jefe me mandó a hacer trabajo de más pero ahí vamos— Marie era un gran chica, siempre le agradeceré porque ella me hizo darme cuenta de que yo aún tengo miles de motivos para seguir acá.
—Oh, eso apesta— reí levemente —al parecer Lexi no vendrá hoy ya que ella usualmente viene súper temprano pero es raro porque no me ha dicho nada—
—Seguro se le hizo tarde o tuvo algún inconveniente- dijo Marie mientras comenzaba a mirar la lista que tenía en sus manos— al parecer tendremos a alguien nuevo, se Llama Marcus Klein.
Marcus, lindo nombre -hablé dentro de mi, luego de eso ambas nos quedamos calladas y el resto e la gente comenzó a llegar y nos saludábamos hasta que dentro de ellos llegó un chico que nunca había visto antes por lo que el debía ser el nuevo, el se comenzó a acercar a la única silla disponible la cual era a mi costado donde usualmente se sentaba Lexi pero no reclame ya que obviamente el no tenia idea y no sería de muy linda bienvenida haciéndolo sentir incómodo además al parecer Lexi hoy no vendría.
—Debes ser Marcus Klein no?—Marie lo miro a los ojos y luego a la lista que tenía en manos, el simplemente asintió.—bueno llegaste justo en un día adecuado, hoy nos toca la dinámica de decirnos cosas lindas sobre nosotros y conocernos mejor. Todos en parejas chicos— dijo Marie levantando un poco la voz para que todos en el lugar escucháramos y hagamos lo indicado. —Emma tu harás con Marcus, dale una buena bienvenida.—y sin más que decir nos dejo solos.
—Emma, un gusto - sonreí sin mostrar dientes.
Igualmente, Soy Marcus— dijo de una manera algo fría.
—Bueno la dinámica de hoy trata en decir algo que te guste de la otra persona y de paso conocernos un poco más— hablé para romper el hielo, se veía que era de muy pocas palabras pero no lo culpo ya que la vida a veces nos hace ser así.— empiezo yo —antes de hablar traté de ver algo en él para poder decirlo— me gusta ese lunar que tienes en la mano derecha entre tu dedo pulgar y el índice, nunca había visto uno situado cerca por ahí.— pude notar que hizo un gesto de confusión pero como que le hizo gracia a la vez.
—Me gustan tus ojos— habló el de golpe ¿mis ojos? Pero si yo los odia son de un color que no se ve mucho.
—Que ironía, es lo que yo más odio— reí levemente.
Es que se parecen a los de mi madre, me hacen acordar a ella.—cuando dijo eso no supe que decir ya que sentí que lo dijo con algo de nostalgia y sentía que no debía preguntar más.
—El piercing en tu labio te sienta bien.— pude sentir au mirada fija en mi y me sentía estupida al decirlo, vamos Emma ahora se estará preguntando porque observas sus labios. —oye esta dinámica también es para conocernos más, ¿que te trajo hasta aquí?—hablé tratando de cambiar de tema rápidamente.
—Suelo tomar demasiado, hasta el borde de no saber quien soy y ponerme violento pero ya lo deje, de hecho acabo de salir de rehabilitación y me recomendaron este lugar.— habló con esa voz tan fría como si nada le importara. —¿y tú?
—Drogas y alcohol, también estuve en rehabilitación pero salí hace mucho, ya llevo más de 4 meses acá creo, tal vez te llegue a gustar este es un lugar donde no te sentirás juzgado.— le dedique media sonrisa.
—Dudo quedarme mucho tiempo, vine porque mi padre me obligó— lo sentía tan pesimista en su interior que hasta me recordaba a mi.
—Yo decía lo mismo — dije casi en susurro, Marie nos interrumpió y nos dijo que ya era hora de continuar con la charla de hoy, Marcus se llegó a presentar pero de ahí no volvió a hablar.La sesión de hoy había finalizado y ya era hora de irnos.
—Fue un gusto, Emma— Marcus me habló a lo que yo me sorprendí porque pensé que le había parecido tal vez muy habladora o algo parecido ya que el se veía de pocas palabras.
—Igualmente, espero verte por acá seguido— no dijo nada y solo me lanzó una mirada como de aprobación o algo así, ese chico era al difícil de entender.Hola! Espero mi historia sea de su agrado y la disfruten tanto como yo.
Quiero dar un agradecimiento a una amiga, fue la primera en leer esto y darme su apoyo, te quiero demasiado Sofi <3
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Perfecta Casualidad
Teen FictionEsta es las historia de Emma y Marcus, ellos habían tenido problemas de alcohol y drogas en el pasado por lo que luego de eso acuden a un centro de charlas al salir de rehabilitación. Leer esta historia puede llegar a ser una perfecta casualidad en...