Manjirō Sano es un universitario que necesita dinero, Ken Ryuguji CEO de una gran agencia no esta interesado en nadie, una aplicación les dará a ambos lo que necesitan.
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Estuvieron caminando alrededor de quince minutos para llegar al complejo de apartamentos donde Matsuno vivía, era un lugar tranquilo y de clase media; aun así era bastante lujoso por si mismo o bueno eso pensaba Mikey ya que no podría pagar nunca un lugar tan bueno.
El cenizo siempre se preguntaba como su amigo podía vivir en un lugar como ese y no necesitar trabajar, seguro sus padres amaban demasiado a su hijo para proveerle todo lo que este necesitará con tal de tener buenas notas; cosa que apostaba no era difícil para alguien con el intelecto de Matsuno.
Ambos chicos llegaron al tercer piso luego de subir por el elevador, tocaron la puerta con algo de fuerza escuchando un "Voy en un segundo" desde adentro, el chico de ojos azules abrió la puerta dejando ver que estaba en pijama.
──¿Eh? ¿chicos?
──¡Hola Chifu! Un gusto verte, dejanos pasar , gracias ──. Como gato por su casa el de embranas naranjas se mete al departamento seguido de Mikey quien observaba como niño pequeño los alrededores.
Mikey amaba ir a casa de sus amigos porque estas siempre se veían tan deslumbrantes y sin problemas, regaderas funcionales, sin grietas , problemas de plagas o cosas así; todo lo contrario a su pequeño cuarto donde vivía, el quería vivir en un lugar asi de lindo en algún momento.
Los ojos de Mikey observan una camiseta tirada en el suelo cerca del sofá, se acerca tomándola entre sus manos pensando que sería de Kazutora lo cual era normal ya que este es la pareja del menor del grupo. ──¿Tora vino hoy? ──. Cuestiona el cenizo a su amigo alzando una ceja de forma juguetona.
La mirada de Matsuno observa la prenda , se la arrebata rápidamente de forma nerviosa, haciéndola bolita la deja en un rincón cerca del sofá. ──Uh no ¡p-pero es que el la olvido el otro día aquí! ──. De manera avergonzada juega con sus manos, Manjirō piensa que esa es una forma de reaccionar extraña más no cuestiona.
──Cierto chicos ¿a que vinieron?
──Oye Chifuyu , prestale un teléfono a Mikey ──. Habla Nahoya regresando de la cocina con una manzana en la boca.
──¿Un celular?
──Tu solo prestaselo, se que tienes uno que no usas.
El menor ya no se cuestiona más y va a su habitación para sacar de su gabinete el celular que había dejado de utilizar hace poco ya que compró uno nuevo, regresa a la sala observando que ambos amigos ya estaban sentados en el sofá como si nada, suspira entregándole el teléfono a Mikey.
Los ojitos de Manjirō brillan; nunca había tenido la oportunidad de tener un teléfono, tal vez cuando era más pequeño pero vamos ¡un teléfono de teclas no es lo mismo a un smartphone! , tenía miedo de romperlo y no poder obtener otro.
──¿Puedo al menos saber para que lo usarán? .
──No lo entenderías Chifuyu, a ver presta para acá.
