Capitulo 18.

671 25 5
                                    

No era una tarea fácil que Roberta cobrará vida, en primer lugar no tenía ropa de Roberta, en segundo lugar no tenía la peluca de Roberta y en tercer y último lugar no tenía la actitud de Roberta.

Los dos primeros ítems eran fácilmente solucionables bastaba con pedirle a Ian que me llevara con su amigo y me surtiera de un placard para Roberta, pero el tema de la actitud era otra historia.

Así que hacía aproximadamente dos horas que estaba despierta en mi cama y con mucho miedo de dar el paso fuera de ella, por qué levantarme significaba por primera vez ser alguien diferente.Y la idea de convertirme en alguien nuevo me atraía y asustaba igual manera.

Éstos dos últimos años, me vi puesta bajo un reflector en donde yo deje de ser una espectadora de mi vida y pasé a ser la protagonista. No les voy a mentir, eso siempre había sido con lo que fantaseaba mientras estaba encerrada en mi cuarto. Quería con todas mis fuerzas tener ese amor de libro, ese que tanto me gustaba leer y a la vez tanta vergüenza me daba.

Hoy dos años después, se muy bien que estaba completamente errada en llamar amor a lo que yo quería y leía; no tengo ni la más mínima idea de que es el "amor" y creo que me interesa saberlo, lo que sí me gustaría aprender es el amor a una misma. Aceptar lo que soy, pero sobretodo, aceptar lo que quiero ser, en que me quiero convertir.

Y hoy quiero ser Roberta una pelirroja simpática, asistente de un famoso cantante, la cual tiene un montón de sueños y ni un peso para cumplirlos.
Una chica común y corriente que quiere triunfar en la industria del entretenimiento. ¿Son muy diferentes Marie Ann y Roberta? Yo creo que no, su esencia es la misma, pero sus posibilidades son muy diferentes. Todos crearían que Marie Ann es la que tiene mayores posibilidades de ser feliz, pero es Roberta la que tiene el mundo en sus mano y por suerte yo soy las dos.

Me levanté de la cama y luego de ponerme una bata para tapar un poco mi revelador camisón, me dirigí a la cocina. Un olor a chocolate caliente inundó la escalera mientras que iba bajando escalón a escalón. No había forma de que este día fuese a ser malo, si lo comenzaba comiendo una rica torta de chocolate de mi nana.

Ya casi a la entrada de la cocina pude escuchar a Ian hablar con mi madre.

- ¿Hoy vas a ir de una vez por todas al canal Ian?

- Asi es señora Halls, ¿tiene que dar aviso que iré por allí o simplemente los sorprendo?

- Voy a avisar a Federico, el productor general del show para que te prepare tu camarín y te consiga una asistente.

- El camarín lo agradezco, la asistente no es necesaria, tengo a Roberta, esta llegando de Argentina hoy a la tarde.

- Perfecto ¿Necesita quedarse aquí ?

- No, sus padres viven en Uruguay por lo que se quedará con ellos.

- Muy bien ! Me voy yendo al canal, nos vemos alli.

Mi madre salió por la otra puerta, tome aire para relajarme, la realidad es que ella en el canal definitivamente presentaba un problema.

Me sorprendió que hubiese tomado el lugar de papá en la empresa, creí que iba a dar un paso al costado y dedicarse enteramente a ir al club a jugar tenis y charlar con sus amigas. Es toda una sorpresa verla tomando las riendas de la empresa familiar, aunque tal vez fui injusta con mi madre, me encerré tanto en mi dolor que ni siquiera me interesó cómo estaba ella. Ya perdí la oportunidad con mi padre, no debería de hacer lo mismo con mi madre.

- ¿vas a quedarte mucho rato más en la puerta, mirando a la nada y pensando en todo? - me dijo Ian sacándome de mi submundo.

- Atrapada - le respondí yo con una sonrisa mientras me acercaba a él. Estaba comiendo mi pastel de chocolate, directo de la fuente. - Atrapado vos también, mi pastel de chocolate, no el tuyo.

- No veo tu nombre por ningún lado - me dijo mientras se llevaba otro trozo a su boca. Yo tome la fuente y la giré hasta que él pudo leer el papel pegado a un costado que decía "PARA LA NIÑA MARIE"

- Por lo que se hasta ahora tú te llamas Ian y yo me llamo Marie, ¡así que acabas de robar mi pastel!

- ¿Me vas a castigar? - sus palabras sonaron juguetonas, una parte de mí gritaba "a jugar se ha dicho" pero la otra, que por suerte la que predominaba me dijo: "por ahí no cariño, que no nos va a llevar a ningún lugar bueno"

- Ya quisieras, pero no. Aprendí a compartir, hay suficiente pastel para los dos.

- Aburrido, yo quería un castigo - dijo él por lo bajo y yo decidí hacerme la desentendida.

- ¡Necesitamos traer a Roberta a la vida!

- ¿Crees que tú madre se puede dar cuenta?

- No lo creo, pero por las dudas tratemos que no me la cruce.

- Me gusta la idea de ser tu jefecito ¿vas a tener sueños húmedos con tu jefe?

- La relación empleada-jefe ya la borre de mi lista de cosas por hacer antes de morir.

- ¿Algo que valga la pena contar?

- ¿Nunca te conté de Matt ?

- ¿Matt? No se quien es, yo pensé que me ibas a decir de Fran

- No Fran aparece en mi lista como "enamórate de tu mejor amigo y arruínalo todo" - le dije yo riéndome

- ¿Y yo como aparezco en la lista? - me dijo el y casi me atraganto con el pedazo de torta de chocolate. No sabía que responder, o tal vez no quería hacerlo.

Así que lo mire y me encogí de hombros, comí el último pedazo de torta, me levante y desaparecí de la cocina. ¿Cagona? Siempre ¿Estupida? Aún más.

——————————————————————

Feliz añooooo !!

Les dejo un regalito de reyes, por favor quiero leerlas, saber que opinan y ver las estrellitas crecer para poder llegar a más personas con mis historias.

Graciassssss

UNA ULTIMA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora