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La oscura habitación es lo único que tengo. La sangre en toda mi camisa. Mis manos están Llenas de heridas y pequeños hilos de sangre salen de ellas.

No me molesta. No me duele nada. Estoy sentado en la cama. Mi respiración es agitada. Mis ojos llenos de lágrimas. Siento un profundo dolor en mis ojos por cada lágrima que sale de ellos. Pero no puedo llorar, por qué lo intente no puedo. Las mangas de mi buzo están totalmente mojadas.

— Hijo por favor sal!! — Los gritos de mi madre suenan y suenan. No me molesta en lo absoluto.

Me levanto de la cama pisando el suelo y sintiendo los pequeños vidrios enterarse en mis pies. No duele. ¿Es raro que no me duela?

Mis ojos se esfuerzan en ver pero se me hace imposible. Palmeó las cosas de la habitación hasta encontrar lo que buscaba. Agarró el arma en mi mano y me dirijo devuelta a mi cama.

— Hijo por favor no lo hagas. — Siguen los gritos de mi madre detrás de la puerta. Ah estado ahí desde que entre aquí. Tal vez porque es mi madre. Una sonrisa se forma en mis labios. Pero las lágrimas no paran de salir.

Creo que ya me volví loco. A este punto posiblemente eso es.

— Hijo...

Mi sonrisa inmediatamente se convierte en un llanto. Mi madre a estado gritando y llorando en mi puerta. No puedo hacer nada y eso me duele. Me duele mucho.

— ¡NO PUEDO! — Grito. Mi garganta empieza a arder y mi voz a no poder sonar más. Agarro mi cabeza y la aprieto con fuerza.

Mis lágrimas salen y salen. Lo único que quiero es que esto acabe. Agarro la pistola y la llevo directo a mi cabeza poniendo mi dedo en el gatillo. Siento mucho calor. Mi cuerpo está todo sudado. En esta habitación no hay aire, el aire no puede ingresar. Hace demasiado calor.

— Claro que puedes. Puedes, solo sal por favor. — Siento un golpe en la puerta y varias voces que no logro escuchar.

— El no está. — Mi voz suena demasiado débil. — Te quiero. Siempre lo haré.

— Yo también te quiero. — Escucho los llantos de mi madre. — Por favor sal.

— No puedo. Lo siento mucho.

Las lágrimas no paren de salir. Los recuerdos azotan mi mente y no puedo. No puedo. Aprieto más la pistola contra mi cabeza provocando un pequeño dolor. Suelto un chillido debido al dolor que estoy generando yo mismo.

Te necesito. Lo necesito. Por qué no está aquí conmigo. Porque se fue. Que hice yo. Que hice mal. Siempre arruinaba todo pero prometo arreglarlo. Vuelve. Quédate conmigo. Sólo quédate aquí.

Te necesito

— Hijo...

— Lo necesito. — Mi voz quiebra.

— Hijo... por favor sal.

— Solo vete madre. Perdón, yo nunca quise acerté daño. Lo siento por ser un asco de persona.

— No lo eres Jungkook. Jamás lo fuiste y jamás lo serás.

— Te amo...

— No digas eso hijo.

— Te amo y siempre lo haré...

— Hijo sal por favor...

— Adiós mamá...

— Hij....

El disparó, un ruido espantosamente fuerte y doloroso

Mi dedo aprieta el gatillo. Todo se volvió más oscuro de lo que estaba. No siento nada. Lo único que siento es tranquilidad.

"I'm here"  |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora