Una carta de amor.

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Esa tarde un sobre había llegado a sus manos, tenía firma y destinatario, era una carta ¿una carta? quien enviaba eso... que extraño. Akashi le puso buena cara al asunto, se encerró en su habitación indicando que nadie debía molestarle. Abrió el sobre con un hermoso abre cartas que tenía en su escritorio. Dejó el sobre en el mueble, se sentó en la cama, y desplegando las hojas de papel comenzó su lectura. 

Para mi platónico: Akashi Seijuuro.

Akashi, te amo, y me duele, me duele demasiado.

¿Sabes por qué me duele amarte? Porque... tu dolor se vuelve mío, cala mi piel y lentamente pone mi corazón a llorar, la amargura sabe tan extraña, es parte de crecer, y aun así ¿tú conocías ese sabor, aun de niño? Ah, duele otra vez, solo imaginar a ese pequeño niño solo. No necesito adivinar, no necesito saber más... no se necesita ser un doctor para poder entender por lo que pasaste y aun así no puedo decirte "lo siento" apenas mi imaginación lo comprende. Y ahora, duele, duele tanto que me pone triste y confundido, ¿Cómo soportabas esto solo? ¿Cómo no te rendiste a la vida pese a tus cadenas? Supongo, eres demasiado fuerte para eso, o quizá el destino me dio la oportunidad de rescatarte justo a tiempo, eres como una pluma negra, tan liviana y suave, que, a pocos segundos de caer es rescatada por una mano ajena.

Me duele amarte Akashi, me duele hasta el fondo de mí ser, me quita el sueño y me deja en vela, destroza mis nervios y me hace temer, soy un miedoso, lo sabes... y sin embargo, ahora solo temo a una cosa: amarte tanto que yo pierda mi cordura. Puede que ya haya perdido mi poco razonamiento, y de todas formas... te amo. Quiero que tu dolor sea mío, quiero que tus lagrimas sean las mías, quiero que todo pesar en tu ser también se vuelva también mío, ya no tienes por qué estar solo o llorar en silencio.

¡Reverendo inútil que soy, al no poder borrar tu sufrimiento! Soy tonto, bobo, débil, despistado, ignorante, miedoso, torpe... pero, de todas formas, soy solo tuyo, como tú eres  mío. Tú y yo somos muchas cosas, Akashi. Somos humanos, somos conocidos, somos seres que habitan una misma tierra, que entre miles y miles y miles de posibilidades lograron conocerse, encontrarse, agradarse, gustarse. ¿No ves lo mágico del asunto? ¡Pudo ser quien sea! Millones de humanos, miles de lugares; idiomas diversos como las culturas mismas y aun así... nos conocimos, nos conocimos. Una vez que alguien se cruza así en tu camino, la suerte está echada, el hilo rojo del destino se conecta. ¿Cuántos hilos tendremos conectados? ¿Serán esos lazos los que nos sujetan a esta extraña tierra? Quizá sí, quizá por eso vivimos cada día, porque, los lazos nos mantienen, nos dan algo en que creer, algo para amar. Yo te amo a ti, ¿Cómo será nuestro hilo? ¿Corto? ¿Largo? ¿Será delgado o grueso? ¿Durará? Muchas preguntas y poco tiempo para respuestas.

Y aun así, acepto tu dolor, lo acepto con mi corazón, aun si me quita el sueño o me hace llorar, ¡con gusto derramaría mis lágrimas por ti! Porque te quiero, ¿sabes lo que es el amar? Yo creo que lo sabes, solo has intentado negarlo, olvidarlo, lo comprendo, ya no quieres sufrir, sin embargo yo sé que lo entiendes, alguna vez amaste a tu madre, debió ser una mujer encantadora, ella fue la hermosa persona que te trajo al mundo, y aun si suena arrogante, te trajo aquí, para que nacieras, para mí, para que fueras mío, para que yo te amara al conocerte. La primera impresión no fue la mejor, lo admito, pero... hubo un algo, un algo inexplicable que millones de hombres a través de sus vidas han intentado explicar, han intentado ponerlo en palabras. Ese algo ¿te imaginas que puede ser? Algunos dicen que es el ligero tintineo de tu corazón, como una alerta que te hace reaccionar, para que puedas entender a quién has encontrado, otros dicen que es una corazonada del destino y unos más... que es coincidencia. Si fuera una coincidencia... sería la mejor de toda mi vida.

¿Cuántos humanos se preocupan por encontrar el amor? ¿Cuántos se preocupan por encontrar sus almas gemelas? ¿Y sus medias naranjas? No dudo que muchos tengan mala suerte y sus almas gemelas vivan en otro lado, o hablen otro idioma, o solo les vean una sola vez y el destino decida separarlos. ¿Lo comprendes Akashi? ¿Comprendes que tan suertudos somos? Nos logramos encontrar, nos logramos conocerte... quizá no soy tu alma gemela, quizá no soy tu media naranja, quizá no soy el indicado para ti, pero... de lo que estoy seguro es de que te amo, te amo únicamente a ti, y si no soy lo indicado para ti, tú si lo eres para mí, yo podría vivir donde sea, hacer lo que fuera, mientras te tenga solo a ti.

Una carta de amor. [KNB YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora