Todo comenzó contigo (SUPERCORP)

Capítulo 7

Kara aplastó la falda del vestido, sorprendida de lo delgado y aireado que se sentía en ella.

Ella no había usado nada más que jeans viejos y camisetas durante los últimos años, por lo que se sentía muy extraño para ella usar un vestido. También se sentía terriblemente expuesta, como si todos vieran su área privada con solo la ligera separación de sus piernas. El escote también se hundió mucho más de lo que ella quería, la curva de sus pechos era visible en la V de su cuello que creaba el escote.

Hizo una pausa y se miró en el espejo de tocador, notando lo prolijo que estaba su cabello. Lo acarició con la mano, recordando cómo la Reina le había quitado los enredos con tanta facilidad. Miró hacia la puerta, sabiendo que la mujer alta estaba parada justo afuera. Suspirando silenciosamente, miró hacia la pared detrás de la cama, recordando la pistola que había escondido entre ella.

A pesar de que la Reina le dijo que no podía leer la mente, todavía estaba preocupada de que sus pensamientos o emociones estuvieran siendo escuchados de alguna manera. Así que rápidamente miró hacia otro lado y se dio la vuelta, mirando el par de sandalias negras que estaban sobre el tocador para ella. Se puso de pie, se los puso y se acomodó el pelo una vez más antes de dirigirse vacilante hacia la puerta.

La puerta se abrió antes de que ella pudiera tocar la manija y, por supuesto, allí estaba la Reina, sosteniendo la gran puerta de madera abierta para ella.

Kara hizo una pausa, mirando la expresión en blanco en el rostro de la Reina por un momento antes de mirar tímidamente hacia abajo y caminar más allá de la vampira y atravesar la puerta.

Mientras la niña pasaba, trajo una brisa con ella, y la cabeza de la Reina se volvió para observarla meticulosamente. Sintió que todos sus instintos le gritaban que simplemente agarrara a la chica y bebiera su sangre allí mismo, pero no podía hacer eso. Por primera vez en su vida eterna, no estaba segura de si iba a morderla si alguna vez podría tener la fuerza para alejarse. Y no era solo porque quería saborear su sangre, había algo en ella que la hacía querer saber más sobre ella. Estaba confundida en cuanto a por qué estaba intrigada por una humana inútil, pero quería quedarse con ella para que tal vez pudiera averiguarlo.

Cerrando brevemente los ojos mientras recuperaba la compostura, la Reina cerró la puerta y volvió a abrir los ojos para ver a la niña mirándola nerviosamente. Sus ojos se posaron de inmediato en el escote de la chica que estaba tan expuesto en ese vestido, y tragó saliva antes de volver a mirar a la chica. — Ven por aquí —, dijo en un tono algo tenso, desviando la mirada hacia adelante y comenzando a caminar por el pasillo.

Kara se detuvo al contemplar por qué la Reina la había mirado de arriba abajo de esa manera y parecía tan molesta. Luego registró su orden y trotó un poco para alcanzar el ritmo rápido.

Caminaron en silencio por el pasillo, las cejas de la reina se arrugaron por todos sus problemas internos, y los ojos de Kara dirigieron cautelosamente miradas hacia la mujer ciertamente hermosa que caminaba un poco por delante de ella debido a sus largas piernas. Admiró la forma en que su cabello castaño caía en cascada por su espalda, tan brillante que reflejaba los candelabros del techo.

— Debo decir que mi curiosidad es máxima —, comenzó de repente la Reina, volviendo la cara hacia un lado y mirando a la niña por el rabillo del ojo. — Lo cual es raro —. Volvió la cara hacia atrás sin perder un paso.

La niña parpadeó, empujando su cabello detrás de su oreja. Por mucho que lo odiara, era difícil mantener su fachada de valentía ante una persona tan autoritaria, y mucho menos ante una que era un vampiro. — ¿Por qué? —

La morena reflexionó por un momento, por primera vez encontrándose incapaz de articularse. Este no fue el comportamiento de un líder poderoso. Así que rápidamente cambió de tema. — Winn te quiere un poco, ¿verdad?