Capítulo 2: Exactamente .... ¿Qué soy yo?

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Betz y Joss llevaban media hora tratando de encontrar a Alex por todos lados, pero no habían tenido éxito. Después de que su amiga escapara habían salido corriendo al camino para ver si lograban verla. Habrían podido entrar al bosque para buscarla, pero siendo sinceras este ya no era un lugar que les agradara mucho después del ataque.

-- ¿Ahora qué vamos a hacer?-- preguntó Betz con tono preocupado, muuuy preocupado.

--Por primera vez en la vida no tengo ni idea-- Contestó Joss con nerviosismo-- No sé a dónde pudo haber ido.

-- ¡Acabo de recordar!-- Gritó Betz, haciendo que su amiga se sobresaltara-- Tienes el libro que nos dieron los cazadores, ahí debe de haber algo que nos ayude-- Terminó con un aire triunfal.

--Tienes toda la razón, ¿cómo no lo pensé antes? En momentos como este dudo de mi inteligencia-- Dijo Joss mientras sacaba el libro de una mochila que llevaba.

Ambas chicas decidieron sentarse a la orilla del camino. Comenzaron a hojear el libro mientras leían los encabezados.

-- Fisonomía del hombre lobo, Efectos de la luna llena, Maneras de convertirse, La manada. Aquí no viene nada-- Dijo Joss enfadada mientras pasaba las páginas.

--¡Espera! Regresa dos hojas. Ahí está: Comportamiento habitual. Eso debería servirnos, ¿no?-- dijo Betz mientras miraba a su amiga.

--Tiene sentido- Contestó Joss comenzando a leer.

En ese momento Betz sintió un escalofrío, una vez más algo andaba mal. Tenía la misma sensación de aquella noche del ataque. Intentó no ponerse nerviosa, pero era muy tarde, el corazón le latía descontroladamente y miró a su amiga.

-- Joss...-- Dijo casi en un susurro-- Tengo el mal presentimiento de que alguien nos observa por detrás--

Ambas chicas voltearon la cabeza y vieron dos puntos azules que provenían de las profundidades del bosque. Se levantaron lentamente sin dejar de mirar y se tomaron del brazo.

--No de nuevo-- Dijo Betz con la voz ahogada. Parecía que la chica estaba apunto de llorar.

--Y yo que pensé que esto se acabaría pronto-- ironizó Joss mientras se pegaba más a su amiga.

Poco a poco los ojos se hicieron más grandes, indicando que la persona que los poseía se acercaba. De pronto la figura de un hombre apareció, justo como la última vez: colmillos afilados, garras enormes y ojos brillantes. La única diferencia estaba obviamente en el color de ojos. La figura se acercó más a las chicas.

--Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?-- dijo el hombre mientras sonreía divertido-- Parece que tenemos a dos tiernas niñas perdidas.--

Los ojos del hombre inspeccionaron la cara de las dos amigas. Una de ellas tenía una mueca de horror y su corazón estaba como loco. La otra chica estaba igual de asustada, pero tenía el ceño fruncido y una expresión desafiante. El hombre siguió examinando a las chicas, hasta que paró en un punto: la chica con mirada de pocos amigos llevaba un libro en la mano izquierda, un libro que reconocería donde fuera.

--Cazadores-- Sentenció el hombre.

Joss volteó a ver el libro y regresó después la mirada al hombre. Este último ahora tenía un semblante serio, con un odio profundo reflejado en los ojos.

--Ustedes malditos canallas-- La voz del hombre salió gruesa y profunda-- Van a pagar todo lo que han hecho--

El hombre tomó impulso, y ambas chicas pensaron que estaban perdidas. Justo en eso se escuchó un disparo y el hombre terminó en el suelo chillando de dolor. Por el lado derecho venía el grupo de cazadores junto con Alex, quien parecía realmente molesta. Mientras se acercaban a las chicas apareció de la nada otro hombre lobo, que se lanzó contra uno de los cazadores.

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