No quiero mucho por Navidad
sólo hay una cosa que necesite
no pienso en los regalos
debajo del árbol de navidad.
Sólo te quiero a ti para mi
más de lo que tú puedes creer,
haz mi sueño realidad...
todo lo que quiero por Navidad eres tú.
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Atsushi PM - Broken
La época que se supone que es de felicidad, paz y amor donde todos pueden convivir con amigos y familiares, para él era una de las peores fechas que pueden llegar.
Cuando estaba en el orfanato apenas llegaban las primeras nevadas lo ponían a limpiar las ventanas y las afueras del orfanato sin ningún tipo de abrigo frente al frío, cuando Ace lo compró sus inviernos no cambiaron mucho, pero tenían cambios significativos para peor, limpiaba todo el bar los días que le correspondía junto con las cabinas privadas para limpiar los desastres de la noche anterior y por las noches se ponía esos trajes de fantasía por petición de los clientes porque así pagaban más y Ace no se enojaba tanto.
Cuando llegó a ser líder de asalto en la Port Mafia nunca le tomaron importancia a eso, podría decirse que su situación mejoró un poco, curiosamente el líder de la organización tiene la extraña costumbre celebrar aquella festividad llamada "Navidad" haciendo un banquete donde participaban todos los miembros de la organización, solo asistía a esa reunión por las exigencias de su amo. Pero generalmente cometía algún crimen insignificante o dejaba que los policías lo atraparan cuando hacía "actividades indecentes" para que lo dejaran encerrado mientras pasaban las fiestas, aunque después su amo lo castigara.
Y ahí es donde se encuentra ahora, su celda personal. Tenía que admitir que hasta los guardias de la prisión son algo amables por no darle su celda a nadie más y también tenía un pabellón para él solo.
Ahora estaba ahí en su catre con ese uniforme naranja de prisión leyendo completamente tranquilo un buen libro, después se puso a rebotar una pequeña pelota contra la pared. Se sentía muy bien, pero ahora se sentía un poco mal por estar todo el tiempo solo.
No se dio cuenta de que ya no estaba solo en su hermosa celda, sino que tenía una pequeña visita.
Su cuerpo se estremeció de forma horrible al escuchar un pequeño chillido, volteó la cara para encontrar el origen y se puso pálido del miedo al ver una pequeña rata con una hojita ofreciéndosela como regalo. Soltó un grito agudo de mala película de terror y como un gato asustado usó las garras del tigre para abrazarse al techo quedando pensado ahí.
La rata solo hizo una seña con la patita de saludo, al verla con un uniforme de la prisión supo de quien se trataba.
―¿Sebastian? –preguntó Atsushi aun con miedo.
Escuchó entonces risas traviesas y se bajó del techo aun manteniendo sus distancias de la rata para ver a la persona que se estaba riendo y ahí vio a una muchacha de cabello corto y sucio que también vestía el uniforme de la prisión. Ella le hizo a su rata una señal con la mano para que se subiera a su hombro y así lo hizo.
―¡Cleo! –reprochó Atsushi.
La muchacha llamada Cleo dejó de reírse para después ver con una sonrisa a su hermano mayor.
