La muchacha se escondía detrás de el pilar observando al segundo príncipe entrenar, cada día era lo mismo.Ya que era la fanática secreta de aquel rubio, el cual nisiquiera sabía de su mera existencia o almenos eso aparentaba. Suspiraba como toda una enamorada y el brillo en sus ojos anhelando salir de su escondite e ir a hablar con el, su nombre era Emilie Venere de Fiore una chica noble tercer hija del Duque de Fiore y la Marquesa Venere.
Ojos morados, piel blanquecina y un hermoso cabello blanco, siempre acompañado de esa cálida sonrisa característica de Emilie.
- Señorita Fiore- la sirvienta la llamo en un susurro.
- Ya voy- se dió la vuelta mirándola.- Creo que es hora de irnos.
Era la última vez que estaría en la capital, su padre el cual comandaba las fronteras y su madre quien era una comerciante potencial entre los países vecinos debían volver para comenzar su trabajo.
- ¿Está todo listo para partir?- la sirvienta asintió- Sería lindo conocer las raíces de nuestra familia.
En el fondo quería oponerse a la idea y mantenerse en el lugar pero no podía ir en contra, aquí era solo una chica risueña y si su familia partía solo se quedaría enfrentando todo.
- No soy tan fuerte- volteó suspirando- Vamos.
Sus tacones resonaron.
...
El rubio tiro la espada al suelo tomando un descanso de su entrenamiento, miro a los jardines. Se encontraba extrañado, aquella mujer no estaba mirando lo como una acosadora.
En la lógica del rubio la peliblanca debía de ir asta el y hablarle, todos los días esperaba que ella se animara.
Pero nunca pasaba y ahora mismo no estaba.
- Se cansó.
- Su alteza- miro a su compañero, el pelirrojo camino a prisa mientras alzaba la mano- ¿Cómo le ha ido?
- ¿Hiciste lo que te pedí?- el pelirrojo asintió sacando el libro y entregándose lo.
- Su nombre es Emilie- reviso las páginas- del Ducado de Fiore unido al marquesado Venere, la tercera hija del matrimonio.
- ¿Sabes que paso con ella?
- La familia se mudará nuevamente a las fronteras del norte, así que será difícil para ella volver, de echo me e cruzado con la señorita hace unos momentos- bajo la cabeza sonrojado- me sonrió, es como un ángel.
- ¿Cuando se irán?- le entrego los archivos.
- Hoy mismo.
Ambos se miraron.
- Es una lastima su...
El rubio corrió a toda velocidad.
O claro que no lo dejaría sin tener la oportunidad de escuchar la voz de esa acosadora. Los pasillos parecían más largos de lo normal, paso de largo asta llegar a la entrada donde Emilie esperaba el carruaje.
Jadeo y camino a ella.
- Hey tú acosadora- ambos se miraron sorprendidos.
- Su alteza- su cara se puso roja, pero rápidamente reverencio- lamento ser descortés, saludo al segundo príncipe de Obelia gloria y prosperidad.
- Tú- la señaló- ¿Porque nunca te has acercado a hablarme? Nisiquiera se tú nombre
"Mientes" susurro el subconciente del rubio.
- Mi nombre es Emilie Venere de Fiore- sonrió, era tan cálida.
- ¿Te vas?- miro detrás de ella, el carruaje y los sirvientes los miraban atentos.
- Lo haré su alteza- reverencio.
- Llamen al Duque de Fiore, Emilie ven aquí- parpadeó algunas veces antes de captar.
- Si su alteza.
...
Ambos se veían, una mirada neutra contra la mirada brillante y dulce de la peliblanca.
- Jamás me atreví a hablarle, estaría segura de que me rechazaría como a aquellas jóvenes- lucía nerviosa.
- Me pareses interesante- bebió de su té.- Al principio pensé que eras una espía.
- ¿Yo?- rió levemente- No tengo ningún talento para la actividad física ni mucho menos para disimular, pero gracias por pensar que sería alguna espía.
- Pensaba en matarte.
- Creo que no lo haría- bajo la mirada- Su alteza no mataría a gente inocente.
- ¿Cómo estás tan segura de eso?
- Su carácter y la nobleza en su corazón.- el Duque entro rápidamente agitado, miro a ambos jóvenes pero eso no quitaba ese sentimiento.
- Saludos al segundo príncipe- reverencio.
- Padre- se levantó y camino a él preocupada- Te vez mal ¿Sientes algún malestar?
- Estoy bien- la tomo de los hombros- ¿Tú estás bien?
Inspeccionó su cuerpo, no tenía ni un solo rasguño; Estaba aliviado de que su pequeña estuviera bien.
- Escuché que su familia se marchara asta las fronteras del norte- puso detrás a su hija
- Así es su alteza, partiremos justo ahora. ¿Mi hija le a causado algún problema?- Emilie miro a su progenitor.
- Su hija me parece demasiado interesante- se levantó- Siempre me observaba en mis entrenamientos todos los días, resultaría un tanto incómodo pero la curiosidad despertó en mi.
- ¿Es eso así Emilie?- la miro.
- si padre- su labio tembló- lo siento nuevamente alteza, perdóneme por invadir su privacidad de ahora en adelante ya no volverá a suceder.- ¿Podemos hacer algo para remediarlo su alteza?
- No busco una compensación por eso- sonrió levemente- Aunque si pediré una cosa, veo algo en Emilie y me gustaría que fuera mi ayudante en algunas cosas.
- ¿Que tipos de cosas?- no dejaba de estar alerta.
Miro un momento a ambos, ¿Estaba seguro de que eran padre e hija?
Cabello negro y ojos azules, cara seria y dura sin ningún sentimiento; La otra más pequeña y llena de expresiones inocentes.
- Somos padre e hija su alteza no debe de tener aquellas dudas absurdas.
- Padre- lo tomo del brazo.
- Todo miembro de la realeza que esté en la línea de sucesión a la corona tiene permitido saber que el Ducado de Fiore cuenta con magia- acaricio su cabeza- Sin embargo esto solo será para su alteza, el actual heredero jamás deberá de saber ninguna palabra ¿Oyeron ambos?
- No me conviene que lo sepa- Emilie lo miro- Permita que su hija este a mi lado, es hora de que alguien sensato pueda ser mi ayudante.
- ¿Podría dejarnos a solas un solo momento?
- Está bien.
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Emilie
FanfictionLa pequeña flor silvestre, tan delicada y hermosa; Inocente y llena de magia propia. ... - Estoy feliz de estar al lado de su majestad- sonrió mientras miraba al cielo