Capítulo 12

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25 de Diciembre. (Parte 1)

— ¿Lluvia de confesiones? ¿Qué es eso?

Me encojo de hombros. — Ya sabes, para confesarnos cosas. Como una lluvia de ideas... pero con confesiones.

Stiles se gira sobre su almohada para verme mejor — ¿Qué quieres que te confiese?

Cuando lo dice de esa manera, casi suena como si yo quisiera saber todos sus secretos. Como si quisiera una confesión de él sobre mí, o algo así. Y no es el caso, sólo creo que podría ser divertido. Yo lo hago a menudo con la gente que empiezo a conocer.

— Lo que sea — le dije, queriendo explicarlo mejor — Sólo son tonterías, así es como suele funcionar. Confesamos pensamientos estúpidos al azar sólo por diversión.

Pensé que tardaría más en aceptar, pero se echa hacia atrás enseguida. Y desliza un brazo detrás de su cabeza. — Muy bien... empieza tú.

Me lo pienso un segundo, no suelen venirme a la cabeza tan rápido. Pero suelto la primera tontería que se me ocurre. — Creo que la chica con la que me engañó mi ex novio es más linda que yo.

Él frunce el ceño al verme. — No pienses en eso.

Asiento con la cabeza. — Esa es la cuestión, ahora lo estás entendiendo — le dije — Te toca a ti.

Él también lo piensa durante unos segundos, luego inclina la cabeza y me mira. — Te vi cuando estabas entrando en el cementerio antes de que habláramos. Al principio, pensé que eras una persona normal, tal vez de visita, pero luego te oí poner cosas en el suelo y pensé que estabas borracha. Cuando le hablaste a la lápida de mi madre pensé que estabas loca. Pero luego, cuando me fui, volví a pensar que eras una persona normal.

Me hace reír y me echo hacia atrás. — Vaya. Esos fueron muchos pensamientos al mismo tiempo — digo y él asiente, como dándole la razón. Quizá por eso cambia de humor tan repentinamente, porque cambia de pensamientos de la misma forma. Y yo sigo mirándolo. — ¿Y qué piensas ahora?

— Creo que estás bien.

Qué profundo.

— Oh, gracias. Voy a tomar eso como un cumplido.

Se encoge de hombros. — De acuerdo.

Pero entonces una idea viene dentro de mi cabeza. Acaba de decir que me vio cuando entré — ¿Pudiste verme? — pregunté — Es decir, ¿viste mi cara esa noche?

Sacudió la cabeza. — No. Creo que sólo vi que eras pelirroja y muy pequeña.

Lo miro fijamente. No es pelirrojo. — Ginny Weasley es pelirroja. Mi pelo es rubio fresa.

— Anotado — dice — ¿Por qué preguntas eso?

Suspiré. Pensando si debía decirlo o no... pero de eso se trata el tiempo de confesión. Y todavía me lo estaba preguntando.

— Esa es mi próxima confesión — comencé — Pensé que estabas siendo tan amable conmigo sólo porque querías un polvo... o algo así.

No parece sorprendido, pero aún así hace la pregunta. — ¿En serio?

— Sí — curvé mis labios. — No te lo tomes como algo personal, tú eras un total desconocido diciéndome que vive en un motel.

Él asiente, como si lo entendiera perfectamente. Lo que me alivia. Entonces se gira un poco más y sus ojos se encuentran con los míos. — ¿Mi turno?

— Adelante.

— ¿Recuerdas lo que me preguntaste anoche?

— ¿Sobre qué...? — estaba un poco perdida, porque yo siempre pregunto muchas cosas.

Motel California - StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora