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Nunca fue difícil, simplemente tenían miedo

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Nunca fue difícil, simplemente tenían miedo.
Todos lo tienen y no podemos culparlos, el miedo es incluso un sentimiento más grande que el amor en cierto punto.
Por eso debía ser enfrentado, porque al fin eran valientes y podían expresarse.

Jungkook pensaba en eso mientras miraba por la ventana, como poco a poco dejaban la ciudad y entraban a una gran carretera donde la nieve era lo más llamativo.
Tae tenía los ojos cerrados, el viaje sería largo y debía descansar para estar bien para su examen.

Por otro lado la señora Jung conducía con su copiloto estrella; Hoseok.

Yoongi también estaba ahí, luego de una maravillosa dónde estuvo tan tranquilo.

El camino fue muy corto para el, estaba nervioso y ansioso. Hoy se acabaría todo.
Algo que quería que acabará desde antes, ahora lo dudaba.

— Tomaremos el desayuno y luego iremos a KEIST.— se estacionaron y bajaron.

Tae miraba su celular, le había mentido otra vez a su mamá y no estaba bien, pero realmente no quería que supiera la tontería que habían hecho sus amigos.
Quería seguir atado a Jungkook al menos una noche más.

Una dónde se abrazaron, por primera vez entonces sintió que Jungkook se esforzaba, aunque a veces se miraba incómodo el trataba de hacerlo reír y que olvidará todo.

— Iré al baño.— Tae se levantó junto a Jungkook y este le siguió sin prisas.

Estando ahí dentro ambos se vieron y soltaron una pequeña risita tonta. Era la parte graciosa del día; ir al baño.

— Bueno... Ve.— Jungkook se volteo y tapo sus ojos con la mano libre, era divertido. — Solo... Hazlo, no estoy viendo. — Tae con dificultad bajo el cierre de su pantalón y un sonido nada extraño se escuchó.

— Sigue siendo incómodo.— Comentó.

— Cielos ¿Bebiste acaso tres litros de agua? — Indagó el menor al darse cuenta que aquel chorrillo no se detenía.

— Casi no he hecho ¿Acaso no notas que te tengo atado a mi?

— Somos chicos, deberíamos tener confianza. — le explicó en un susurro, cosa que fue bastante graciosa para Tae.

— No ese tipo de confianza.—

— Bien ¿Acabaste?

— Si.

Nuevamente con costo de subió el cierre y caminaron al lavabo.
Ambos sentían lo mismo, esa sensación de que pronto acabaría.
Taehyung supo disfrutar a Jungkook pero no sé podía decir lo mismo en viceversa.
La mirada baja del menos se lo decía todo.

En serio iba a extrañarlo.

— El tráfico no es tan pesado a esta hora

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— El tráfico no es tan pesado a esta hora.— comento la mamá de Hoseok luego de estacionarse. — Bien, hay que bajar, tu padre pronto estará aquí.— le dijo a Hoseok, este asintió y todos nuevamente bajaron del auto.

— El día llegó, parece que hubiera sido ayer.—

— Prácticamente si.

— Yoongi no hables.

Jungkook suspiro.— Supongo que suerte.— sonrió para Tae. — Tendrás un excelente examen.

— Jungkook no tienes que fingir que estás feliz.

Y eso lo tomo por sorpresa.

— Estoy feliz por ti, mucho. Pero creo que te extrañare.— Tanto Yoongi como Hoseok abrieron la boca, nunca creyeron oír eso de el.

— Espera. — Yoongi se metió. — Luego de dos días donde literalmente lo trataste terrible ¿Ahora dices que lo extrañarás?

— Si.

— Nos cambiaste a Jungkook. — Hoseok se quejo. — Lograste lo que no pudimos.

— Si, bien hecho.— Min le dio unas palmadas a  Tae y este río.

— No hablen como si no estuviera aquí.

— Fue un placer estar con Jungkook.— contesto el azabache ignorandolo. — Lo voy a extrañar también.

Y antes de que pudiera decir algo, se escuchó la voz de alguien detrás.

¡Tenemos las llaves!

Era el final.

Era el final

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𝑬𝑺𝑷𝑶𝑺𝑨𝑫𝑶𝑺 -- 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤 ✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora