•Una infidelidad.
•Un matrimonio arreglado.
•Un desconocido.
•Una casualidad.
•Un amor prohibido.
"Son los caminos para llegar a la avenida desastre."
Bryce una chica hermosa e inteligente, que lo tenía todo para ser feliz, una noche descubre la inf...
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Decisiones ~.~.~.~.~.~.~
Necesitaba saber cómo era posible que cinco simples letras cambiaran mi mundo. Quería saber cómo era posible que dos palabras tan cortas, me hicieran temblar de pies a cabeza. Cómo era que me tenían al borde de un paro cardíaco, porqué me estaban haciendo la mujer más feliz de mundo y la más desdichada al mismo tiempo.
Un te amo, puede cambiar tu mundo en un instante. Eso estaba haciendo. Lo peor de todo es que yo también acababa de darme cuenta que lo ama, llevaba semanas preguntándome que era esto que me obligaba a mantenerme a su lado, este sentimiento de añoranza, está necesidad de amanecer juntos y perderme en sus fríos ojos azules. Este deseo de cambiar mi vida, mis decisiones, mi futuro, quería cambiar todo por quedarme a su lado. Ahora lo sé, ahora se que todo lo que siento por él se reduce a una palabra "Amor".
—No te cases —susurro Zeke sobre mis labios, la súplica me dolió, podía notar en su voz la desesperación y el anhelo en esa frase. —Por favor, quédate conmigo.
Quería hablar, quería decirle que yo también acababa de darme cuenta de que lo amaba, pero las palabras se quedaron atoradas en mi garganta cuando su boca secuestró la mía. El beso era fuerte, arrebatador, perturbador, demoledor, sabía a esperanza, futuro, deseo.
Mi mente intentaba procesar cada una de las cosas que estaban sucediendo, pero mi cuerpo respondía a sus caricias sin desperdiciar un segundo. Siempre fue así, desde la primera vez que sus manos me tocaron, era como si mi cuerpo, mi alma y mi corazón lo reconocieran.
Mientras nos besábamos, me di cuenta que Zeke lograba lo que nunca antes nadie pudo. Lograba que fuera temeraria, fuerte, valiente, pero sobretodo me hacía olvidar. No pensaba en las consecuencias de mis actos, no tenia miedo y hace mucho tiempo que había tomado esta decisión sólo tenía que aceptarla.
Me quedaría con Zeke, dejaría todo. Me enfrentaría a mi familia, a la prensa, a mi padre, a Eric. Lo haría.
Sus brazos me rodeaban la cintura y lo agradecía, porque estaba a nada de desmayar. Todo esto resultaba tan excitante que me sorprendía que mis piernas lograran mantener mi peso. Mis dedos picaban por enredarse entre su cabello. Su lengua danzaba con la mía en un movimiento seductor, haciéndome perder la cordura, no importaba que mis pulmones no tuvieran aire, porque al final lo tenía a él. Zeke me apretaba contra su cuerpo mientras sus manos delineaban cada curva de mi cintura.
Después de no sé cuánto tiempo, a regañadientes se separó de mi boca, tirando de mi labio inferior entre sus dientes. Me perdí en sus ojos cuando abrí los míos, y estaba encantada con eso —¿Te quedarás conmigo?
Podía ver la incertidumbre en sus pupilas, me obligué a mantener mi rostro sereno —Yo —dije intentando que mi voz sonara firme.
