♥️ ESPECIAL DE NAVIDAD 🎄
CINCO AÑOS ATRÁS – 24 DE DICIEMBRE DEL 2013
KATIE ANDERSON
Mi cumpleaños... en un día cumpliré trece años. Y mi emoción es nula, muy mínima.
Ya ni navidad me generaba esa felicidad de hace unos años.
Y era inevitable todos los años obviar ese recuerdo...
—Mamá, ¿puedo bajar a ver las luces de navidad?, ¡estará Santa! —chillé con emoción.
—No, no puedes. Y no quiero que vayas. Además, Santa Claus no existe; simplemente es un cuento para niños —no entendía el enojo de mi madre, y tampoco por qué soltó esas cosas...
—P-pero ¿Qué?, ¿Por qué? —mis ojos se llenaron lentamente de lágrimas gruesas.
—Ach, ya no llores, serás malcriada. Esta noche, te quedarás en casa. No vas a salir hasta que yo lo diga. Ve a tu habitación, mamá no se siente bien —me ordenó con aquella maldad en sus ojos que a esa edad no comprendía.
Me sentía mal al pasar nochebuena sola, esa noche y la siguiente no pude dormir nada. Mucho menos me atreví a preguntar dónde se encontraba papá.
Al siguiente día, navidad, para mí no lo fue. Los regalos estaban debajo del pino, no había rastro de alegría en mi semblante, y aunque solo era una niña de siete años, era muy infeliz. Mis padres siempre trataban de arruinarme todo.
A pesar de que tenía una que otra amistad de infancia, mi alrededor era aburrido, atosigante. Nunca supe que era sentirse libre.
Sacudí mi cabeza alejando todo pensamiento o mal recuerdo que danzara por mi memoria.
Mis cumpleaños eran peores, y aunque venían la mitad de mis compañeros, era inútil porque mamá no nos dejaba jugar, ni correr por el jardín, tampoco jugar a las escondidas... Siempre quise una mascota, pero nunca la obtuve porque a ellos les daba asco. Así que, según sería un estorbo.
Trece años, es el número de años que tengo sin saber cuál fue el propósito de nacer en esta familia, si nunca había estado cómoda con ellos. Son lo único que tengo; mis abuelos fallecieron mucho antes de mi existencia, mis tíos... ¿tengo tíos?, y amigos... solo el par de rubios. Mi único escape entre tanto caos.
A veces pienso... ¿Qué será de mí doce años más tarde? ¿Seré feliz?, ¿tendré al menos una familia?
Pero, mi mente es tan desastrosa que solo imagino lo peor.
Sin caer en cuenta, por mi mejilla se deslizaron varias lágrimas, sollocé en silencio y con cuidado me levanté con pesadez del rincón de mi enorme habitación para acunarme en mi cama.
Me puse en posición fetal intentando no hacer ruido y alarmar a alguien, pero lo dudo con aquel bullicio afuera y que claramente a nadie le importa cómo me siento ahora.
Sentí un ligero escalofrío cuando el chillido de la puerta sonó indicándome que alguien acababa de pasar.
Mi madre...
—¿Otra vez llorando? —al notar que no respondí a su pregunta bufó con sarcasmo—, vamos levántate, los organizadores de la fiesta están esperando y quiero que estés presente. Deja las niñerías por Dios, ya estas grande para esos dramas. Y cuando bajes, por favor lávate la cara; sino, parecerás una pasa mañana.
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Mi vida, mis reglas ©
Novela Juvenil‹‹ "Sé que voy a quererte sin preguntas, sé que vas a quererme sin respuestas"›› -Mario Benedetti. A Katie Anderson, la vida no le sonreía y para ser sinceros, realmente mucho menos a Lucas. Ambos eran tan distintos, pero a la vez tan parecidos que...