Agosto llega como un huésped imprevisto. Con la llegada del octavo mes del año, se suman setenta páginas avanzadas de mi proyecto y como es de esperarse, mi progreso en las clases de chino es notable. Xiaochen me recomienda adquirir unos cuantos libros de la biblioteca para repasar mi pronunciación y mi comprensión. Me paso examinando las novelas el rato libre que me queda de la mañana.
Antes de cerrar mi bolso y encajar las llaves en la perilla de la puerta, me aseguro de dejarle a Wasabi comida, al menos la necesaria para antes de que Hinami regrese a casa. Mi profesora cuida de su gato como si este fuera su hijo.
Recorro la acera solitaria. Este pedacito de la ciudad parece estar vacío. Los finos rayos del sol penetran a través de las nubes despejadas mientras escucho a unos cuantos pájaros cantar animados, como cada mañana. El parque no está lleno de niños como en otras ocasiones; no hay ruido, solo tranquilidad.
La casa está frente a mi, luciendo como de costumbre. Las plantas en la ventana parecen haber duplicado su tamaño desde la última vez que la visité y unas cuantas flores lilas brotaron del árbol que rodea la sencilla construcción. Presiono un par de veces los nudillos en la madera de la puerta, aguardando por una respuesta. Posteriormente desgasto mis uñas en el teclado de mi celular, escribiendo un mensaje para Yuta, dónde le explico el motivo de mi ausencia del día de hoy en el mismo electrónico y la razón por la cual no voy a poder contestar sus mensajes.
Alguien manipula el picaporte desde el otro lado y me veo obligada a guardar el aparato en el bolsillo del costado de mi mochila. Es Saori quién me abre. Parece apresurada y apenas tiene un segundo para regalarme una sonrisa y una reverencia a medias.
ㅡNanami, qué bueno que llegasteㅡChilla ella, cediéndome el paso al interior del inmuebleㅡ¿Sabes cuánto tiempo me queda para irme? Diez minutos, pero los voy a aprovechar de la mejor manera posible para explicarte qué es lo que debes de hacer. Adelante, puedes tomar asiento dónde quieras.
El piso está lleno de juguetes, crayolas y hojas. No está tan limpio como de costumbre y me pregunto si la señora Marina ha venido a visitarlas recientemente. Mi vecina bufa y se deja caer sobre el respaldo del sofá frente a mí, colocándose los tacones con torpeza.
ㅡLo sé, la casa está asquerosa. Qué pena contigo, Nana, juro que no he tenido tiempo para nada. Pero descuida, mi abuela vendrá en una hora para ayudarte a limpiarㅡSuspira aliviada cuando por fin puede abrocharse los zapatosㅡRealmente no quiero que hagas mucho, con que la ayudes a asearse, le cocines y juegues con ella me conformo. Minako es una niña muy activa, tiene demasiada energía y requiere de mucha atención. Eres de mi absoluta confianza y sé que te encantan los niños. Mi hija no come más de cuatro veces al día y procura no darle demasiada gaseosa o no dormirá nada en la nocheㅡDe la mesa del centro coge un papel para escribir una serie de números en esteㅡSi tienes algún problema con ella, puedes llamar a este número, es de la oficina.
ㅡCuenta con ello, SaoriㅡLe sonrío, guardando el papelito en mi abrigoㅡPuedes irte tranquila, cuidaré de Min como si fuera mi hija.
La castaña asiente, enternecida.
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arôme de rose » nakamoto yuta, lee jeno
Fanfic❝Tu aroma se disipó en el aire, tus mentiras ahora solo son ecos que resuenan en mis oídos, y las huellas de tus dedos, lejos de yacer simplemente en mi piel, ahora solo se aferran con fuerza, quemándome.❞ S E G U N D O L I B R O Kita Nanami ya n...