LA MAFIA

14. CAPÍTULO

CAPITULO 14.

Karina.

Al llegar a las oficinas policiales, fui muy bien recibida.

Pase mi día recibiendo instrucciones y presentadome, cuando recibimos un llamado de una balacera.

Al llegar vi cinta perimetral rodear una gran casa.

-¿qué sucedió? -preguntó la oficial a cargo de enseñarme.

-fue un ataque-respondió el perito quitándose los guantes -fueron en total cincuenta y ocho balas, fue al rededor de las seis treinta de la tarde, fue con un arma desconocida hasta el momento.

Le entregó una bala en una bolsa ziploc y ella me la entregó a mi.

-gracias por la información-se despidió y se acercó a mi -puede que el combate fue entre bandos enemigos, pero por la trayectoria de las balas que solo fueron a una dirección así que supongo que solo un bando disparo.

-todavía no hay rastro, ¿verdad? -le pregunté.

-no todavía no, pero tenemos que encontrar algo, esto no puede ser un crimen perfecto-se alejo de mi y yo me apresure a subirme al carro.

Agarre mi teléfono de la guantera, teclee el numero de Anastacia, pasaron unos segundos cuando contesto.

-bueno -contesto del otro lado de la línea.

-hace dos días, ¿qué hiciste?

-pues... Nada.

Le colgué a Anastasia, y vi como la oficial festejaba, al bajarme del carro escuche algo que no quería.

-ya encontramos una pista en toda esta área hay cámaras, todo será pan comido.

-excelente, es una idea fantástica -le dije.

-claro que lo es,pero vamos a la oficina.

-vamos, ¿se quedará toda la noche a trabajar? .

-Claro que no, la información me llegará y mañana sigo con mi trabajo.

-entiendo, entonces nos vamos.

Al subir al carro pude ver diversas cámaras en diferentes ángulos... Al llegar a la oficina la oficial se despidió de mí para irse a su casa.

Subí rápidamente a la oficina, cuando llegue a su despacho en la computadora marcaba la llegada de un correo.

Sentía mis manos temblorosas y el sudor bajar por mi frente.

-Dios-exclame nerviosa.

-nombrar a Dios es una falta de respeto.

Cuando escuche esa voz saque mi arma de mi cinturón y le apunte.

-baja tu pistola, yo soy de los tuyos -dijo tomando aciento.

-¿quién eres? -pregunté dejándole de apuntar.

-soy Francisco, pero me conocen como fran y estoy aquí para ayudarte.

-¿ayudarme?,¿qué sabes hacer?

-muchas cosas -dijo dándome una sonrisa -pero bueno sino necesitas mi ayuda me voy -se dirigió a la puerta.

-te voy a creer, has lo que tengas que hacer.

Me dio una sonrisa y se sentó frente a la computadora, tecleo una clave y le salieron las grabaciones de las cámaras de seguridad.

-ves es sumamente fácil, pero ¿qué día fue?

-hace dos días, alrededor de las seis treinta de la tarde.

Cuando regresó las grabaciones, sólo se veía un carro en marcha, estaba tranquila hasta que apareció Anastacia, era una clara imagen de su cara.