𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐈𝐈: Secretos y más secretos

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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐈𝐈: Secretos y más secretos

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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐈𝐈: Secretos y más secretos


El murmuro de sus bocas silenciado por tan fogoso beso, el choque rítmico de sus cuerpos y los deliciosos gemidos que logran escapar de ellos; deben ser silenciosos pero tal parece que sus encuentros se han vuelto más necesarios, más profundos.

—Shi-Shisui... —logra articular cada que siente el miembro de él adentrarse más profundo, con menos pudor. La quiere enloquecer.

Él ríe con sorna.

—Shhh... —silencia mientras calla con sus besos aquel gemido que parece querer hacerlo perder la cordura. Si es que queda un poco de ella.

Sus labios descienden por el nivel cuello de ella, donde puede encontrar nuevamente sus propias marcas. Remarcándolas una y otra vez, casi obsesionado con mostrarlas, para que todos supieran que ella es suya; de nadie más.

—Debemos dejar el reporte —las palabras de Ino apenas y son audibles, sus labios se encuentran bastante ocupados mordiendo el hombro del Uchiha.

—Tenemos tiempo —susurra con una divertida mueca, le gusta tenerla a su merced. Que toda ella se estremezca cuando lo siente entrar y salir como un desquiciado.

Su boca desciende hasta encontrarse con sus pechos que se mueven arriba y abajo gracias a sus erráticos movimientos. Shisui lame como su fuese un dulce aquellos botones exigentes de atención, los muerde sin despegar la vista de ella; Ino lo observa con su mirada nublada debido al placer que solo él le da. Ino mueve su cadera con más fuerza, estimulándose a ella misma y a él.

Shisui muerde con fuerza su cuello, dejando una marca. Ino se retuerce.

Es suya.

Aumenta las embestidas cada que ella gime en su oído y comienza con un estimulante masaje a sus botones ya extasiados.

No sabe de dónde saca aquellas ganas de hacerla sentir más placer, de marcarla con toda la cordura que le queda. Tampoco sabe exactamente porqué se siente tan ansioso por hacerla recordar todo el placer que siente con él. Aunque puede recordar exactamente a Itachi, después de su encuentro en el pasillo del Departamento de Interrogación, sabía que era Itachi, el Itachi de Ino. Lo supo muy bien. No obstante, como si de una sexto sentido apareciera lo había notado aunque el otro quisiera pasar desapercibido toda acción, Ino estaba embelesada por Itachi y por un momento él también lo estuvo.

No sabía si estaba molesto o triste, finalmente supo que eran celos. Por eso cuando Ino sonrió una vez que Itachi se había retirado, supo mejor que nadie que sentía que no podría verla en brazos de otro, de verla lejana como en un principio.

Su esencia finalmente se derrama dentro de Ino. El orgasmo es potente y sabe perfectamente que ella se siente igual, pues el líquido desciende en su intimidad hasta sus pies.

𝐔𝐓𝐎𝐏𝐈𝐀 | 𝐢𝐭𝐚𝐢𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora