Quedate

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Pasaron tres semanas desde nuestro encuentro sexual con Alex en su casa. Desde entonces, no pudimos parar. Salíamos en citas escondidas y teníamos sexo. Mucho sexo.

Recuerdo cuando salieron las fotos de los paparazzis en el periódico, en las revistas y en todos los medios de comunicación.

Me acuerdo que estaba trabajando y Alex me manda una foto de él en su sillón viendo una revista cuya tapa tenía una foto de ambos. La foto que nos tomaron en la calle. De mi solo se veían mis piernas ya que mi cara estaba tapada con mis manos y mi torso también gracias a la camisa de Alex. Recuerdo que a partir de ahí, los medios me decían "la chica misteriosa". Era gracioso.

Ya era la salida del trabajo y Justo cuando estaba en la calle, veo un Audi S3 negro nuevo que me hacía seña de luces. Frunzo el ceño y comienzo a caminar en dirección opuesta. El auto de acerca y aceleró el paso.

- ¡Ey! - me grita de atrás y freno al escuchar la voz de Alex. Suspiro aliviada. - ¿creíste que te raptaría? - pregunta divertido.

- No sabía que eras tú - contestó también divertida con la situación en si.

- Sube.

- ¿Habrá sexo? - preguntó en broma y el ríe.

- Siempre - me guiña el ojo y subo y le doy un beso.

Habíamos entrado en la etapa de saludarnos con besos hace como una semana. Se fue dando de a poco a medida que entrábamos más en confianza.

- ¿Adonde vamos?- preguntó.

- A conocer a mi familia.

Abro los ojos sorprendida.

- Me estas tomando el pelo.

- No - decía serio.

- Pero, ¿por que?

- Porque quiero que las conozcas y ellas quieren conocer a la persona que me tuvo ocupado las últimas cinco semanas.

- No estoy vestida acorde.

- Estás vestida para trabajar, ¿qué hay de malo en eso? Por cierto, esa pollera te hace un culo para el infarto - suelta y yo río.

- No me dejarás sola en ningún momento - digo mientras lo apunto con el dedo seriamente.

- ¿Es tu primera vez conociendo padres?

¿Como mierda lo sabía?

- Si.

- Todo estará bien. Tranquila. No te dejare sola.

Me relajo y asiento. El sonríe y arranca el auto. Veo por el espejo retrovisor y atrás venían Max y Luis, los guardaespaldas de Alex, en la camioneta.

- Entiendo que eres famoso y todo, pero ¿porque tantos guardaespaldas?

- Hubo un conflicto hace un par de años cuando no tenía a Max y Luis. Iba manejando por la calle y se ve que me habían perseguido y cuando doblo en una esquina, viene una camioneta gigante blanca y choca mi auto del lado del conductor, del mío. Lo único destruido fue el auto por suerte. Y me pasó varias veces donde "admiradores" entraron a mi propiedad. Algunos para fotos pero otro con la excusa de matarme.

Lo miro horrorizada.

- Que gente demente - digo y el asiente.

- Y le pasa a muchos conocidos míos. No solo a mi. Conozco músicos que incluso sus casas fueron rotas o cosas así. Mi hermana y mi madre tienen guardaespaldas por las dudas. Parte por la que no quiero exponerte es eso: estas en peligro.

Un antes insignificante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora