6.Una nueva Madrigal

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Aunque negar que no había vuelto a buscar en el hueco entre las montañas sería mentir, después de eso el otro único lugar que le quedaba por revisar a Camilo era el pequeño matorral con flores rojas que le daban color al cabello de Milagros, pero por las dudas le pregunto a su hermana si su teoría era cierta y esta se lo confirmó.

Cerca del mismo riachuelo en donde había explicado su fantástica coloración, estaba arrinconada la chica que lo hacía sentir vivo, solo estaba sentada entre las flores viendo un pequeño pez de Oro entre sus manos.

"¿Ese es el pez que te dio el Coronel, Milagros?" Aproximándose lentamente a ella pronunció calmado.

"No me llames así Camilo, ya te dije que mi nombre es _____, solo que no recordaba como se pronunciaba y aun no recuerdo como se escribe"

"Milagros o _____ , es la misma mujer hermosa para mi"

Esta lo golpeó suavemente en forma de chiste y después de reír un poco su voz y su mirada se fueron apagando.

"Ya te lo dije también, es todo falso y-"

La joven fue interrumpida por un beso, uno que sentía más bien infantil e inexperto, a pesar de no haber sido el primero este por fin se sentía sin prisa y lento, juntándose poco a poco y rozando tactos y telas, poco a poco se fueron separando y abriendo los ojos cerrados por el extasis y solo quedó un pequeño hilo entre sus labios como evidencia de lo que pasó.

Camilo vuelto en su afán de joven enamorado tomó las manos de la contraria y la miró directamente.

"Escúchame ____" dijo para que no se perdiera de las palabras que había practicado por minutos antes de encontrarla "que me importa a mi si lo que siento por usted es brujería, es fan divino este sentimiento que no me importa si es sincero o no, si usted me lo quita yo volveré a usted pidiendo mas de él, por que en toda mi vida nunca me sentí mas lleno y complacido que cuando la conocí"

Y dicho esto se le tiro encima a la chica para poderla besar mejor.

Mirabel había eredado de su abuela no sólo el cargo de toda una familia si no también una mirada fulminante al momento de echar pestes.

"Usted se va a quitar esa maricada que le hizo esta vieja" dijo con esa mirada característica a su primo, siendo observada por sus hermanas y la autoproclamada vieja de Camilo.

"Mirabel, entienda que esta es mi decisión y yo ya decidí que no me voy a quitar ninguna cosa" dijo anteponiéndose a ella "y mucho ojo con irrespetar a ______ por qué en lo que a mi consiente ella desde ahora es una Madrigal"

La discusión hiba solo comenzando por lo que las hermanas Luisa y Isabela mejor retirarían a _____ del campo de batalla, cuando a lo lejos se escuchó una voz, vieja, cansada y pesada.

"¿Una nueva Madrigal?" Dijo acercándose a sus nietos fingiendo demencia senil para detener los gritos "Eso sería perfecto, así podría descansar en Paz sabiendo que la próxima generación no solo cuenta con Dolores"

"Pero abuela-" dijo mirabel queriendo poder hacer una pataleta como las que hacía con esas mismas palabras como cuando era pequeña.

"Para nada mirabel" dijo ahora dando su mirada experta en el asunto de regañar y volteándose continuo "trae a esa joven aquí Camilo"

Con la cara pintada de ilusión volteo a _____ que no se había desplazado del todo para darle a entender que se podía acercar, ella con paso dudoso solo pudo confiar en las tantas ilusiones que se reflejaban en la simple mirada de su amado por lo que avanzó.

La abuela la miró de pies a cabeza y la miró por todas partes, como midiendo si sus caderas eran resistentes para 3 bebés o como si fuera lo suficientemente ancha como para no sufrir un colapso y tras minutos de investigación concluyó que efectivamente era completamente perfecta para Camilo.

Tomándola al fin de sus manos ( por qué aunque la examinó no le tocó ni un cabello ) la miró con los mismos ojos con los que la observaba su nana y la apretó para darle confianza.

"_____, Milagros o quien quiera que seas, mi Camilin confía en ti, así que te lo confiaré, para que lo cuides y respetes ¿si mi niña?"

Y con lágrimas contenidas desde que recibió esa mirada maternal que tanto añoraba, la abrazó y se sostuvo de sus faldas para llorarle desconsolada.

No solo lloraba de felicidad, lloraba todo lo que no había podido llorar en toda su vida, la muerte de sus padres, no saber en donde estaba su nana, las caminatas infernales y la desesperación de no haber podido encontrar un hogar hasta ahora.

Camilo y sus cálidos abrazos de multifacéticas formas, tamaños y colores eran su hogar, la (bis)abuela con sus ojos de madre eran su hogar, los animales exóticos serían su hogar, las flores, la comida, las tormentas o arcoíris y todo lo que la loca familia de la ascienda mágica en su rincón escondido en las montañas de Colombia eran ahora su hogar.

[CANCELADA]✨Cronica de una bruja✨//Camilo Madrigal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora