8

550 39 11
                                    

Apenas me desperté vi a Harry leyendo un libro con las piernas cruzadas al lado de mi cama.

—¿Qué hora es?—Pregunté con un bostezo.

—Las 10:00 am—Dijo sin dejar de ver su libro.

—¡¿Las 10:00 am?!—En ese pronto todo mi sueño se fue—¡¿Cómo pueden ser las 10:00 am?!, necesito ir a la escuela ya.

Me levanté de la cama de inmediato y entonces recordé que estaba en un hospital.

—Hey, calma chiquita—Harry se levantó y me agarró del brazo—No te caíste de la bicicleta, te perforaron el corazón—Y entonces soltó una risa—Además hoy es domingo.

Me quedé pensando unos segundos, y me di cuenta que sí, era domingo.

—Oh... ¿Y pasaste toda la noche ahí?, ¿No dormiste?—Pregunté al no ver ninguna almohada en el sillón de al lado de la cama.

—Ay no, cómo crees—Se rió aún más—Solo te moví un poco, igual tu cama de hospital es bastante grande.

Sentía mis mejillas arder, ¿era una broma?, ¿cómo debía de contestar?

—Es una broma—Dijo antes de volverse a sentar—No necesito almohadas para dormir, no suelo usarlas.

Entonces me senté a su lado para ver lo que leía.

—Ya no te ves tan mal, ¿cómo te sientes?—Dijo poniendo uno de sus brazos en mi cuello.

—Me siento bien, ayer quizás no tan bien, pero hoy me siento bastante bien—Miré mi pecho y ya ni había ninguna cicatriz.

—Wow, en serio parece que sólo te hayas caído de la bicicleta—Y tocó con su mano delicadamente en donde la bala atravesó mi piel, mirando perplejo como estaba como si nada hubiera pasado.

—Creo que es hora de irme de aquí—Dije, seguido de agarrar la bolsa que contenía mi ropa ya limpia.

—Espera, no te puedes ir—En ese momento me quitó la bolsa—Primero le tengo que hablar a tu hermano para que venga por ti.

—Puedo ir sola a mi casa, no tiene porque enterarse, me puedes acompañar tú—Y ahí puse mis ojos de perrito que le acaban de quitar su juguete.

—Buenooo, tú ganas—Me devolvió la bolsa—Solo si primero pasamos al parque.

—Trato—Entonces entré al baño para poder cambiarme con mayor privacidad.

Entonces salimos del hospital rápidamente y ningún doctor se percató de nosotros, supongo que son personas muy ocupadas.

Al llegar al parque después de un buen rato hablando y caminando, nos sentamos en unas bancas cerca de las palomas.

—Oye, sabes—Dijo Harry rascándose la nuca—Me entró una curiosidad.

—Dime—Puse mis ojos en él.

—¿Has tenido novio?, sabes, cuando conozco a alguien solo por la primera impresión intento imaginar detalles de su vida antes de preguntarlos, y así saber si mi capacidad para conocer a alguien solo por la mirada es buena.

—No entendí muy bien lo que dijiste—Perdón por tardar en procesar las cosas—Pero me suena a un superpoder. Y respondiendo tu pregunta, sí, tuve dos, o tres.

—¿Dos o tres?—Harry se veía muy confundido.

—No sé si tú cuentes dos o tres—Intenté explicar—Tuve dos novios... Y una novia.

—Eso es nuevo para mí.

—Sí, me lo imaginaba—Bajé la cabeza.

—No, no—Agitó sus manos—No me refería a eso, sino que me sorprende.

—¿Qué te dijo tu superpoder?—Dije riendo.

—Bueno—Dio una sonrisa—Me imaginaba que no habías tenido alguna pareja antes, quizás algún pequeño beso infantil cuando eras chica—Se me acercó poco a poco—Pero ningún beso de verdad—Y entonces juntó sus labios con los míos.

¿Esto estaba pasando?, solo cerré mis ojos, pasó un segundo o quizás dos, o ¿tres?, no lo sabía exactamente, era como si el tiempo se hubiera parado en ese momento.

Entonces le di un pequeño empujón para separarlo de mí.

—¿No te gustó?—Preguntó muy dudoso.

—Sí... No... Es que—No había ningún espejo cerca, pero sé cómo me veía, debía estar más roja que el mismo color—No me lo esperaba.

Entonces Harry me dio una sonrisa.

—Eso es un sí para mí—Dijo alejándose a donde estaba en primer lugar—Creo que mi superpoder nunca ha funcionado en verdad, pero bien dicen que el que no arriesga no gana.

—Sabes, creo que deberíamos ir a casa de May, para que sepa que estoy bien.

—Yo te llevo—Dijo dándome la mano para ayudarme a levantarme del asiento—De alguna forma soy tu niñero.

—Tengo dieciséis Harry—Volteé los ojos.

—Diesciséis y con un guapo niñero de diecisiete—Me guiñó el ojo y seguimos caminando.

La plática no fue nada incómoda, todo lo contrario, me sentía diferente hablando con él, pero ese beso, admito que me gustó, pero para mí fue muy apresurado, en medio de la plática Harry me pidió algo.

—Reach, ¿te puedo pedir algo?—Me preguntó parando un segundo.

—Claro, tú dime.

—No le cuentes a Peter lo que pasó allá en el parque.

—¿Por qué?—Lo miré con una sonrisa burlona.

—Solo no lo hagas, yo lo haré—Y siguió caminando.

Seguimos hablando de mil cosas hasta llegar a casa de mis tíos.

Una historia sobre Rachel Parker (Harry Osborn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora