Serie de historias cortas con los personajes de Tokyo Revengers.
★ Contenido para adultos.
★ Todas las historias me pertenecen.
★ Crédito de personajes al autor de la obra Ken Wakui.
★ créditos de la imagen a su respectivo autor.
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One-shot
Baji keisuke
Como siempre ser extranjera era un tanto difícil, adaptarte al idioma, la cultura y demás era un largo proceso, extrañabas tu hogar, tu familia incluso cosas que no pensaste extrañar jamás como la comida con sabor de casa.
— ¿Nuevamente estás en las nubes ? — gritó una voz masculina sacándome repentinamente de mis pensamientos.
Ese hombre era mi jefe, un completo imbécil que siempre me gritaba, menospreciaba mi trabajo y ni hablar del salario, al final de cuentas no tenía más opción, era eso o prostituirme. Suspiré con cansancio antes de acercarme y mostrarle la hora en mi reloj.
— Jefe, ya casi son las nueve de la noche, se supone que mi horario es hasta las siete. — expliqué con algo de incomodidad.
El hombre frunció el ceño y maldijo antes de hacerme un gesto con su mano indicándome que podía irme, dejé mi delantal a un lado pulcramente doblado antes de despedirme secamente y salir del establecimiento. Era muy tarde y no tenía para pagar un taxi así que solo me quedaba caminar hasta mi casa.
Caminé alrededor de unos quince minutos antes de cortar camino por un callejón. Cuando estaba por salir de aquel estrecho túnel, un leve maullido llamó mi atención, parecía que algún felino se encontraba en problemas, los gatos eran mi debilidad así que sin pensarlo mucho volví sobre mis pasos siguiendo el lastimero sonido. Una vez que mis ojos se acostumbraron un poco a la oscuridad pude notar que frente a mí había una bola de pelos que según mi mala visión, era tan oscura como las plumas de un cuervo.
— ¿Qué sucede precioso? — me acerqué lo suficiente como para tocarlo, pero este reaccionó de manera instintiva intentando arañar mi mano — tranquilo, no quiero hacerte daño.
El felino se levantó a duras penas y me miró de forma amenazante, algo que verdaderamente me sorprendió, parecía casi... humano.
