𝐌ó𝐧𝐚𝐜𝐨 | 𝐒𝐞𝐫𝐠𝐢𝐨 𝐏é𝐫𝐞𝐳 |

Capítulo 21

Capítulo Final.

Madeleine Crovetto.
Montecarlo Mónaco
4 de enero.

Cuando regresé a Mónaco, lo hice con tristeza, había pasado unos días muy bonitos a lado de Bella y papa, días tranquilos. también influía un poco que sabía que en algún momento me cruzaría con él y no tenía ni idea de lo que quería hacer.

Al llegar a casa me apresure a deshacer las maletas y comenzar a hacer el quehacer de la casa con Bella, tenemos mucho que acomodar y pocas ganas de hacerlo.

—Me tiras el agua otra vez y te tocara trapear por un mes la casa.

—Deja de ser tan amargada.

Termine haciendo la cena y viendo con Bella por tercera vez Mujercitas.

—¿Por qué Joe no lucho por Laurie?

—Creo que no eres la más adecuada para preguntar eso ¿O quieres que te recuerde...?

—Cállate antes de que te obligue a hacerlo.

La puerta sonó y papa apareció, el trabajo a veces es más importante para el señor marco Crovetto. Nos paramos y lo saludamos.
Era raro porque apenas hace unas horas lo habíamos dejado de ver.

—¿Que cocinaron, huele muy rico?

—Pasta.

—Y Pollo con crema.

Dejo un paquete en la mesa y se apresuró a lavarse las manos.

—¿Qué es esto?

—Correspondencia para Mady, desde España.

—¿España?

—Eso creo.

No le hice tanto caso y seguí comiendo con los dos a mi lado.

.

Cuando cargué el paquete a mi cuarto pesaba un poco, en mi mente solo pensaba en qué momento pedí algo de España.

—Creo que por error llego al hotel. —Comento papa.

Al llegar y dejarlo en la cama me apresure a quitarle el papel para ver que era.

La caja negra me despertó más curiosidad de todo esto. Quite con cuidado la cinta que estaba a sus lados y al abrirle me encontré con dos libros.

Harry Potter y la piedra filosofal —J.K Rowling
Todo lo que nunca fuimos —Alice Kellen

Al abrir el primer libro casi me desmayo, tenía la firma de J.K Rowling.
Tome el otro libro y también estaba firmado, pero esta vez por Alice kellen.

"Con cariño para Mady".

Mi cabeza no podía procesar algo en estos momentos, ni siquiera sabía como gritar. Estaban firmados, dos de mis autoras favoritas.
Al mirar a la caja aún quedaba algo, el libro de aura y hojas sueltas.

Sabía de quien venía este regalo.

Tomé la primera hoja y comencé a leer.

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Mady

Tengo que empezar por el principio, debo pedirte miles de disculpas.

Se que no quieres saberlo, pero es necesario decirte todo para poder estar en paz conmigo mismo. Daniela si era mi prometida. La conocí a los 13 años cuando aún vivía en México, mis padres y los suyos eran amigos de años y comencé a verla como mi amiga.