Capítulo 1

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Con un poco de dificultad y abriendo sus ojos poco a poco Jisoo despertó acostada en un lugar que no reconocía, estaba completamente cansada, aturdida y mareada, frunció el ceño cuando un dolor punzante en su cabeza se hacía presente.

Por el movimiento rápido que sentía en su sitio sabía que estaba en un auto en circulación. Después de unos segundos se percató de que estaba amordazada, intentó sentarse pero fue inútil, estaba amarrada con las manos detrás de su espalda y también de los pies.

– Mmmm... – era el único sonido de desesperación que salía de la boca de Jisoo mientras se movía tratando de zafarse de sus ataduras.

Los ojos de Jisoo veían todo a su alrededor y asimiló que aún era de noche y que estaba acostada en la parte trasera de una camioneta Van de carga. Se preguntaba cuánto tiempo llevaba inconsciente.

– Ya despertó la bella durmiente. – dijo para después reírse el hombre que iba en el asiento del copiloto, logrando captar la atención de Jisoo.

– Oh, es verdad. – dijo el que iba manejando viéndola por el retrovisor. – Tranquila muñeca, ya falta poco.

Ambos hombres solo soltaron pequeñas risas que se escuchaban a través de sus cubrebocas de color negro, mientras Jisoo solos sentía sus ojos cristalizarse, aun luchando contra las cuerdas en sus muñecas y tobillos, pero solo generaba que se lastimara aún más.

No quería ni imaginar el sufrimiento y dolor que le esperaría al llegar a donde fuera que la llevarían esos hombres, sus lágrimas comenzaron a salir sin permiso, aunque ella de igual manera lucharía por su libertad en cuanto tuviera la oportunidad.

Después de pocos minutos, Jisoo empezó a sentir que la camioneta se movía más lento, indicando que ya estaban cerca de su destino, hasta que la camioneta se detuvo completamente y ambos hombres bajaron de sus respectivos asientos cerrando la puerta, dejando a Jisoo sola en la camioneta durantes varios segundos.

La chica empezó a respirar agitadamente, deseando que todo fuera un mal sueño, pero no era así, sus lágrimas no tardaron en hacerse presentes nuevamente, escurriendo en sus mejillas hasta su barbilla, lo cual hacían que su vista se volviera algo borrosa, pero un golpe en la cajuela de la camioneta hizo que se sobresaltara en su lugar.

Las puertas de atras de la camioneta se abrieron mostrando ante los ojos de Jisoo a ambos hombres aun con su cubrebocas y atuendo negro, los cuales se empezaban a acercar y adentrar a medio cuerpo en la camioneta, mientras soltaban una pequeña risa. Jisoo trató de alejarse de ellos arrastrándose como pudo en el piso de la parte trasera de la camioneta, tratando de juntar sus rodillas a su pecho y por consecuencia lastimando sus muñecas que quedaban por detrás de su espalda soportando todo su peso.

Sin embargo uno de los hombres tomó sus tobillos y la jaló hacia enfrente con facilidad, mientras la chica se removía por intentar librarse del agarre del sujeto. Una vez que el hombre sacó medio cuerpo de Jisoo de la camioneta, con un rápido y fácil movimiento la subió a uno de sus hombros, mientras que el otro sujeto cerraba la puerta trasera y aseguraba la camioneta. Después de eso, se encaminaron a la puerta trasera de un extraño edificio, parecía algo así como un teatro lujoso pero no demasiado llamativo.

La pobre pelinegra solo forcejeaba y pataleaba en un fallido intento por bajar del hombro de uno de los sujetos que la secuestró, pero su agarre era fuerte y apretado, con lo cual consiguió lastimar un poco la cintura de Jisoo, generando que ésta se quejara un poco por el dolor, mientras seguía sollozando incontrolablemente.

– Joder, deja de moverte. – dijo el hombre que la cargaba, mientras Jisoo hacía caso omiso. – ¡Basta, quédate quieta! – ordenó.

Jisoo seguía sin obedecer al hombre, sin embargo sintió como una mano agarró bruscamente su rostro obligándola a levantarlo, topándose con la mirada intensa del otro sujeto mientras le enseñaba una filosa navaja. Los ojos de Jisoo se abrieron intensamente y empezó a temblar al sentir el filo de la navaja levemente en su mejilla izquierda.

– Linda, será mejor que empieces a obedecer. – dijo tranquilo el hombre de mirada intensa. – No quisiera tener que lastimar esa preciosa carita tuya, ¿Está claro? – Jisoo asintió levemente como respuesta mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas.

Se podía ver el miedo a través de los bellos ojos de la pelinegra, resignandose y obedeciendo a los sujetos Jisoo bajo la cabeza nuevamente y dejo de forcejear, donde solo se escuchaban sus sollozos.

El hombre de mirada intensa ingresó una clave en la puerta donde ésta se abrió automáticamente, dejando pasar primero al otro hombre aun cargando a Jisoo y después él, para cerrarla nuevamente. Al entrar al lugar con paredes blancas, techo y piso del mismo color pasaron por un pasillo que guiaba a unas escaleras que daban al piso de abajo, bajaron y siguieron caminando por un pasillo como el anterior, a excepción de que este tenía puertas de ambos lados.

Siguieron caminando hasta llegar a una puerta en específico, de igual manera el sujeto ingresó una clave para abrir la puerta que daba a una pequeña habitación, donde solo había un colchón algo sucio y viejo en el suelo. El hombre que tenía cargado a Jisoo se inclinó un poco para aventar sin cuidado a la pelinegra causando un jadeo y quejido agudo de ésta ante el impacto con el colchón.

– Dulces sueños princesita. – le dijo el mismo hombre cuando se encontraba en el marco de la puerta para apagar las luces, cerrar la puerta y después soltar una leve risa junto a su compañero.

Jisoo como pudo trató de voltear a ver la habitación, las paredes eran blancas pero por la suciedad y mugre parecían grises, el piso de igual manera, el olor era insoportable, de seguro no habían limpiado ese lugar en meses, la habitación era fría, pero no había ninguna ventana y efectivamente sólo había ese colchón viejo y sucio en el que Jisoo se encontraba acostada, amarrada, amordazada, vulnerable y asustada.

La pelinegra estaba acostada sobre su lado izquierdo, para comodidad de sus muñecas que seguían detrás de su espalda, y sus lágrimas no paraban de caer en su rostro, mojando parte del colchón. Solo esperaba que todo esto no fuera más que una simple pesadilla, que podía despertar en cualquier momento y seguir con su vida, pero ya no era así y jamás volvería a serlo.

Ella solo se recriminaba y echaba la culpa por toda la situación que estaba pasando.

"Debí escuchar a Hoseok"

"Soy una estúpida"

Estas frases se repetían constantemente en su cabeza. Sentía tanto miedo, frustración, pánico y terror por todo lo que había experimentado y lo que se imaginaba que experimentaría de ahora en adelante.

Llorando y temblando, cerró sus ojos y lentamente fue quedandose dormida en el colchón sucio de aquella habitación, con la esperanza de despertar en su propia habitación y que este día fuera producto de un mal sueño.

"Por favor que no sea verdad"

"Que sea una pesadilla por favor" decía en su mente.

Pero no era un sueño, era realidad, su nueva realidad.


🥀

Helloo!!

Pues así comienza esta nueva historia🙊, ahhh estoy emocionada, siempre había querido escribir algo con esta temática🤩.

Bienvenidos mis primeros lectores:

milase19
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Espero que les haya gustado el capítulo, si fue así voten y comenten, se los agradecería mucho. Y si llegaron hasta aquí muchas gracias por tomarse el tiempo de leer💜.

Les mando un saludo y abrazo virtual a todos🤗

I Own You | Vsoo / Taesoo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora