II

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II

Al llegar a casa me bajé y entré rápidamente, la noche ya había caído, la luna iluminaba todo y en el silencio y la penumbra, la vi.

Mi madre.

Y mientras en sus labios había un cigarrillo, sus ojos daban un reflejo de lo que alguna vez había amado.

Y era a mi padre.

Soltó el humo sin dejar de ver el retrato de ambos en un piano, podría decir que quería más a ese cuadro que a mí.

-Ya regresé.- Informé.

Ella no me miró, solo siguió admirando el retrato hasta que el cigarrillo se consumió y la colilla cayó.

-Bien. Gracias por ir.- Su voz fue neutral.

Su cabello negro seguía corto y lacio, pero en sus ojos solo había tristeza y rencor, dos cosas que jamás pudo dejar de sentir y no podría hacerlo.

No tenía ni 50 años y estaba tan enojada y triste con la vida que no le importaría morir.

A mi me rompía el corazón ver a mi madre así, ella era una persona llena de luz y alegría, y cuando ese maldito acabó con la vida de mi padre, también acabó con su corazón.

Mi madre murió en vida.

Mi madre moriría de amor, de eso estaba segura.

-Iré a dormir, ¿Dexter regresó?- Pregunté después de darle un abrazo que no fue correspondido.

-Sí...no...yo no lo sé, realmente.

-Okey, descansa mami, te quiero.

-Descansa.

Dejó un beso en mi mejilla y desapareció por las escaleras, meneando su cuerpo cubierto en un vestido negro. Yo subí por el mismo camino y me detuve frente a la puerta de mi hermano, Dexter.

Mi madre era como una pintura abstracta que solo tenía una persona que la veía, apreciaba y la única que le entendía y amaba, pero esa persona dejó de verla y poco a poco el deterioro se hizo mayor hasta que fue una obra sin visitantes.

Al entrar lo encontré sentado en su cama, estaba viendo fotografías...de mamá y papá.

Diablos. Era un tema demasiado delicado en casa.

La falta de papá afectó a todos.

-Hola.

-Regresaste, uff, menos mal. Creí que te ligabas al ruso.- Bromeó.

Si supiera..JA!

-Ay no, como crees.

Guardó rápidamente las fotos y me miró, sus ojos eran iguales a los míos y su cabello también.

-Mamá volvió a fumar.

-Lo sé.

-De verdad tengo ganas de desenterrar a ese maldito y volver a matarlo.- Siseé con odio.

-Yo no conocí a papá pero sé que su muerte es la razón de por qué mamá está así.

-Yo quería mucho a papá, era una persona increíble y cuando mamá se enteró de su muerte... -tragué saliva recordando lo que pasó.- me quiso odiar porque era idéntica a él.

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