Piano

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Chanyeol giró la llave en la cerradura y abrió la puerta de su apartamento. Mientras entraba y se descalzaba le llegó la suave melodía del piano, de aquella canción que tantas veces había escuchado antes.

Se asomó al salón y vio la pequeña silueta de Baekhyun, su novio, sentada ante el piano, frente al enorme ventanal que daba a la calle y por el que se colaba la única luz que iluminaba la sala. La dulce voz del muchacho castaño llenaba la estancia por completo, dando a Chanyeol la paz que necesitaba tras un largo día de trabajo.

El recién llegado se quitó la chaqueta del traje, dejándola sobre el respaldo del sofá, y caminó hacia Baekhyun, que, al estar de espaldas a él, aún no se había percatado de su presencia, mientras se aflojaba la corbata y desabrochaba el primer botón de su camisa.

Llegó sin hacer el más mínimo ruido hasta donde estaba el más bajo, que seguía inmerso en la canción con los ojos cerrados. Se colocó justo detrás de él, conteniendo el aliento para no respirar sobre su  nuca y estiró los brazos, posando sus manos sobre las teclas, acompañando la melodía del otro.

Baekhyun abrió los ojos, viendo unas manos que no le pertenecían, al menos literalmente, bailando sobre el piano. Sonrió y terminó de cantar sus últimas líneas, dejando que la canción muriese lentamente antes de girarse y  encontrarse con los oscuros ojos de Chanyeol clavados en él.

— Buenas noches, Yeol —susurró  Has llegado pronto.

— Buenas noches, Baek —dijo susurrando a su vez antes de depositar un suave y tierno beso sobre los labios del más bajo.

Una enorme sonrisa apareció en su cara mientras se separaba, que se enchanzó notablemente cuando cayó en que Baekhyun tenía sus blancas y bonitas piernas al descubierto, cosa que no vio antes al estar centrado en su voz, tapadas, únicamente, por el pequeño trozo de tela de la camisa, propiedad suya, que caía por sus caderas hasta apenas por debajo de su trasero.

Baekhyun se giró por completo, alzando las piernas por encima del pequeño banco en el que estaba para enfrentarle de frente. Chanyeol sonrió, sin saber si el más bajo había sido consciente, aunque lo más probable es que sí, de que ese movimiento había alzado más la camisa, dejando ver la casi totalidad de sus muslos.

— ¿Puedo saber por qué llevas puesta mi camisa favorita? — preguntó mientras se inclinaba hacia delante y baja la tapa del piano, colocando ambas manos sobre ella y dejando el cuerpo de su novio entre sus brazos — Sabes que quería ponérmela para la reunión de mañana.

—Me di una ducha y lo primero que vi al abrir el armario fue esto. Pensé que te gustaría como me queda — susurró en un tono inocente que hizo estremecer al alto.

Chanyeol alzó una de sus cejas a la vez que las manos del castaño empezaban a jugar con su corbata, terminando de deshacer el nudo y dejándola colgando a ambos lados de su cuello.

—¿Y qué se supone que tengo que hacer contigo, Baekhyun? — preguntó usando una voz grave que mandó escalofríos al cuerpo del mencionado.

—No sé, quizá sea merecedor de un pequeño castigo.

— Oh, de eso no cabe la menor duda — susurró inclinándose más hacia él, haciendo que algunos mechones de su negro pelo le cayesen sobre los ojos.

Baekhyun alzó una mano para echarlos hacia atrás, esbozando una media sonrisa traviesa y humedeciéndose los labios después, sabiendo que ese gesto siempre lograba provocar al más alto, y, por supuesto, aquella vez no fue una excepción.

Las manos de Chanyeol descendieron por los costados de Baekhyun, posándose firmemente en sus caderas antes de alzarle y sentarle sobre el piano, quitando el taburete de en medio con una pierna para poder acercarse a él. Sus mirada recorrió el cuerpo del más bajo, comiéndoselo con los ojos.

Piano [ChanBaek/BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora