𝑮𝒐𝒍𝒅𝒆𝒏 𝒉𝒐𝒖𝒓 | 𝑩𝒂𝒋𝒊 𝑲𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆

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Gotas de agua fría se esparcían por toda su sien hasta sus pómulos, su boca estaba abierta y su pecho subía y bajaba. Suspiros agitados y más suspiros en una calle desolada.

—¡¿Qué hacías espiando en nuestro territorio, idiota?! ¿Buscas a nuestro señor?— ella sonrió, una sonrisa victoriosa y ladina. Había logrado su objetivo.

El chasqueo la lengua al no recibir respuesta alguna. Tomó de su cabello con brusquedad para acto siguiente meter su rostro de nuevo a la tina llena de agua, dejándolo ahí pero lo que no sabía era que ella tenía una gran recistencia al agua. Con la misma brusquedad con la que metió su rostro, lo sacó. Sus ahora cortos cabellos se removieron, pero ella seguía con una sonrisa ladina cosa que hizo enfurecer al tipo aún más.

Chasqueo la lengua para después escupir con asco sobre el zapato de aquel sujeto.—Así que mis sospechas son ciertas.— habló con una voz mas ronca, claramente estaba fingiendo. Hacerse pasar por un hombre era algo nuevo pero demasiado divertido.

—¿De qué carajos hablas, imbécil? ¡Te voy a matar!— El puño de aquel hombre iba impactar su rostro con brutalidad, pero en un movimiento ágil ella golpeó sus partes bajas con una fuerte patada.— Desgraciado.— mencionó entré quejidos mientras que con sus dos manos sostenía su miembro. Con sus manos en otro sitio, ella pudo liberarse, golpeando al sujeto una y otra vez con patadas, si lo hacía con puños podía ser descubierta.

Sangre yacía en sus mejillas, con la respiración agitada se limpió el rastro de ella. Aquel tipo quedó solo inconsciente.

Acomodó su chaqueta mientras su respiración se regulaba.—Tch, espero y Chifuyu haya encontrado pruebas.— tomó el cubrebocas que se encontraba en el suelo para después salir corriendo del lugar. Era peligroso quedarse más tiempo.

Agradeció que el chico quién golpeó fuera muy idiota como para venir solo.

Sin darse cuenta ya estaba en su edificio, esperando a alguien importante, quién complementaría su investigación.

El viento removía los árboles, la noche comenzaba a caer. Su espalda se recargó contra una de las paredes de los escalones del edificio. Con sus manos frías sacó el encendedor de su chaqueta y un cigarrillo, introduciedolo a su boca. Un hábito que ocupó para su personaje pero que ahora le resultaba tentador de volverlo a hacer.

—Veo que te tomaste muy enserio sobre el personaje.— una voz masculina se escuchó a sus espaldas, ella sonrió y con desdén dejó caer el cigarro para después aplastarlo con su pie, dejándolo en cenizas.

—No tienes idea de cuántas veces me ahogué, definitivamente creo que esté sería la última vez que fumo.— el rubio soltó un pequeña risita e imitó la postura de la chica, recargandose en las paredes del lugar.— ¿Y bien? ¿Encontraste algo que sea de utilidad?

Asintió.

—¿Recuerdas a Osanai? El anterior capitán de Moebius.— Ella asintió y puso toda su atención a lo que decía el rubio.— Investigué lo suficiente, el era un tipo que por agresividad fué alejado y su fama se hundió, hasta que encontró a Kisaki. No se más, pero si es como sospechoso. Kisaki también pudo haber controlado a Moebius.

—Tienes razón, la única forma de saberlo es ir y preguntarle.— Chifuyu miró con asombro a la chica.

—¿Qué pasará si no quiere decir nada?.— preguntó angustiado y con duda. Akari sonrió.

—Lo hará, créeme. Después de lo de Pah, Osanai no volvió a pisar otra pandilla. Incluso ni siquiera está en Valhalla, si hubiera quedado en buenos términos con Kisaki, estaría en Valhalla. Después de todo es un contrincante fuerte, que sería de mucha utilidad.