Serie de historias cortas con los personajes de Tokyo Revengers.
★ Contenido para adultos.
★ Todas las historias me pertenecen.
★ Crédito de personajes al autor de la obra Ken Wakui.
★ créditos de la imagen a su respectivo autor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi vida era un completo dilema en este momento, pertenecía a la segunda división de la Toman desde hace unos meses, el problema recaía, en que actualmente me encontraba en una "relación" con Hanma Shiju.
Si, terminé acostándome con el enemigo, no era por completo mi culpa, o tal vez si. La primera vez que sucedió me encontraba completamente borracho, desde hace mucho tiempo me había dado cuenta de que también me gustaban los hombres, me negué a aceptarlo pero al final no podía esconderme de mí mismo y menos rodeado de tantos hombres atractivos.
Maldije interiormente mientras apretaba los puños, no sabía que debía hacer, aunque no me agradará y en el fondo supiera que terminaría mal, terminé enamorandome de aquel enorme imbécil, pronto habría una pelea entre Valhalla y la Toman. Mi lealtad se encontraba con mi pandilla, de eso no tenía duda, Mickey y Draken me habían dado la oportunidad de formar parte de algo y no iba a traicionarlos. Por otro lado, estaban los sentimientos que tenía por Hanma Shiju.
— Oye...___ ¿Estás allí? Tierra llamando...— la voz mitsuya me sacó de mis pensamientos mientras sacudía la cabeza para despejarme. — Debo admitirlo, eres un buen modelo, ni siquiera tuve que decirte que no te movieras, una vez le pedí el favor a Mickey y termine clavándole un alfiler sin querer.
Solté una risa al escuchar su diatriba y negué con la cabeza sin molestarme en interrumpirlo, Mitsuya era un chico muy lindo y amable, muy mi tipo. Pero eran más que obvias las razones por las que no intentaba nada, esa razón media 1.83 cm, seguramente recibiría un puñetazo antes de poder mencionar algo.
— No te preocupes, puedo ser tu modelo cuando gustes. — aseguré sonriendo mientras Mitsuya terminaba de quitar las prendas llenas de alfileres — un pinchazo o dos por ayudar a un amigo no es nada.
Mitsuya sonrió de regreso al escuchar mis palabras y dió un suave golpecito en mi frente, antes de culminar con lo que estaba haciendo, mi torso se encontraba completamente descubierto justo en el instante en el que Hakkai entró.
— ¿Qué haces sin camisa __? — Hakkai parecía algo molestó a pesar de que obviamente yo era un chico.
Mitsuya chasqueó la lengua, antes de caminar hasta la máquina de coser y sentarse en un banquillo de madera.
— Me está ayudando con los patrones, no es necesario que actúes como un esposo que está siendo engañado. — soltó Mitsuya con una sonrisa mientras se disponía a iniciar con su costura.
— Por poco y entras diciendo: "¡¿Qué está pasando aquí, en mi propia casa Pablo Lorenzo?!"
Una leve carcajada salió de mis labios al notar el sonrojo en las mejillas de Hakkai, para no hacer mal tercio simplemente tomé mi camiseta junto a mi haori de la Toman y me vestí rápidamente.
— Debo irme Mitsuya, tengo algo que hacer — expliqué acomodando mi ropa — si necesitas ayuda nuevamente, avísame. Hasta pronto Hakkai.
Me despedí de ambos y abandoné la casa de Mitsuya caminando sin rumbo alguno, había recibido un par de mensajes de Hanma pero no quería hablar con él no en este momento, exhale mientras introducía las manos en los bolsillos de mi pantalón.
