El sonido del mar me transmite cierta calma que en años no había podido sentir, hasta que conocí a Ryan, el me devolvió algo que creía perdido pero todo se fue a la mierda cuando mi pasado volvió. Cuando el regreso, cuando ellos insisten en volver a mi vida para sacar algo que ya había enterrado. El humo del cigarro se escapa de mis labios mientras miro hacia el frente, admirando la gran vista del agua azul. Y apreciando el atardecer haciéndose presente ante mi.
El sonido de mi teléfono me hace bufar con molestia. Respondo sin fijarme en quien llama, grave error
—¿Kaylee? —la suavidad de su voz me hace recordar el por que termine tomando otra decisión.
Mi respiración se acelera, y mi mano aprieta con tanta fuerza el móvil que temo en romperlo.
—Cariño, se que estás ahí. Necesitamos hablar, por favor —insiste al no escucharme hablar.
—Te pedí que me dejaras en paz, Leyla. —el tono que uso suena demasiado duro, la escucho suspirar.
—Lo siento, se que prometí no volver a buscarte pero... necesito que vengas —suplica—. El te quiere...
—No —la interrumpo—. Tenemos un acuerdo, ¿lo recuerdas?
—Lo se, créeme que lo se. Pero desde que le conté la verdad está deprimido y me preocupa —un pequeño sollozo se escucha al otro lado.
—¡No debiste contárselo! —le reclamó—. El no tenía por qué saberlo, llévale con un profesional. Esta pequeño lo olvidará.
—Las cosas no son así, Kaylee —me sorprende el oírle hablar de manera dura—. Quiere conocerte.
—No, no tiene por que hacerlo eres su madre, yo solo soy una simple conocida tuya —bufo—, son unos simples berrinches.
—Sabes que no es así. Tu eres mi ángel, Kaylee —dice con dulzura.
—La respuesta sigue siendo la misma. No insistas por favor.
Cuelgo y apagó el teléfono para que nadie me moleste.
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RYAN CLARK
Unos pequeños toques en mi hombro me hacen voltearme, y al hacerlo tan rápido me mareo¿O me mareé por qué ya estoy algo borracho? Bah, no lo sé
Al aclarar mi vista me encuentro con Maggie con el rostro jodidamente preocupado.
Ternuritaa
—Hola, jugo Maggi —me burló, lo cual me gano una jalada de pelo.
Yo la quería en otro ladoo
—Cállate, zopenco —se cruza de brazos—. ¿Has visto a Kay-Kay?
Mi rostro se pone serio, y mi cuerpo completamente tenso.
—No.
—¡Pero si me dijo que estaba contigo!
—¿Hace cuanto? —alzo una ceja.
—El viernes de hace...—lo piensa por un momento—, dos semanas —murmura avergonzada.
—¿No te dijo lo que pasó? —pregunto.
—Uhmm nop —niega.
Suspiró cansado.
—Discutimos y... —trago saliva—, nos hemos alejado.
—¡¿Es una puta broma?! —ríe con diversión—, eso es lo más estúpido que he escuchado hasta hoy, Ryan.
Su risa disminuye cuando ve que no hay expresión alguna en mi.
—Mierda pero ¿por qué?
—Rompí la regla número uno de su mundo —me encojo de hombros como si no me importará.
—¿Estás enamorado de ella? —inquiere sorprendida.
—Si.
Me sorprendo cuando sus brazos me envuelven en un cálido abrazo. Mis ojos se llenan de lágrimas, pero los cierro con fuerza evitando que salgan de ellos.
—¿Se lo dijiste? ¿Cómo lo tomo?
—Mal —rio con ironía—, me mandó a la mierda.
—No, no. Hay algo mal aquí, ella no haría eso.
Frunzo el ceño al instante.
—Nena, te fuiste por mucho tiempo. Ella cambió, créeme que no soy el primero al que manda por un tubo solo por enamorarme de ella.
—Soy mujer, se de lo que hablo así que cierra la puta boca —me amenaza.
Ruedo los ojos escuchándola parlotear sin parar, hasta que mi mirada recae en una pareja cerca de la entrada de la fiesta. El sujeto la tiene tomada por la cintura y con la otra mano le sujeta el cuello, mientras la chica le besa con pasión.
—Necesito encontrarla, Ryan.
Mis manos se hacen puños, y puedo sentir mi corazón detenerse.
—No es necesario, ahí está ella.
Sigue mi mirada y cuando la encuentra me mira preocupada.
La parejita son Disan y Kaylee.
-—No hagas nada -—pide.
—No lo haré, no vale la pena —me doy la vuelta perdiéndome entre la multitud.
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Jodeeer, Kayleee
¿Que haces? ¿No vez que le haces daño?
¿Quién será la persona que le insiste tanto?
Hasta aquí el capítulo de hoy, puede que después lo edite y lo haga un poco más largo.
¡Nos vemos la próxima, cositas feas!
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El último suspiró.
Novela JuvenilKaylee Wilson es una chica a la que le gusta divertirse a la grande, en su vida siempre habrá. Sexo, drogas y alcohol. Para ella el amor no existe, pues nunca se a enamorado y jamás lo hará, según ella. Pero ¿Qué pasara cuando el pasado vuelva a su...