ᴀғᴛᴇʀ ʟᴏɴᴅᴏɴ [ᴇᴅsᴇʀ]

❆ ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ ɴᴀᴠɪᴅᴀᴅ ❆

Este capitulo no tiene relación con el tiempo en el que se va desarrollando la historia, solo es un pequeño relato en relación a las fiestas.❤️

La Navidad estaba a la vuelta de la esquina, los adornos estaban en todas las calles, las tiendas se pasaban el día entero con los villancicos y la gente compraba sin parar sus regalos de navidad, el mundo se volvía completamente loco esos días, todos estaban realmente felices y emocionados por las fechas que se acercaban.

Pero Eda estaba triste, desde pequeña siempre le gustó la Navidad, era su momento del año favorito, sobre todo porque pasaba las fiestas con toda su  familia.

Desde que había comenzado diciembre estaba en una disyuntiva entre viajar a Londres para estar con su familia o quedarse en Estambul a pasarlas con su novio, decidiendo finalmente quedarse con él, era su primera navidad juntos y no quería perder la oportunidad de poder pasarla a su lado y aunque no se arrepentía de su decisión, echaba de menos a sus padres.

Eran pasada las 11 de la mañana y aunque no era la mejor cocinera del mundo, había ofrecido llevar galletas a la casa de su suegra esa noche para la cena que tendrían todos juntos y había decidido que nada era mejor que hacerlas ella misma, por lo que unas hermosas galletas de jengibre llenaban la bandeja del horno.

Sonrió al pensar en lo diferente que era todo este año a diferencias de los anteriores, esta vez las pasaría con el hombre que ocupaba cada uno de sus pensamientos y no se arrepentía en lo absoluto, él, ella y Sirius eran como una pequeña familia y estaba feliz con eso, más llaves abriendo la puerta la sacaron de sus pensamientos y sonrió, Serkan estaba en casa.

Y eso era todo lo que le importaba, pasar el mayor tiempo posible con su novio, no quería hacerlo y parecer ansiosa, pero recorrió los pasos que le separaban de la puerta en una pequeña carrera, su cara llena de harina y abrió la puerta esperando ver a Serkan con las compras de Navidad o tal vez con una botella de vino, habían decidió celebrar solos por un rato antes de ser acaparados por los Bolat, por lo que ella había pensando en dos copas, una botella de vino y una charla amena, pero no fue así, cuando abrió la puerta, Serkan sonreía, un gorro de Santa Claus adornaba su cabeza y se puso delante de la ella con dos enormes bastones de caramelo.

-¡Jo, jo, jo! ¡Feliz Navidad!. - dijo Serkan sonriendo, había estado pesando como poder levantar el animo de su hada que a pesar que sabía que estaba feliz de pasar las fiestas con el en Estambul, sentía nostalgia al no estar con su familia, había estado compartiendo con ellos casi 6 meses y sabía lo unidos que eran y cuanto se extrañaban.

Eda alzó una ceja. - ¿Se puede saber que estás haciendo?.

Serkan se sonrió. - Mi amor, es navidad. - dijo colocando un pequeño cintillo con orejas de reno en sus cabeza.

Eda no pudo evitar sonreír, no sabía como lo hacía, pero Serkan siempre conseguía sacarle una sonrisa de alguna forma, caminó unos metros en el interior de la casa y justo cuando Eda iba a cerrar la puerta, alguien apareció a su espalda, creyó que algo se había roto, pero al mirar hacia arriba, no había agua cayendo sobre ella, si no pequeños papelitos de colores.

Se dio la vuelta un poco sorprendida, y vio a Engin que estaba lanzándolos, con Piril negando la cabeza tras de ellos.

-Confetiiii, esto es una fiesta.- gritó su amigo, realmente contento, mientras continuaba lanzando los papelitos de colores. - Feliz Navidad Eda. - dijo saludandola. - Un pajarito me ha dicho estabas un poco triste, así que vamos, se que no somos tus padres, pero anímate y vamos a pasarlo bien un rato.

Engin siguió a Serkan hasta la cocina y como si estuviera planeado de antemano, comenzaron a prepararlo todo, cuatro copas, el vino, una pequeña tabla con cosas para comer como queso, frutas, carne y la música, de navidad que Engin se había negado a cambiar porque iba en contra del espiritu navideño pasaron la tarde todos juntos.