La llegada o más bien la bienvenida de _____ coincidió perfectamente con la navidad, por lo que era la excusa perfecta de Camilo para darle un gran regalo muestra de su amor, el problema era que Camilo con todo y su amor por la pelirroja no sabía absolutamente nada de ella a parte de lo que ella les había contado a él y al resto de los Madrigal.
Se encontraba en su cuarto mirando al techo, este a su vez tenía espejos de muchos tamaños, formas y colores, pero en todos ellos solo se reflejaba a la chica pelirroja, con sus diferentes peinados y sosteniendo flores y en un pequeño espejo en un rincón hasta vestida de blanco la hacía, poco a poco y sin que el se diera cuenta la fantasía del vestido blanco se esparció por todos los espejos poniéndose nervioso al verlo reflejado en todas partes, perdiendo un poco el hilo de sus imaginaciones y cayéndose de su cama que aveces era baja y estrecha y otras veces como ahora que estaba en la nubes su cama estaba tan alta que al caerse se lastimó la mano.
Una excusa que le dio la idea perfecta para averiguar el regalo perfecto para su amada, preguntarle a cada uno de sus familiares, empezando con matar tres pájaros de un tiro con preguntarle a su tía Julieta, robar algo de comida y de paso curarás con esta.
"Le regalaría hierbas que sirvan tanto para cocinar como para medicinas como las que ella hace con su brujería mijito" dijo su tía mientras hacía la cena navideña y sus respectivos postres como natilla y buñuelo "¿acaso no es usted el novio? Usted debería conocerla mejor y si es así no creo que deba tomar la decisión de casarse como dijo en la cena de aquel día" dijo de una manera burlona pero con cariño a su vez.
Robando varias cosas de las que ya estaban listas para servir con la excusa de curar la mano rota Camilo volteo los ojos por sus comentarios, sabía que los hacía en cariño burlesco y al menos ella estaba de acuerdo ( no como otras madres en la misma casa).
"Bueno tía ¿acaso usted se sabia todas las alergias de Agustín cuando empezaron a salir" dijo tratando de retarla sin saber que el tiro le saldría por la culata.
"Cariño" dijo acercándose para darle unas palmaditas en en su cachete "primero lo cure de todos los males existentes y después me enamore de él y no se diga empezar a salir"
Rendido termino de comer su buñuelo y salió al patio en donde se encontraba su hermana y su pequeño sobrino, Alberto Madrigal.
A pesar de que Dolores es capaz de escuchar a su bebe miles de yardas a lo lejos, ella no era capaz de separarse de él ni por un segundo, tal vez era que su obsesión por escuchar a Mariano había pasado hace mucho tiempo y solo podía enfocarse en su nueva criaturita. El Niño tenía 4 añitos y era el primero en la siguiente generación de madrigales, algo que toda la vida se le reservo al inexistente hijo de Isabela, pero eso nunca llego debido a que si Dolores tenía una obsesión con estar con su hijo, Isabela estaba obsesionada en rechazar y destrozar de cualquier manera a todos los hombres del pueblo y solo despues de ver hasta el último pretendiente pudo decir con plena seguridad "En este pueblo no hay nadie pa' mi"
Acercándose a su hermana le hizo la pregunta problemática y después de que ella lo interpretara como que escuchara que quería la paro en seco.
"Te pregunte que le regalarías, no que escuches lo que ella quiere"
"Para mi es lo mismo Camilo, lo sabes y-" fue interrumpida.
"Yo le regalaría algo echo por mi misma, Camilo" dijo llegando al patio la misma Mirabel que tomo al niño en sus brazos que le ofrecía la madre.
"Gracias Mirabel, me salvas la vida" dijo acomodando su cabello y su moño la morena para después tomar sus cosas y salir alegre por la puerta principal.
"¿Y esa pa donde va o que?"Dijo confundido Camilo.
"A cenar con la señora Guzmán y Mariano, una tradición de ello o algo así" dijo para volver a dirigirse a el "aún así lo que dije quede en pie primo"dijo para retirarse llevando de la mano a su sobrino ( en segundo grado ) de la mano contándole una historia que empezó con "hace 55 años...."
Volteando los ojos por la historia tan cliché que se venía a continuación, decidió subir por las escaleras e ir viendo el orden a quien sería el siguiente por preguntar.
"Isabeeeeelaaaaaaaa" gritaba por toda la casa Camilo desde que decidió que entre ella, un señor de 55 años que nunca se había casado y un niño de 10 años, era la indicada para preguntarle sobre amor, después de todo había rechazado a todo un pueblo, algo sabría.
"¿Que necesitas ahora fastidioso?" Dijo con su elegante voz, bajando por sus típicas enredaderas.
Aunque Isabela ya no fuera la señorita perfecta que fue la mayoría de su vida, eso no le quitaba la elegancia de sus gestos y actitudes y con elegancia la verdad todo el mundo se refería a su increíble habilidad para voltear los ojos y hacerle mala cara a cualquier cosa que no fuera de su agrado, pero al menos las cosas que no eran de su agrado se reducieron cuando Mirabel la ayudo a descubrir su verdadero yo, Camilo siguió en la lista de cosas que la hacían torcer la cara de manera olímpica, siendo que sarcásticamente se llevaba muy bien con la novia de este, demasiado bien para el gusto de Camilo, ya que estás se la pasaban juntas y el había notado como Isabela miraba a las chicas mas lindas del Encanto, las mira como se suponía que debió de mirar a Mariano en su momento.
"¿Que le regalaría a Milagritos?" Dijo curiosa mientras limpiaba un poco su delantal lleno de pigmentos y antes de responder fue interrumpida por un celoso Camilo.
"Solo yo le puedo decir Milagritos a Milagritos" dijo retarte y con aspereza en la voz.
"¿Eres su dueño como para decidir ese tipo de cosas, eh Camilin?" Dijo devolviéndole el reto con ojos burlones.
"¡Y TU COMO SABES COMO ME DICE ELLA¡"la tension se sentía por toda la casa tanto que esta misma parecía seguir la discusión con sus movimientos.
"¿Sabes? Tengo exactamente el regalo perfecto para mi mejor amiga" y dicho esto saco un frasco trasparente con un mixto entre liquido y sólido en el "esto de aquí, es lo que yo llamo tinte para cabello, Justo para que el pigmento del cabello de Milagritos se quede ahí por mucho más tiempo que una lavada" cuando Camilo estaba a punto de tomar el frasco esta lo retiro "no,no,no, este es mi regalo que yo misma fabriqué con las más exquisitas flores de toda Colombia así que busca algo tu y deja de molestarme"
Y con la misma elegancia con la que llego se fue volando con sus lianas que se confundían con su ya Machado vestido por lo que daba un efecto como de ser absorbida por las nubes.
Viento fastidiado la escena quiso continuar con Bruno, que estaba expectante mente viendo cada uno de sus moviéndose escondido y Justo cuando estaba a punto de hacer su entrada triunfal como lo había estado practicando mientras sus sobrinos discutían, Camilo se percató de una presencia frente a él que lo miraba expectante y que no era precisamente Bruno.
Era la abuela Alma, que con su calma infinita se dirigió a el impactado Camilo, ya que no la había visto salir de su habitación desde lo que pasó en la cena y este seguía con la idea de que ella no aprobaba su relación con _____; pero contrario a todo lo que creía este, la abuela tenia la solución perfecta a su gran pregunta.
"Esa niña Milagros" dijo tratando de recordar su nombre.
"______, es ______, abuelita" dijo corrigiéndola antes de continuar.
"Esa misma" dijo por fin recordando su nombre "esa niña, tiene carácter y a pasado por mucho, después de todo casi nadie es capaz de sobrevivir por lo que ella pasó sin un milagro como el que nosotros tuvimos" hubo una pausa " eso y tirarme tierra en la cara"
Los dos rieron al par y mientras las risas se desvanecían la abuela soltó el regalo perfecto para Camilo, que para cuando terminó de escuchar la idea de su abuela le depositó un beso en su mejilla y salió corriendo a conseguir su regalo.
"Bueno ratita blanca, parece que ____ ya no será tu dueña"
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[CANCELADA]✨Cronica de una bruja✨//Camilo Madrigal
FanfictionUn misterioso terremoto y una joven misteriosa Con el. Algo capaz de partir las montañas que cubrían el encanto era algo que involucraba de manera directa a los Madrigal,pero más halla de ser un peligro para el milagro era en su defecto una simple c...