Blanca noche.

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Prota: Harbinger.

Shipping: Harbinger x Oc.

Especial de navidad.

Bufo, mirando lejos de lo que considerada su cuarto, o bueno, su casa

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Bufo, mirando lejos de lo que considerada su cuarto, o bueno, su casa. Mirando desde un lugar oscuro las luces de los fuegos artificiales esa noche, producto de seguro niños y jóvenes jugando con pirotecnia, sonriendo desde su puesto y sintiéndose relajado. Sentía su cuerpo aun adolorido tras las peleas que tuvo en la semana,  fueron horas donde maldecía a quienes lograron golpearlo en repetidas ocasiones, pero ya poco le importada, había conseguido mucho para unos meses, parecía que a varios no tenían mejor forma pasa pasar su navidad que ver 2 hombres moliéndose a golpes. Hecho que le daba mucha risa al futuro Santo de Tauro pues hasta les hicieron vestir de las versiones más paródicas de Santo Claus, parecían sacadas de un porno. O eso comento su rival.

En fin, teniendo una cena y uno caja con refresco, (La ultima vez que intento probar alcohol termino arrepintiéndose por el dolor de cabeza que este liquido le ofreció) se dejo descansar, estada seguro donde nadie le molestaría,  puede que luego busque caminar, se preguntada como estaría su, por tecnicismo Novia. 

Estas celebraciones nunca fueron ni su gran atención, o por entero de su agrado. En los orfanatos donde estuvo eran pura cordialidad. Puede que sea cosa suya, una paranoia enorme luego de ver muchas cosas en esos lugares como la actitud de los adultos, los niños entre si, sumado a que era más el tiempo que paso allí que los niños que adoptaron, también  la perdida de su ojo izquierdo lo hizo desconfiar, debido a que nunca sintió una verdadera empatía de la gran mayoría. Solo de una persona, pero no duro siempre, tal vez por eso se dejo confiar en Rose aun despues de años, por sobre todo ella lo quería, desde niños que se conocieron paso eso.

  En fin, hablando de ella, de pequeño aveces se escapada y quedada atrapado entra la nieva, era extrañamente cómodo pasar noches de ese modo, en una cama, arropado y con una pequeña nevada en la noche. Trayéndole ciertos recuerdos cuando empezó a nevar aun con la luz de la luna y estrellas en el firmamento. Bostezando de forma ligera, con una extraña sonrisa en sus labios. 

De hecho, cuando tenia unos 14, bueno, hace unos casi 5 años, si bien no fue enteramente en navidad, ambos se habían encontrado en medio de una nevada que los tomo casi por accidente cuando como si fuera su madre, la castaña quisiera ver al toro buscando ofrecerle pasar el tiempo juntos ya que no tenia mucho corazón para dejarlo solo siempre, terminando resguardándose en un lugar que el futuro guardián del templo del gran toro blanco, medianamente conocía, ofreciéndole Harbinger su abrazo para relajarla en su calor corporal hasta que la tormenta pasara y se pudiera ir.  Hablando y perdiendo el tiempo... Tal vez como en todo buen cliché hay se vio cuenta que no quería como solo amiga, que de verdad se preocupada más por ella de lo que cualquiera que le conociera quería admitir... O mejor dicho. Que el mismo Harbinger quería admitir, porque cualquier otro ya le estaría fastidiando. 

El ambiente era lindo, pero su apatía a estas celebraciones era algo persistente. Pocas las celebrada por que la castaña le pedía.  De hecho le consiguió un regalo para no parecer desconsiderado con ella, si seria un novio, al menos tendría un poco más de decencia, de los pocos Regalos que el peli-morado residió los atesorada, de  pequeño eran lo único que podía decir como suyo. Aferrándose a ellos, aunque era una lastima que no le duraban como quería, eran casi de baja calidad para lo que luego conocería como los estándares de un juguete. Algo que pensándolo a mente fría debió suponer. 

Suspiro. Entre esos recuerdos en donde se llegada a abatir por como estada, soñar con una vida digna solo era un sueño, que aun en ese momento no lo supiera, su vestido si se la tenia guardada de forma paciente. Marcado por su fecha de nacimiento,  o mejor dicho, su constelación.

Al llegar el día siguiente y a temprana hora, todos en las calles seguían durmiendo, y seguramente no despertarían en un largo rato, cosa que el peli-morado acepto para caminar, estirando un poco las piernas entre el viento frio de la mañana, haciéndole relajante.

- No esperada verte. - Sonrió, viendo a donde la chica castaña  estada, con un paquete en manos. 

- Lo siento, quise ir anoche a verte, pero no logre librarme de ni de mis padres, ni de mis primos. - Eso ultimo lo dijo con pesadez.   Sabiendo de Ante mano Harbinger como era los menores de su ceno familiar; Unos mini-demonios. 

- ¿Tus padres siguen durmiendo? - Ella asintió. - No se si son bien irresponsables o tu muy astuta. 

- Digamos que las 2 cosas.- El chico rio por eso. Volteando los ojos como si fuera lo más obvio, a veces creía que menos desastre podía ser la chica frente suyo. 

- Yo también te tengo un regalo, ¿Vamos por él? Aprovechando que medio mundo debe estar roncando luego de comer como barril sin fondo. - Bromeo y ahora la chica rio, asintiendo a su propuesta.  

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Feliz navidad.

Tauro Gold Saint Zone (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora