C o m p l e t a
Él era el gran Alpha de Alemania.
Ella una humana esclavizada.
Él fue libre toda su existencia.
Ella estuvo cautiva cinco años, su padre la había vendido al peor hombre que la pequeña Eider pudo conocer.
Estaba en medio de las vías...
(Contiene Spoilers del Aullido del Alpha) te recomiendo leer primero está para poder entender este especial.
Repito. Si no lees El aullido del Alpha. Quizás no entiendas que onda con esta parte. Y no quiero comentarios de; Ya me perdí. We contexto. No entendí.
(las conozco C@bronas) besos las amo.
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• La tierra debe conocernos•
–Christopher, ¿podrías darme esas zapatillas de allá?— Odiaba que acomodara mis zapatos arriba del clóset. Cómo si pudiese alcanzarlos.
— Aquí tienes mi Luna— Le sonreí. El castillo era una completa locura. Desde las seis de la mañana no habían parado de llegar invitados, comidas, músicos, decoradores. ¡Todo era un caos!
—¿Los chicos ya se despertaron?— pregunté saliendo de la habitación.
—¡Son las siete de la mañana tu dime!— rodé los ojos. Mis zapatillas rojas empezaron a hacer un ruido con mis pequeñas andadas. Mi vestido era corto, blanco y bastante acampanado, en la parte de arriba el corpiño estaba decorado con diseños navideños en rojo y verde. Ya solo me faltaba ponerme mi gorrito de navidad.
«¿Por qué este lugar es tan grande? Me lleva cinco minutos llegar a la habitación de mis hijos»
*Buenos días Andrea*
“Ana, tu siempre tan dormilona”
Mi loba a veces parecía una cría. Llegué hasta la habitación de Keyder. Abrí la puerta y este se encontraba saliendo de la ducha.
—¡Cielos madre! ¿Por qué no tocas?
—Yo te limpié las bolas antes que tu padre así que no seas exagerado. ¡Vístete hay muchas cosas que hacer!— Sonreí emocionada.
— Mamá no voy a ponerme esto— señaló el suéter navideño que le había conseguido.
—Claro que sí, puedes ponerte un traje arriba y se verá bien.
—Pero si están divinos los trajes. ¡Buenos días Suegra!— Saludé a May.
Ella y yo habíamos tenido una excelente relación desde que Keyder la trajo a vivir al castillo. La perdida de su bebé no fue fácil. Pero logramos calmar esos días grises. Estaba segura que Maylis Lograría embarazarse de mi hijo. Aunque los doctores dijeron que sería muy complicado
