Odio

Detesto y odio

No detesto a las personas, detesto a la humanidad y todo lo que representa. Detesto el nivel de egoísmo emocional que imponemos sobre otros. Detesto que la humanidad no aprenda a menos que sea con dolor, y por consecuencia se siga causando más dolor. Detesto que la humanidad sea tan inhumana. Detesto ver a animales ser más humanos que la propia humanidad, porque eso muestra qué tan bajo hemos caído. Detesto la mera idea que por ser humanos dejamos de lado nuestra humanidad. No detesto a las personas por existir, las detesto por ser humanos.

Detesto decir odio, por que abarca tantas cosas negativas que lo transforman en locura. Es por eso que intento no odiar. Detesto muchas cosas; pequeños detalles que podrían ser pasados por alto con facilidad: un plato exectivamente lleno con la comida acumulada y poco dispersa, sentirme llena después de comer, que me den de comer cuando ya dije que no quería, que me hablen execivamente. Detesto como mi humor cambia cuando una de estas cosas pasan.

Realmente detesto cuando soy interrumpida incluso si parece que no hago nada. Incluso cuando digo que estoy haciendo nada. Siempre hago algo. Usualmente leo. Otras veces escucho música. Hay momentos en que solo pienso. Hay momentos en los que hago todo eso y lloro para no sobrecargar mi mente. Y detesto que cuando hago nada me interrumpan.

Detesto estar acostada todo el día. Detesto como mi cuerpo se ve después de levantarme. Detesto mirarme al espejo. Detesto que me lo recuerden. Detesto no sentirme satisfecha nunca. Detesto llorar todo el tiempo.

Detesto dejar las cosas a media, y es lo que más me pasa. Detesto no saber expresar todo lo que quiero. Detesto ser cobarde y no poder hablar a la cara de quién quiero.

Detesto que no estén felices conmigo, por cómo me veo, por cómo me visto, por cómo no hablo. Detesto no poder satisfacer a las personas que me importan, por que son lo que me mantiene con vida. Detesto no importarme.

Detesto, pero mucho, saber que no estoy poniendo de mi parte, saber que no estoy haciendo nada para cambiar. Detesto ser yo tan humana que me doy pena y asco.

Detesto no poder odiarme.