Splash Star Precure; Caos en el árbol del gran verde.

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- Un gusto poder hablarles de nuevo. - Dijo el gato de la Cure de las flores, teniendo e espíritu de la reina filia dentro.

- Lamentó haber sido tan descuidada en esta ocasión, les debo mi más sincero arrepentimiento que apenas luego de derrotar al Hueco de la oscuridad, otro enemigo salido de estos seres haya resurgido.

- Descuide, supongo que una vez Precure, siempre se le seré. ¿No? - Bromeo Saki, queriendo aliar el ambiente. - No importa si vienen más, estaremos como Precure.

- No te hagas la fuerte que todos sabemos que ninguna quiere volver a vivir una pelea como la de Goyan. - La peli azul expreso, en medio de su camita, teniendo a sus 4 espíritus junto al gato que tenia a la reina.

- Orare para que no suceda. - Dijo la reina.

- Reina, ¿Nos podemos quedar unos días con las chicas ~ Pupu? No me gustaría solo reunirnos por esto.

- No hay problema, ustedes 8 son nuestros saldares, ya se los dije antes, tienen total libertad entre el mundo terrenal y el de los espíritus.

- Gracias.

- Disculpe que haga la pregunta. ¿Pero es posible que ese ser vuelva?

- No lo sé, me fue complejo llevarles las advertencias cuando su espíritu tomo control de mis poderes, me dejo muda y casi sin poder comunicarme, usando como medio para fortalecerse.

- Dijo que podría volver ~ Chupi. ¿Nos deberíamos preocupar?

- En el peor de los casos, su magia aun no ha muerto y deberá buscar otro medio de energía o largos años para tomar forma. En el mejor, ustedes ya purificaron toda su alma. Todo depende del destino.

- Entendemos. - Ninguno dijo nada más, al momento de volver al ardor de gran verde, el espíritu de la reina volvió, dejando al gato mudo como en su estado natural se encuentra, sintiendo las cures el cálido sentir del sol y del viento, el olor de las flores, el aleteo de las aves junto al sonido de los animales. No supieron cuanto tiempo perdieron en esa pelea, pero esa sensación era muy reconfortante, permitiéndoles respirar más fácil para relajar sus músculos.

Hasta que...

- Saki ¿Aun buscaras volverte la cuñada de Mai?

- ¡maldita sea! - Y se fue corriendo.

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- Kazuya Senpai... - Expreso, roja y tartamudéate, teniendo al chico frente suyo y a sus amigos detrás de ella.

- Vamos, Saki, asi como yo pude tu puedes ~ Lapi.

- Esto no acabara muy bien. - Pensó en voz la alta la cure de la luna.

- Ahhhhh...Yo... ten, aquí dice todo lo que pienso. - Le dijo, volteando la mirada del chico a su lado al momento de entregar esa carta donde todos sus intentos de poesía de principiante estaban, queriendo que se la trague la tierra pero nunca, pero nunca la suelta, y lo hace, que la suelte en Argentina, donde estaría a una distancia equivalente a días de él.

-¿Una carta...? ¿Saki tu...?

- Léela. - Le corto, y el muchacho no hizo más que obedecer, abriendo el sobre de forma lenta y sacando el papel con los sentimientos de Saki escritos, no sin antes pedirle que se quedara mientras lo hacía.

- No sé qué razones puedes encontrar para interesante en una chica como yo, no soy tan bonita como otras, ni tan inteligente como tú. Pero yo desde que te conocí me pareciste más que interesante, me sentí de tantas formas cuando me habladas de temas que ni comprendo, entre ellas, muy bruta a tu lado, pero no por eso, casi una admiración hacia ti que llego a mi corazón, conozco tus sueños y quiero apoyarte mientras los cumples, sea esperándote o acompañándote para ir a la luna. Me gustas mucho, y lamento no poder expresarme bien aquí... Saki...

- ¿Enserio lo escribió ella ~ Fupu?

- Ese chico le pego más fuerte de lo que yo pensé.

- ¡Se callan ~ Lapi! - Mando, mirando totalmente interesado a donde su amiga estada muriendo de vergüenza frente a su crush. Sobresaltando a sus compañeros por su estruendoso grito. ¿Saki no lo escucho? - Mi niña ya es un señorita ~ Lapi.

- Lo lamento, yo...

- No Saki, espera. - Kazuya agarro la mano de la castaña antes de que esta pudiera siquiera moverse para verla a los ojos. - Es muy lindo todo lo que escribes, me siento por demás alagado.

- ¿Pero? - Se quedo callado luego de decir, sentía que debía haber un pero para eso.

- ¿Tenemos una cita?

- ¡Sí! Si quiero. - Sellando su palabra, el joven la abrazo, ante la vistan en casi un shock del grupo de Saki, mirando entre alegría y sorpresa. Antes de que el chico se la llevara.

- Bueno, luego de una pelea bura, que tenga el gusto de una cita. ¿No?  

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Aquí terminamos, espero les gustara. Pensé en alargarlo más, pero tras lo que me paso con ese fic de Fresh, pensé en no hacerlo.