ESPECIAL NAVIDEÑO MURAHIMU

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El siguiente capítulo está ambientado en el futuro de la línea temporal original, es decir, tiempo después de que los chicos regresen al presente. 

Sus ojos estaban ligeramente empañados mientras veía los estantes del supermercado, al ver su carro de compras lleno de nuevo de huevos, leche y harina, soltó un fuerte suspiro mientras dejaba escapar el aire. Con sus manos se limpio ligeramente las amenazantes lágrimas que quería salir y solo repitió en su mente que esta vez si saldría bien, la tercera vez es la vencida.

Himuro quería sorprender a su novio, quería darle un rico postre para poder ver su cara de satisfacción al probarlo, solo había un problema que parecía que Himuro y la repostería no iban de la mano, eso antes no le había tomado mucha importancia pero ahora que salía con el gigante morado, lo veía como un horrible defecto y algo que lo llenaba de frustración.

Himuro realmente era bueno cocinando diversos platos o recetas, realmente era muy hábil con aquello, pero algo sucedía cuando horneaba que los postres terminaban mal o se quemaban, se confundía en algun ingrediente o simplemente los pasteles no llegan a ser esponjosos sino todo lo contrario, y eso podía ser constatado por las varias bandejas de cupcakes que estaban en la basura de su departamento.

Tampoco podía recurrir a Taiga, ya que no vivían juntos ni en el mismo lugar, fue a pagar todo y se dirigió a paso lento a su departamento. Esperaba que esta vez funcionara lo que iba a hornear, era un simple postre ... unos cupcakes de chocolate con crema de mantequilla color lila con chispas blancas pero aún así no quería funcionar.

Llegó a su hogar, y colocó las cosas en su mesa para empezar a hornear. Puso su música favorita para motivarse, y puso sus manos en marcha. Colocar la harina, el polvo de hornear, el cacao, la leche, la mantequilla y los huevos y empezó a batir. Tenía un buen presentimiento de estos cupcakes y serían esta vez los mejores postres que alguna vez preparó.

Una vez que terminó de batir, ordenó los moldes de los cupcakes y con ayuda de una cuchara de helado se dispuso a colocar la cantidad deseada en cada pirotines. Prendió el horno que mientras se pre-calentaba, empezó a colocar todas las cosas en el caño para al terminar se pusiera a lavar. Con todo listo, colocó la bandeja en el horno y programó el tiempo que debían de estar.

Con las energías renovadas, tomó un bol y se dispuso a preparar la crema de mantequilla, colocó la cantidad deseada del colorante obteniendo un color lila pastel, haciendo juego con el cabello del menor de ambos. Un sentimiento de orgullo empezó a surgir dentro de él, ya que esta vez el tono había salido como lo quería, y probando la crema, sabía que estaba deliciosa.

Mandó a refrigerar la crema de mantequilla, se sacó su delantal y decidió tomar un baño antes que su pareja viniera, solo faltaba una hora o un poco más para que apareciera Murasakibara, preparó sus cosas y entró a la ducha, ya que se merecía un momento para relajarse.

****

Murasakibara ya estaba cansado, y atiborrado de bolsas de compras de diversas marcas, mientras que era arrastrado por su mamá por todo el centro comercial, sus piernas ya estaban cansadas y sus bocadillos ya se habían acabado tres tiendas atrás. Necesitaba algo dulce o su humor decaerá poco a poco.

Felizmente su mamá decidió darle un descanso al menor, y esta vez lo arrastró a una pastelería, pidió un par de pedazos de tarta de fresa para ellos.

- Entonces ... ¿Irás donde tu "amigo" Himuro?

El tono de voz de su mamá era muy condescendiente, ganando un ceño fruncido del menor mientras el mesero dejaba su postre frente a ellos.

Salvando tu destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora