- C U A T R O -

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— ¿Seo me puedes decir por qué hemos dejado de seguirlos? ¡Ya los teníamos! — Mencionó Bang realmente cabreado.

— ¿Oh, querías que acabara ya el juego? Yo quería más diversión, al menos por un poco más de tiempo. — Dijo girando el volante bruscamente y adentrándose en medio de la ciudad sin ser detectado.

—  ¿Qué te traes con el rubio, Seo? — Añadió esta vez el rubio, intrigado por saber la verdad tras aquella historia.

— ¿De verdad quieres saberlo? Lo quiero para mi y punto. — Esta vez ninguno comentó nada, simplemente asintieron y siguieron su camino sin decir nada en lo que restaba de camino.

Los tres entraron al departamento que compartían, el pelinegro seguía sin decir nada y en un abrir y cerrar los ojos se encontraba en su habitación, mirando la gran pizarra que tenía delante suyo, cualquiera que entrara al cuarto diría que ese chico estaba obsesionado con aquel rubio, ¿pero quién eran para juzgar si no sabían nada?

Había varias fotos del rubio, entrando a varios pubs, casinos... Fotos de él con aquella máscara que le representaba o incluso diferentes localizaciones, al final todas se unían con un simple trazo rojo. A su izquierda se encontraba un plano gigantesco de la ciudad, tenía varias localizaciones subrayadas, redondeadas... Todas tenían una simple escritura que sólo él mismo entendía, lo hizo así para evitar que sus compañeros intentarán buscar su pasado o pistas de este en base a esos planos.

Changbin siguió revisando planos, notas y otras pistas que tenían de aquel grupo, estaba enfocado en volver a estropearles el siguiente golpe, incluso si lo planificaba seriamente conseguiría que aquel rubio fuera detrás suyo de nuevo, teniendolo comiendo de su propia mano cual gato.

— Seo, hemos hecho la cena, ¿vienes? — Salió de su ensoñación al escuchar los golpes y aquella dulce voz que poseía aquel pequeño rubio.

— Sí, dame unos 5 minutos Jisunggie, necesito acabar una cosa. —Cuando no escuchó más sonido después de aquello, supo que sería hora de planear el siguiente ataque, realmente no quería dañarlos, pero si no tenía otra manera de efectuar el plan debería ir a mayores.

Con destreza movía la mano sobre el pizarrón, escribiendo y señalando posiciones, lugares y posibles encuentros que pudieran conseguir interferir entre ellos, ya fuera como la policía o viandantes. Aparte volvió a escribir aquellas palabras clave, seguido de aquel ''domino''. Realmente los otros dos no sabía a qué se refería cuando lo escribía, pero sabía que cuando lo ponía habían dos posibilidades; Podría acabar muy bien o muy mal.

A pocos segundos de haber acabado su barriga comenzó a rugir, sí, realmente no había comido nada en todo el día ya que había estado ocupado planeando todo y no le dio ni mera importancia.

El rubio se encontraba sentado en su cama, leyendo su libro favorito, podría ser un criminal pero eso no quitaba que tuviera un mínimo corazon y le gustaran las cosas sencillas. Cuando acabó el capítulo, cerró el libro y se quedó mirando aquel espacioso techo blanco que le cubría, ''¿Quién es realmente aquel pelinegro? ¿Que quiere de mí?'' Esas preguntas seguían rondando su mente, un simple dolor de cabeza se comenzó a originar, intentó acostarse mejor pero el dolor simplemente empeoró y cayó contra el suelo.

 ¿Me prometes que no te irás?

Te lo prometo, pecas. - Seguidamente soltó un sonoro sonido proveniente del beso que aquél le había dejado en la mejilla.

Felix se levantó del suelo, presionando ligeramente la sien, no era la primera vez que le venían aquellas ''visiones'' o ''pesadillas'' más bien apodadas por él. Realmente estaba confundido, hacía mucho que no le pasaba, no conseguía recordar nada más de su pasado, solo 3 años atrás, <<vaya mierda de vida>> bufó pensando que todo volvería a pasar y realmente no estaba preparado para afrontarlo. Se levantó y se dirigió al comedor encontrando a Jeongin apoyado en el sofá con su portátil en mano.

— Jeongin — Llamó el rubio viendo como este se removía y buscaba un angulo correcto para mirarle.

— Dime.

— Umm, ¿si te describo a alguien podrías simplemente buscarlo en la base de datos? — Mencionó entre dientes, esperando que el menor no le preguntara el por qué.

— Si, dime. Sin problema felix

— Es pelinegro, ojos marrón oscuro, ¿sabes? de esos que te penetran con tan solo mirarte — el menor rió ante la comparación de este. — Diría que es un poco corpulento y con un tono parecido al tuyo. Realmente no sé más... — Se rascó la cabeza incómodo tratando de buscar respuestas, estaba tan agotado tanto mental como anímicamente.

— Uh, Felix - El contrario lo miró — Lo encontré, ¿es este? — Le enseñó la foto, si, realmente era él, era el que le había jodido todos los planes y robos durante al menos los últimos meses. Sin más asintió intentando que no pareciera afligido por la impotencia que le creaba el tema. — ¿Qué? — mencionó el menor empezando a teclear más rápido.

— ¡¿Qué pasa Jeongin, dimelo ya?!

— Su información tiene un tipo de bloqueo, solo podía acceder a su perfil pero sus datos están protegidos con un simple filtro de censura, cuando trato de acceder para quitarlo, me salen 3 códigos diferentes que van cambiando cada 30 segundos, encima por si fuera poco creo que dan algún tipo de avis... — El menor fué cortado por un Felix bufando excesivamente fuerte seguido de un golpe seco detrás suyo. El rubio había pegado un puñetazo a la pared, no la había roto, pero tal vez él sus nudillos si. — ¡Que coño haces Felix! ¿te has vuelto loco? — El menor dejó el ordenador de lado, agarró al rubio mientras llamaba a la persona en la que más confiaba, Seungmin.

— Felix quedate aquí, nada de moverte del baño, voy a llamar a Seung. — Advirtió el menor escuchando los tonos antes de que este contestara.

— Dime Innie — Se escuchó al otro lado de la línea

— Minnie... - El menor pareció romperse por momentos, su voz empeoró — Me parece que Felix volvió de nuevo a ese estado..

— Espera, espera, ¿a ''ese'' estado? — El menor calló y soltó un ligero asentimiento mientras observaba la puerta del baño, donde seguía metido el rubio.

— Ahora mismo voy,de igual manera ya estaba yendo al apartamento, supongo que se hizo daño, ¿no? — Cuando este no recibió respuesta, siguió —  Vale, curale Innie, tu sabes mejor que nosotros, si se pone violento de nuevo ya sabes, dale en ese punto justo de la nuca que te enseñé, si luego intenta regañar o incluso devolvèrtela cuando despierte ya intervendré yo. Vale y una última cosa, no tardaré mucho pero también revisa su cuarto si puedes, tal vez le pasó de nuevo por si encontró alguna foto o algo.

Cuando escuchó que el tono de llamada acabó, accedió al baño de nuevo, no sin antes replantearse si sería buena idea volver a ver a su líder así, ya le costó asimilarlo la última vez que le pasó y esto no iba a ser una excepción. Con un simple suspiro entró al baño, encontrandolo sumamente silencioso, avanzó hasta que giró la esquina, viendo a el rubio con los ojos cerrados, durmiendo plácidamente encima de la taza del váter, se quedó viéndolo unos segundos, ahora que lo observaba bien no parecía estar en ese estado, tal vez solo fué un momento repentino.

Sin más preámbulos, agarró el botiquín de la despensa, comenzando a agarrar el algodón y el alcohol, echándolo suavemente sobre sus nudillos intentando arrastrar la mayoría de sangre restante y tejidos muertos. Estaba bastante tranquilo, se había relajado, Felix no lo había atacado y eso era un buen progreso, el problema fué que se dejó un ligero detalle.

Había dejado el ordenador encendido, a medio proceso intentando sacar la información de aquél sujeto, un mensaje salió en aquella pantalla que nadie logró ver. ''Intruso intentando acceder a la base de datos. Proceso bloqueado y enviado correctamente''

Tal vez ellos no se dieron cuenta, pero tal vez otros tres sujetos se pusieron alerta y trazaron un plan con la información que ahora poseían...

Domino - ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora