Minho es un famoso Dios Griego que está harto de estar solo en el Inframundo, donde él reina, luego de la guerra donde peleó con sus hermanos contra su propio padre... Y después de casi 3.000 años desde eso... Necesita algo que lo haga sentir adrena...
Miré a mi papá a algunos metros de mi, recogí algunas de las manzanas para dejarlas en una canasta, mi padre es el Dios de la tierra y la agricultura, por lo que siempre me encontraba en los campos cosechando o buscando frutas, en cierta parte me gustaba el paisaje y los colores de las hojas y frutas, pero a veces era algo... Aburrido.
-¡Jisung, termina rápido con esas manzanas de ahí, iré a buscar más canastas!- Avisó mi papá a lo lejos, asentí alzando mi mano para agitarla dando a entender que lo había escuchado.
Él lentamente se fue hasta que desapareció de mi vista, seguí recogiendo algunas manzanas y las guardé.
Por lo menos hasta que noté un pequeño movimiento entre las hojas de los árboles, miré entre las mismas notando un pequeño fueguito azul, sonreí cuando se posó sobre mi cabello revolviendo las hebras de mi cabello, como si fuese un pequeño animalito emocionado.
El fueguito comenzó a moverse por mi cuerpo haciéndome cosquillas, reí tratando de alejarlo tomando el fuego en manos.
Se quedó inquieto entre mis manos moviéndose por todos lados, era extraño... Pues no quemaba... Y al ser Azul solo podía pensar en una persona...
-Hola pastelito- Escuché una ronca voz contra mi oído, miré a mi lado sobresaltado para ver el perfecto rostro de Minho. Él al ver mi rostro sonrió de lado como siempre lo hacía.
-Hola Minho- Sonreí avergonzado sintiendo mi corazón latir con fuerza al notarlo tan cerca de mi.
-¿Estabas aburrido pequeño?- Sonrió colocando una mano sobre mi cabello peinando los mismos que estaban algo desordenados.
-Algo...- Murmuré- ¿Es tuyo?- Pregunté mirando el fueguito en mi mano.
-Si- Sonrió removiendo sus manos para hacer que el fueguito se mueva, ya veo, él lo controlaba.
-¿Comiste aquellas semillas que te di?- Preguntó tomando mis manos para hacerme girar y dejarme frente a él, asentí distraído en sus profundos ojos negros.
-Si... Gracias a eso ahora me siento extraño- Murmuré.
Él sonrió de lado colocando uno de mis mechones de cabello detrás de mi oreja.
-Los Dioses normales no pueden entrar fácilmente al infierno... Esas semillas, te dejarán entrar cuando quieras- Habló haciendo que me emocione.
-¿Entonces puedo ir cuando quiera?- Pregunté contento.
-Claro que si, estoy seguro de que unos pequeños felinos quieren verte- Sonrió, yo mordí mi labio inferior bajando la mirada feliz.
-¡Jisung!- Me sobresalté al escuchar la voz de mi padre a lo lejos.
-Me iré- Murmuró Minho dejando un beso sobre mi mejilla para caminar lejos mientras el fueguito se removía por mi cuerpo haciéndome unas últimas cosquillas antes de marcharse tras Minho.
-Hijo... Casi no sacaste nada de manzanas- Habló a mis espaldas mi padre, yo casi ni lo escuché, aun estaba pensando en la figura de Minho marchándose- ¿Hijo?- Pasó una mano por frente de mis ojos llamando mi atención.
-Oh... Hola papá- Sonreí caminando a la canasta para tomarla y caminar contento.
-¿Ahora qué te pasa?- Preguntó con una sonrisa incrédulo.
-No es nada- Sonreí bajando la mirada mordiendo suavemente mi labio inferior.
Me había enamorada de la sonrisa de Minho.
...
Después de varios días, tenía una necesidad increíble de ir con Minho, pero me daba verguenza y no sabía que excusa decirle a mi papá... Pues sabía que no tenía buena relación con el Dios del Inframundo.
-Hijo- Me sobresalté al escuchar a mi papá entrar a mi habitación.
Tomó el peine que tenía en mano y terminó de peinar mis rubios cabellos.
-¿Si papá?- Murmuré viéndolo a través del espejo.
-En unos días iremos a la boda de Jeongin y Hyunjin- Informó.
-¿Es en el Olimpo?- Pregunté entusiasmado.
-Si...- Me miró intensamente por el espejo.
-¿Qué?- Murmuré tímido.
-No quiero que veas a Minho- Determinó aun cepillado mi cabello.
-Yo...-.
-Jisung... Es muy probable que vaya... Y si va... No va a ser para ver una boda, seguro lo hará con intensiones de verte a ti, no creas que no se las verdaderas intensiones de él, es mi hermano y lo conozco- Habló molesto.
-Papá-.
-Déjame terminar- Dejó el cepillo sobre mi mesita y me tomó de los hombros para hacerme verlo a los ojos- Minho es una persona horrible que no le importa nada y no es para alguien como tú, eres un niño inocente que aún no conoce nada de la vida, así que solo te pido que no te acerques a él ¿Puedes hacer eso? ¿Por tu padre?- Preguntó preocupado.
Lo miré a los ojos conflictuado.
-Está bien papá- Murmuré bajando la mirada.
-Gracias Jisung- Sonrió mi padre besando mi frente para marcharse.
Yo me sentí algo mareado y mi estómago revolverse, tapé mi boca con los ojos llorosos por la horrible sensación.
¿Qué me pasaba...?
...
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