Luchando contra el corazón

Pensamientos letales

Una noche fría, dejaba reposar su cuerpo debajo de las sabanas y en medio de su sueño, comenzó a zumbarle su oído extrañas palabras que escucha vagamente.

Tomó un respiro e intento abrír sus ojos, pero al parecer su sueño se apodero de ella, tanto así que se dejo llevar por los letales sucesos que ocurrían dentro de su mente. Ella estaba llorando y gritando, tratando de uír de ese lugar, de pronto llega él, con un hermoso aura entendiendo su mano para que ella pudiera levatarse. Al mirarlo, no podía comprender con había llegado en ese momento y en aquel lugar, todo era inospito y oscuro. Cómo alquien tan hermoso podría salir de nada en un lugar así...?

Su mente intentaba borrar cada plabra que oía al rededor de ella. Como podría olvidar que a se pocos minutos iba a morir y que de pronto de los mas remoto de ese lugar llegue este chico y le brinde ayuda. Ella no confíaba en nadie, absolutsmente se tenía así misma.

No se dejo engañar por la hermosura de aquel muchacho, así que tomo fuerzas y recobro el equilibrio para poder pararse, no tenía idea de quien pudiera ser para poder tomar su mano, entonces el mirandola desconcertodo hablo:

-Cómo te lllamas...? -dijo con una mirada encantadora.

Lo miró con firmeza, tratando de dar una postura fuerte, ya que en su parte interior estaba derrotada y ahogada en un miedo profundo...

-No deseos tener una platica contigo, solo quiero irme de este lugar. -lo dijó secamente.

-Esta bien podría ayudarte solo confía en mí y señalando con su dedo índice; le indico una puerta negra y desgastada.

Ella miro a su alrededor y pudo observar dos puertas de color negra la que el muchacho habia señanlado y otra que estaba majestuosa. Su desconfianza era tan grande que ignoro al chico y decidío tomar la otra puerta. Sin embargo dió la última mirada hacia él y torno a abrir la puerta. Un frío letal entro en su cuerpo, debilitandola más y voces surguieron a su alrededor ..

-Te consumiras en lo mas profundo de tu ser-- replicaban ante ella.

-Quienes son...?

-Que quieren de mi? - su voz estaba debil y quebradiza.

Son fueron cuestiones de segundos para que callera al vacío, pero el muchacho fue más astucto y antes que ella callera la había tomado entre sus brazos...