Capítulo único

4.1K 549 216
                                    

Para Gentaro-chan

Le daba asco la sola idea de besar a alguien, ¿por qué razón la gente disfrutaría algo tan antihigiénico?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Le daba asco la sola idea de besar a alguien, ¿por qué razón la gente disfrutaría algo tan antihigiénico?

Sin embargo, estaba seguro que Tachibana no compartiría su opinión.

Él era perfecto en casi todo, pero un completo inexperto en cuanto a los besos se trataba (o cualquier cosa de esa índole, en realidad).

Aunque estaba seguro que conocía a alguien que podía ayudarlo, incluso si no quisiera pedirle ayuda.

Hanma lucía como un fuck boy, y estaba seguro de que realmente era uno, debía tener experiencia de sobra. De todos modos, le avergonzaba tener que pedirle ayuda, especialmente ahora que se sentía extraño a su alrededor.

Y eso era otro problema, últimamente se sentía extraño junto a Hanma, un sentimiento que no entendía (o se negaba a entender) se apoderaba de él cada que estaban juntos.

Era imposible, obviamente, él estaba totalmente enamorado de Tachibana, lo que sea que sentiera por Hanma era una tontería, claro.

Y ese tenía que ser el momento perfecto, solo ellos dos, sin nadie alrededor, nadie que pudiera burlarse o esparcir chismes, ¿qué mejor momento que ese?

Hanma estaba distraído en su celular, se había puesto a sí mismo el reto de superar su puntaje más alto en el juego de la serpiente, una tontería típica de Hanma.

Era ahora o nunca.

—Hanma —llamó Kisaki, fue más bien un susurro, como si quisiera no ser escuchado.

—Shh —lo manda a callar, totalmente concentrado en su tonto juego.

—Déjame de ver eso y mírame —demandó. No quería sonar así, casi desesperado, como si tuviera la urgencia de querer su atención, como si le importara en lo más mínimo su atención.

«Concéntrate», se recrimina. «Deja de pensar esas tonterías».

—¿Oh? ¿Qué pasa, Kisaki? ¿Tanto me necesitas? —odiaba ese tono, burlón y coqueto a la vez, que lo hacía sentir cosas que no debería.

—Deja de decir idioteces, no te creas tan importante.

—Oh, volví a perder. Bueno, que es eso para nada importante que requiere mi ayuda —esta vez lo mira, dejando a la pobre serpiente en la pantalla olvidada.

Kisaki aprieta los labios en una fina línea, sus mejillas tiñéndose de rojo. Es una estupidez, cómo se le ocurrió en primer lugar.

La sonrisa de Hanma se borra al ver su expresión, se acerca a él con cuidado y viéndolo con una suave sonrisa le pregunta: —Hey, ¿qué pasa?

Odia la expresión en su rostro, tan preocupada, como si realmente le importara. Solo están juntos para sacar provecho del otro, no hay sentimientos de por medio, solo Hanma siendo un idiota.

Y él también lo era, por esos sentimientos que estaban surgiendo en él.

«No soy gay», se dice a sí mismo, como un mantra, intentando convencerse, porque es al único al que debe convencer. «No me gusta Hanma, no me gustan los hombres. Solo Tachibana, solo ella», pero la expresión en el rostro de Hanma le hace sentir lo contrario, impulsos estúpidos que tiene que suprimir queriendo salir de él. Porque no es gay.

—En serio, ¿hay algo en lo que pueda ayudarte? Sabes que haría lo que sea, tú solo pídemelo.

Lo odia, la forma en que lo mira, cómo le habla, lo detesta, lo hace sentir enfermo.

—¿Kisaki? —pero hay algo en él inherentemente atrayente, quizá algo físico como sus ojos, o quizá algo que va más allá, la forma en que lo trata, cómo se preocupa por él.

La primera persona que alguna vez le había demostrado interés fue Tachibana, la única a la que parecía importarle, la única que se le acercaba, su única amiga. Y ahora estaba Hanma. ¿Qué problema tenía que caía rendido al primero que mostraba preocupación por él? ¿Tan mal estaba?

Su corazón se siente lleno cuando esta con Hanma, incluso más que cuando se imagina la vida perfecta junto a Tachibana. Y no lo entiende. Es tan inteligente, pero no es capaz de entender sus propios sentimientos.

Se siente tan bien junto a él, adora saber que siempre se preocupara por él, que sin él Hanma no es nada. Es tan egoísta.

Y es su propio egoísmo y el deseo de concretar algo (no sabe qué), lo que lo lleva a actuar.

Es entonces que deja de reprimir esos impulsos que lleva días reprimiendo.

Se acerca a Hanma, ignorando lo que sea que esté diciendo, y deja que sus labios finalmente se posen sobre los contrarios.

Es extraño, creyó que sería asqueroso, pero le gusta. Y se acerca más, moviendo los labios, profundizando el beso. Y es solo él, Kisaki, quien besa a Hanma. No hay respuesta, pero no le importa. Tomará lo que quiera sin importar las consecuencias, le da igual si Hanma quiere o no, de todos modos siempre fue egoísta.

Y Hanma solo se deja hacer, sorprendido y sin poder reaccionar. Su primer beso, y era con Kisaki.

Y si tuviera que ser sincero, tal vez nunca quiso besar a Tachibana, tal vez era otra mentira más que se decía a sí mismo para convencerse de su heterosexualidad, tal vez solo fue una excusa para probar los labios de Hanma.

Y eso no lo hacía gay, le gustaba Tachibana, solo quería probar algo diferente, nada más.

Definitivamente era heterosexual.

Besar | HanKisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora