Parte única.

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El amor es un sentimiento agradable, pero también agrio… Lo entendí cuando empecé a escupir orquídeas, que florecen en mi interior de forma dolorosa.

Orquídeas moradas pintadas con mi sangre eran esparcidas en mi baño con dolor, primero fueron pétalos y ahora eran casi flores completas.

Floreciendo dolorosamente en mis pulmones, alimentando el dolor del amor no correspondido.

Hanahaki, la enfermedad del amor no correspondido. En los pulmones crecen flores que van envenenando el organismo hasta provocar la muerte. Con esta enfermedad hay dos opciones: una riesgosa cirugía para extirpar las flores y con ello el amor y los recuerdos de la persona amada… Y la segunda es la muerte.

Yo no quería olvidar al hombre que ahora me tenía postrada en el baño vomitando dolorosas pero hermosas orquídeas… Olvidar a Ran Haitani para siempre no era una opción para mí.

Tonta e ilusamente creí que podría enamorarlo y que me amara como yo a él… Pero no sucedió.

Conocí a Ran en el primer año de la universidad, estudiando administración de empresas. Íbamos en el mismo salón y siempre lo veía con esa sonrisa perezosa y una mirada coqueta.

Hicimos equipo por todo el año y de alguna forma nos volvimos amigos y entonces caí tontamente enamorada de él. No le había dicho nada a nadie, porque mi timidez era más grande.

Cuando salíamos, coqueteaba conmigo y yo pensé que también le gustaba, incluso que se estaba enamorando de mí, pero me equivoqué.

Tosí una última vez, una orquídea completa salió de mi interior y con la poca fuerza que tenía, jalé la cadena y las bellas flores desaparecieron.

Ran significa orquídea, entonces no era raro que esas flores brotaran de mis pulmones. Si hasta él tenía esa flor tatuada en su piel.

Ran había sido mi primera vez en todo. Mi primer amor, mi primer beso y mi primera vez con un hombre.

Desearía que ese dulce primer beso y esa dulce primera vez hubieran sido por amor, pero no fue así, habíamos bebido tanto que fue imposible no caer en las tentaciones.

Ran había tomado tanto de mi porque yo se lo había entregado en bandeja de oro… Probablemente fue ahí cuando me di cuenta que estaba enamorada de él. Cuando el orgasmo explotó en ambos y yo le dije que lo amaba.

Me miró con sus hermosos ojos color lila y con una sonrisa declaró mi sentencia de muerte…

—Yo a ti no… Podemos divertirnos, pero no quiero amor de por medio.

Me sentí derrotada, con el corazón roto, pero sonreí intentando ocultar las lágrimas y le dije que estaba bien, que lo había dicho por la emoción del momento.

Y con el paso de los días, mi corazón roto se volvió un dolor constante en los pulmones. Lo dejé pasar, mientras Ran y yo nos divertíamos como adolescentes hormonales.

Hasta que el primer pétalo brotó de mi boca, entonces fui al médico y el diagnóstico me dejó helada. Escuché mis opciones y le dije al doctor que pensaría en la cirugía, pronto le daría una respuesta.

Pero nunca volví, continúe mi vida con normalidad escondiendo mi enfermedad de todos y lo había logrado hasta que Ran comenzó a quedar con una chica del departamento de Relaciones Internacionales, las más guapas de la universidad eran de ahí.

Los vi besarse en varias ocasiones y en cada ocasión brotaban más pétalos de mis labios. Para ese momento, probablemente todos sabían que padecía Hanahaki… Todos menos Ran.

Floreciendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora