Ryan
Muerdo mi lengua para no soltar una maldición mientras la pelinegra entra a la habitación pavoneandose. La odio y de eso no cabe duda.
Me mantengo en mi lugar como la maldita chica me ordenó, mis dientes reclaman paz ante la tension de mi mandíbula.
Recargo la cabeza en la puerta escuchando leves gemidos, esos que tantos he deseado, esos que..
-Maldición -En contra de mis órdenes bajo rápidamente los escalones saliendo de la casa y alejándome del molesto ruido.
Dejo que el aire entre en mis pulmones y quite el maldito dolor de cabeza que amenaza en matarme.
-Es una hija de puta ¿cierto? -No volteo ante la voz femenenia a mi lado esperando que solo se vaya - Queriendo tener la atención de todos, creyéndose la mejor.
Una leve risa se le escapa a la rubia que sigue desalineada como la deje.
-Hace varios años me quieto lo que es mío, esa perra, ¿Nunca te dijo porque nunca husa su nombre real? Las personas la odian..
-Callate, no te pregunte, no te llamé, no me interesa lo que tengas que decir -Digo traquinlo sacando una cajetilla de cigarros
-Eso lo sé, pero no me importa.
Dando una gran calada empiezo a caminar al lado opuesto
-¿Quieres un tiro en la cabeza? -Los pasos dejan de escucharse detrás de mí pera reemplazarlos con una risa sarcástica.
-No me intimidas Ryan, tampoco me agradas.
Aprieto los puños, mi límite a llegado y cegado por la lujuria y tratando de calmar mis malditas bolas azules me doy la vuelta y en un brusco moviento pongo a la perra de rodilla.
-Porque no mejor ocupas tu boca en otra cosa -Lame sus labios tratando de parecer sensual cosa que no logra, y yo sin querer perder tiempo bajo la pretina de mi pantalón y quitando de mi camino los bóxer meto de una estocada mi pene es su boca.
Kitina
-Has mejorado Agustín -Me acerco a su linda cara con una mueca y le doy un leve beso
-¿Una segunda ronda? -Lo pienso un poco, no es feo y mis ganas son más.
-No estaría mal, de hecho.. -Pero mi frase es interrumpida por tres personas con capuchas llegando a la habitación.
-Encontramos a la perra -Me sobresalto, me pongo en posición de combate y con la mirada tratando de ubicar mis armas.
-¿Por qué todos quieres matarte?
-¿Por qué no querrían?
Y con eso último una serie de balas empiezan a caer en diferentes direcciones, me cubro con lo que puedo, el primero entra, se me abalanza y empezamos con la lucha.
Menos mal tengo ropa interior.
El hombre es tres veces más musculoso y grande que yo, lo derribó con los pies, lo golpeó y esquivo los suyo, el me toma del cuello y me tira al suelo ganado terreno, el aire me falto, pongo una mano en la suya, mi rodilla golpea fuerte su entre pierna, eso le costó caro, tomó del piso una daga que entierro en su bonito cuello.
-Darleen, ¡vámonos ya!
-Maldición -Los otros dos nos siguen, la multitud abajo enloquece causando un desastre
Visualizo por mis costados gente viniendo hacia mi, sin salida voy a la ventana más cercana, sin importa que estoy en segundo piso tomo impulso hacia un árbol para maniobrar un poco hasta que mis piernas tocan suelo.
Empiezo a correr de nuevo aunque una leve punzada me lastima en mi brazo.
-Reynolds -Grito mientras otros cinco vienen por mi -Deja de follar y vámonos
Sus ojos se abren de mas, guarda a su amigito mientras yo lucho con un significante cuchillo, unos se me viene por atrás mientras otro por delante, le doy pelea tratando de derribarlo pero eso no hace que se detenga.
Al contrario uno de los me toma de los brazos inmovilizandome y con una voz muy cerca de mi cuello pronuncia sus sucias palabras.
-Me va a encantar probar ese cuerpo princesa -La sangre se me hiela y mis sentidos se activan.
Ataco al de adelante dándome impulso con el de atrás, pero la acción no dura mucho pues tiros certeros van directos a sus cabezas
-Buena hora de aparecer -Digo entre gadeos y enojada caminado hacia el carro- ¡Estas aquí para justo esto no pase! ¿O TE ES MÁS IMPORTANTE FOLLAR?
Le grito molesta, me subo en la caminioneta, las llaves están ahí y sin esperarlo arrancó, estando los suficiente lejos informo a mis hombres.
-Muy lindo ropa interior - De me corta la respiración, maldición.
-Dame tu playera -Demandó, el me ve como si tuviera dos cabezas pero al final cede, la paso con la mirada atenta de él.
-Carajo -Sangra emanada de mi cabeza, con razón ardía.
Pasmadome varios semáforos en rojo llegó por fin a casa, donde no es para nada tranquila.
-Vez porqué no debes irte así ¡Pudiste aver muerto! -Me grita papá con tan solo entrar -Joder Katina tu cabeza -Se detiene a mirarme con el ceño fruncido y luego a él.
La escena nos hace quedar muy mal.
-¿Ahora te preocupas? Hace no mucho querías matarme tu también -Le recuerdo - Alex revisa si el maldito de santiago está la ciudad -Demandó -Necesito una computadora y varios hombres buscando a Agustín.
Todos en mi orden van y vienen, alguien me entrega ropa, me cambio a la velocidad de la luz, tomo la computadora que me entregan, y haciendo cosas por aquí y por allá logró encontrar que varios de los hombres de hoy son de él.
-Ryan -Escuho la voz de mi padre -¿Donde mierda estabas? ¿No es tu obligación protegerla? -Espeta fusioso papá cosa que me hace querer poner los ojos en blanco ante su doble cara.
Pero al pobre no le da tiempo de responder pues el puño de mi padre está en su mandíbula, el no protesta ni se protege.
-Los quiero a ambos en mis despacho ¡Y no es una orden katina!
Lo dice antes de que pueda protestar, poniendo los ojos en blanco y pasando de mi enojo voy lista para una pelea.
-Queiro tu saber que carajos paso -Dice tranquilo con vaso de whisky, esperando una respuesta pero Reynolds no dice ni una palabra
-Lo que pasa es que este "guardaespaldas" como te gusta llamarlo solo sirve para cojer y tenerme ganas -Mi padre se tense pero no dice nada - Mañana a primera hora estará aquí Mike, no lo voy a discutir, y lo que dije hace un rato también lo reitero, no volveré a hacer nada para ti.
Y salgo de ahí a toda marcha azotando la puerta, sigo mi caminado llegando a mi habitación para curarme.
Suspiro derrotada, estoy cansada de muchas formas posible pero la llamada que me entra de la nada me pone mas nerviosa.
-Señorita Stoessel
-Señor Hank
Digo educada sabiendo a que se debe esta llamada, y sabiendo que no me gustara para nada.
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Imperio De Mentiras
Teen FictionEn el interminable proceso de existir puedes crear por ti misma un futuro comprometedor, o todo lo contrario como Katina. Ser la hija de unos de los mafiosos más reconocidos no es algo de que alardear o por lo menos no a todos, su vida a sido compli...