Hagamos tus sueños realidad

》Que comience el juego《

Sasuke por fín había logrado su sueño, su objetivo el cual era asesinar a su hermano Itachi. Pero no contaba con todo lo que pasó, no olvidaría esas palabras.

"Lo siento Sasuke... No habrá próxima vez"

Eso quedó grabado en su mente, como un pequeño susurro en forma de éco que retumba dolorosamente. Sus ojos se volvieron opacos y su respiración se cortó por unos segundos. Se suponía que debía estar felíz ¿Verdad? Su meta había sido cumplida pero ¿Y ahora... que es lo que haría ya que no tenía, según él, otro objetivo?

Vio a su hermano caer al piso y desvanecerse en el aire con una suave luz enbolbiendolo, siguió el camino que tomaban hasta el cielo sintiendo como si un balde de agua congelada le callera  en cima, cerró los ojos para ver un punto indefinido del destruido paisaje.

-Ni-san...- susurro al viento como si fuese un secreto.

Su vida ya no tenía sentido, ni siquiera el propósito que había tenido desde hace ya varios años tenía sentido, entonces ya no le quedaba nada que lo atara a este mundo tan caótico. ¿Verdad? Quería creer en eso, de un bolsillo sacó un kunai y lo miró como si de la cosa más interesante se tratase.

Si estaba seguro de lo que haría si o no, no le importaba. El vacío que sentía no lo dejaba pensar con claridad, aún así estaba decidido a continuar con esa acción la cual le parecía la mejor en esos momentos ya que su vida, hasta para él ya no valía nada.

Alzó la kunai apuntando a su pecho, volvió a cerrar sus oscuros ojos y con un impulso...

- ¡¡¡SAAASUUUUKEEEEEEEE!!!- abrió los ojos como platos, esa voz, no había duda. Enfocó y sin duda ese chico ya estaba a centímetros de su rostro. Com un manotazo lanzó el kunai del azabache lejos y lo tomó por el cuello de su camisa encarándolo- ¿¡Qué crees que haces?!- a escasos centímetros de su rostro no podía equivocarse, esos zafiro por ojos dejaban caer dolorosas lágrimas de desesperación, miedo e impotencia- ¡Contéstame, Sasuke!

- Eso no te importa- respondió frío y desinteresadamente- nada de lo que haga te importa...- desvío la mirada, su contrario apretó los dientes con enojo, detestaba esa actitud. Quería golpearlo sientos de veces para ver si esa forma suya se le quitaba de una maldita vez, pero en vez de eso le plantó un beso en los labios, uno simple sin experiencia pero desesperado y necesitado. Como si fuera algo que necesitara hacer desde hace tiempo

- ¿Qué crees que haces?- dijo cuando su contrario se separó, el rubio lo miró enojado pensando en el por que de su acción

- No... No lo se- negó con su cabeza bajando la mirada apoyando su cabeza en el pecho de el azabache y haciendo presión logrando tumbarlo cayendo sentado sobre el en el piso- fue un impulso- dijo arrugado la camisa de el Uchiha

Sasuke le miró alzando una seja, aunque no podía ver su rostro sentía su pecho húmedo, no era para nada un idiota para saber el por que lo besó pero al parecer el rubio sí, o no lo quería admitir lo cual extrañamente lo molestaba. Después de unos segundos suspiró pesado, tomó al contrario por la mejilla derecha haciendo que lo mirara a los ojos. El peli negro tenía una mirada afilada como daga, el rubio sentía que podía ver su mente como un libro abierto lo cual le hizo tragar duro y un hormigueo recorrió toda su columna haciendo temblar sus piernas.

- Usuratonkashi- habló grave- ya te dije que me olvidaras- Naruto frunció el ceño- pero mirate aquí, siguiendome  como un perro a su dueño¿He?- el corazón del contrario se estrujaba y le dolía, cada palabra dolía

- Callate- susurro, sus ojos se cristalizaron

- ¿A cualquier costo quieres guardar nuestro lazo, verdad?- dijo irónico formando una sonrisa arrogante en sus labios